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Triste noche de reyes, donde uno se conecta a redes y lee la noticia que comunica Cáceres Patrimonio de la Humanidad, respecto a la rescisión de contrato con Kaspars Vecvagars. Y desde este medio de comunicación no se va a poner ningún, pero a esta destitución. Pero sí decir que se nos va una gran persona, un caballero.

Debo personalizar este artículo para que se pueda comprender el entorno. Entonces aclaro que no es artículo de información, sino de opinión. Otro de los míos.

Estaba hace unos momentos en actos sociales personales, da igual cuales, cuando abriendo redes, lo que parece ser canales ya autorizados para la comunicación (cosa que llevo años denunciando) donde leía que Cáceres Patrimonio de la Humanidad y Kaspars Vecvagars han llegado a un acuerdo para rescindir el contrato vinculante.

Noticia triste. Cualquier despedida es triste. Pero se te va un amigo. Y me diréis: Javi, joder, es un jugador.

Y responderé: sí, hoy me crucé, en la cabalgata de reyes con el recién fichado, Kenny Hasbrouck, y aunque solo fueron 10 minutos, pareciera años. Soy así.

Y como en Basket Pasión tenemos la ventaja de escribir de lo que queramos, hoy hago eso.

Recuerdo lo que yo fui escribiendo antaño para Cajasol Sevilla, y con esas alguien me incitó a crear Basket Pasión. Ya lo he contado. Ya lo sabéis.

Ya conté, que la primera vez que entré en el Multiusos, me asalto con mano extendida un larguirucho con mano extendida y en un perfecto inglés se presentó: Welcome, I´m Kaspars.

Y fue cuando entendí que no estaba solo ante un jugador. Estaba ante un caballero.

Te seré sincero. No echaré la culpa al club pues esto es lo que es. Me lo acabas de decir en whatsap. Pero me da pena que no formes parte de esta maravilla de familia, aunque de la mía siempre serás parte.

Pero, cabrón, te ha faltado mala leche, tío.

Tú ya sabes que tus números no son lo que se esperaban. Y yo a mi pobre entender, hubiera prescindido de otros antes que de ti. Pero no sería juicio técnico ni táctico. Sería juicio tan solo de filling. Y contigo lo tengo.

Estimado amigo. Cuando me enteré de esto, de inmediato te escribí y tú, con tu señoría me respondiste como que qué se le va a hacer.

Te honra. Creo que eres un tirador nato al que le faltó mala leche. Y no sé si alguien te podrá hacer llegar este escrito en inglés o en tu idioma. Yo chapurreo el idioma anglosajón pero no para traducir esta parrafadas de sentimientos.

Insisto, no culpo al club. Es más, con tres fichajes era lógica alguna salida. Simas… perdón, sin más.

Me quedare con ganas de entrevistarte, pues siempre fuiste merecedor de ello.

Gracias por intentar hacernos crecer, pero si me permites un consejo: mala leche, tío.

Eternamente agradecido

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