Los “flecos” de los cupos
El debate de los cupos vuelve a la palestra
Es tiempo de fichajes rumores y de cerrar plantillas. Uno de los grandes” quebraderos” de cabeza para los clubs de ACB, son los famosos cupos de formación, que, en mayor o menor medida, afectan a la planificación de la temporada y por ende a los fichajes. Los cupos fueron uno de los grandes caballos de batalla de la ABP, finalmente en 2020, se incluye la obligación de inscribir cuatro jugadores de formación en las plantillas, con la finalidad de proteger al jugador nacional y limitar la entrada masiva de jugadores extracomunitarios a la liga, lo que parecía en principio una buena noticia para aquellos jugadores nacionales de calidad contrastada que soñaban con jugar en ACB, acaba dejando algunas lagunas a ese respecto.
Hasta aquí todo bien… pero algo no cuadra.
Para dar un contexto adecuado, debemos de aclarar que es un jugador de formación, es todo aquel jugador, nacional, comunitario o de países con acuerdos con la EU o Cotonou que hayan jugado al menos 3 años desde infantil a U20 en cualquier equipo perteneciente a una federación territorial. Este contexto es importante, puesto que la globalización que vivimos actualmente, no es ajena al baloncesto. Cada vez los equipos tienen más scouters internacionales para sus canteras, que buscan jóvenes talentos que puedan dar un salto de calidad a las mismas, aumentando el número de potenciales jugadores foráneos para los cupos, evidentemente no todos esos jugadores van a acabar en los primeros equipos, pero esto crea un mercado enorme, que permite, configurar plantillas enteras sin la necesidad de contar con jugadores de formación nacionales. A modo anecdótico y dejando claro que la norma está ahí para aplicarla, este año se da la circunstancia que UCAM Murcia ha completado los cupos sin ningún jugador de nuestro país. El mercado ha obligado a los murcianos a esta determinación debido a la imposibilidad de incorporar a los nacionales en los cuales estaban interesados, por el coste económicos del fichaje de esos jugadores, parecería que esta circunstancia es algo excepcional por el número total de jugadores nacionales de la plantilla 0, nada más lejos de la realidad, Baskonia en la temporada 21/22 sólo contó con 1 jugador nacional ( Dani Diez).Dos ejemplos que ilustran las lagunas que comentábamos anteriormente si bien, no es el común denominador en la ACB
Entonces… ¿qué?
Evidentemente la polémica, sobre si la normativa de los cupos es la idónea para cumplir el objetivo que quería la ABP cuando se implementó sigue vigente, más ahora que los jugadores españoles que llegan desde las categorías inferiores tienen una calidad tremenda, sólo hay que ver los éxitos verano tras verano de nuestras selecciones U20 U19 etc.… ¿Se protege al jugador nacional? ¿Se promueve la “ingeniería deportiva” con el tema de los foráneos como cupo? ¿El talento es talento y ante eso poco se puede hacer? ¿Con esta normativa? los jugadores nacionales han incrementado sus pretensiones y eso dificulta su llegada a la liga?
Son algunas de las preguntas que se me vienen a la cabeza. a corto plazo, sin lugar a dudas la medida ha sido efectiva, solo el tiempo nos dirá si se consolida el número de jugadores nacionales en la liga o se impondrá la “picaresca,” por definirlo con un término muy nuestro, de los jugadores foráneos de formación
Fotografía página web Liga Endesa