diciembre 7, 2024
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1234T
Covirán Granada199252174
Gran Canaria1722141467

Covirán Granada

74

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Covirán Granada199252174
Gran Canaria1722141467

67

Dreamland Gran Canaria

Covirán Granada

74

-

67

Dreamland Gran Canaria

  • Q1
    19- 17
  • Q2
    9- 22
  • Q3
    25- 14
  • Q4
    21- 14

El Dreamland Gran Canaria no sabe gestionar una nueva ventaja y se arrastra ante un Covirán Granada que le puso más ganas a todo.

Parece que el Granca no quiere que haga una crónica en condiciones sino que me explaye en reflexiones sobre el equipo.

Nuevamente y látigo en mano vuelvo al “lo dije”. Es un mal negocio jugarte algo contra un equipo que está luchando por no descender. Es aún peor negocio cuando no sabes gestionar ir por encima en el marcador.

La primera vez puede ser un error, la segunda casualidad pero cuando esto pasa una y otra vez, es un problema y de los gordos. ¡Cuánta fe les falta a estos jugadores!

Si a esto le sumamos la rotación corta de la plantilla y que Jaka no confía en la otra mitad, pues pasan estas cosas. Un equipo que se ha dejado la vida por ganar, el Granada, y uno que ha estado a verlas venir, el Granca.

El partido de los claretianos de hoy es un despropósito, pero no por mal juego sino por la incapacidad que tienen los insulares de reaccionar cuando vienen mal dadas. El dibujo del Granca en la pista cambia mucho sin Albicy y, cosas como estas, me hacen añorar a Bordón y lo que nos ha costado su lesión.

Esta temporada del Granca tenía que haber sido de crecimiento, de ilusiones y sí, es cierto que hemos estado vivos en las tres competiciones pero no es menos cierto que la imagen que ha dejado el equipo en los últimos 10 partidos es lamentable.

El parcial recibido hoy en el tercer cuarto es para hacer rodar “cabezas” porque insisto, no es la primera vez que pasa. El equipo no está preparado para los cambios de criterios arbitrales.

Se saben defender cuando no les pitan nada pero la película cambia de manera espectacular cuando al rival le pitan todo y a los nuestros no les dejan respirar. Nuestros jugadores no son capaces de aislarse de esas situaciones y seguir a lo suyo sino que se desquician y pierden el rumbo. Aguantar la presión y las adversidades es algo que este equipo no tiene trabajado y, a las pruebas me remito.

Y sí, el arbitraje influye y condiciona cuando a tu rival le permiten todo y a ti nada. Ahora bien, eso no quita para criticar la mala gestión de nuestros jugadores y, explico esto porque muchos no han querido entenderlo esta tarde. Si ustedes piensan que es normal haber tirado 5 TL en 35 minutos es que saben bien poco de este deporte. ¿Ha sido un factor determinante? Por supuesto. ¿Ha sido el único? Obviamente, no. Nuestro equipo ha tenido la mayor parte de culpa pero eso no quita reconocer que también han influido otros factores.

La decepción y el disgusto de la marea amarilla.

La marea amarilla está decepcionada y con razón. Entiendo absolutamente el malestar y el cabreo generalizado, es más, lo comparto absolutamente.

Es duro ver cómo desperdicias oportunidades de hacer algo más grande. La sensación que tenemos todos es que el equipo “no quiere” competir o, mejor dicho, no sabe hacerlo.

Y visto cómo hemos malgastado nuestras ventajas en los últimos encuentros, la afición ha perdido la fe. Para colmo de males, te toca el coco de Europa en los playoffs y eso, queridos míos, son palabras mayores.

Es verdad que este año les ganamos haciendo un gran partido pero ha llovido mucho desde entonces. La afición está cansada de ver que parece que sí, pero es que no. Pocos confiamos en que los amarillos puedan hacer un digno papel en los playoffs. La gran mayoría está pensando en la temporada que viene y en una mejor gestión de la plantilla.

Sinceramente, creo que la gran mayoría ha perdido la ilusión y no me extraña. La imagen de no poder con un equipo al que te tienes que merendar, la falta de concentración y de intensidad, la falta de ganas y de carácter hacen que la esperanza de la afición por conseguir algo grande se haya diluido como gotas de agua resbalando por el cristal.

¿Y yo? Pues a pesar de la decepción, el disgusto, la calentura, el cabreo y todo lo demás, elijo creer y confiar. El equipo no ha dado motivos para ello pero soy fiel a los míos en las buenas, pero más aún en las malas.

El equipo hoy se ha merecido este rapapolvo porque su actuación ha sido indignante e inapropiada. La de hoy, y las de los últimos partidos, pero eso no va a menguar mi fe y mi apoyo hacia los jugadores.

Críticas constructivas, siempre, ¿apoyo al equipo? ¡Más que nunca!

Seguramente, esta plantilla no dé para más pero sigo eligiendo creer y estar con los míos, porque a pesar de las adversidades y los malos ratos, el mundo es mucho mejor si se ve en amarillo.

74 – Covirán Granada (19+9+25+21): Costa (7), Kramer (7), Valtonen (12), Cheatham (13) y Felicio (2) -cinco inicial- Rousselle (13), Bamforth (5), Tomás (0), Wiley (6), Dimé (9), Díaz (-) e Iriarte (0).

67 – Dreamland Gran Canaria (17+22+14+14): Albicy (4), Brussino (11), Kjajic (7), Shurna (6) y Happ (4) -cinco inicial- Slaugther (7), Landesberg (-), Prkacin (-), Bassas (3), Salvó (3), Pelos (8) y Lammers (14).

Foto obtenida de la cuenta de Twitter del Dreamland Gran Canaria.

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