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Bàsquet Girona

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Zunder Palencia

Bàsquet Girona

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-

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Zunder Palencia

  • Q1
    21- 17
  • Q2
    23- 17
  • Q3
    19- 24
  • Q4
    22- 28

Día complicado para los aficionados del Bàsquet Girona y aún más para tratar de escribir una crónica sin vomitar todos los sentimientos que han aflorado las últimas 24 horas, pero intentaremos hacerlo paso a paso y comentar todo desde el punto de vista más objetivo posible, incluyendo lo bueno (sí, poco pero también se puede sacar algo bueno) y lo malo.

Mejoran las estadísticas pero no las sensaciones

Arrancó el partido con Bàsquet Girona por delante en el marcador; a ambos equipos les costó empezar a anotar pero los catalanes fueron sumando poco a poco hasta la máxima diferencia de 13 puntos en el segundo cuarto (37-24), pero en los últimos minutos los palentinos consiguieron reducir ligeramente para llegar al descanso con el 44-34.

Mirando los números todo parecía indicar que Bàsquet Girona estaba mejorando las estadísticas de las que tanto nos quejabamos: 50% en tiros de 2 y 42% en triples; pero a veces los números no lo son todo, y lo cierto es que las sensaciones no eran buenas: estábamos jugando contra el farolillo rojo de la competición que solo había conseguido 2 victorias en la primera vuelta y no conseguíamos despegar el marcador y cerrar el partido, como ya pasó en partidos anteriores.

Segunda parte: se masca la tragedia

Y esas malas sensaciones se vieron nada más volver del descanso, los de Salva Camps parecía que se habían quedado en el vestuario y nada más arrancar el parcial fue de 6-21 para Zunder, poniéndose por delante en el marcador 50-55 con una gran actuación de Pasecniks; aún y así se notaba que el equipo de Girona es superior y cuando se ponían a jugar de verdad volvían a mandar en el partido, en uno de esos momentos de iluminación se consiguió girar de nuevo el marcador para llegar al final del tercer cuarto con el 63-58.

Al inicio del último cuarto pareció que los locales tirarían de orgullo para cerrar la victoria y acallar las críticas y los triples de Iroegbu y Davis dejaron una diferencia de 12 puntos (74-62) a falta de 6 minutos. Y cuándo parecía que ya podíamos respirar tranquilos todo se rompió; el barco naufragó de la peor de las maneras posibles, completamente borrados en defensa e incapaces de mantener un ataque fiable.

Un triple del debutante Franckamp y 4 puntos de Pasecniks volvieron a meter a los palentinos en el partido, y 5 puntos consecutivos de Piñeiro les dejaban a solo 2 puntos a falta de 3:31, seguido de un despropósito de pérdidas y faltas, incluyendo una antideportiva a Djordjevic que pusieron a los visitantes por delante en el marcador a falta de 2:16. En los últimos instantes Iroegbu y Pons intentaron salvar el naufragio con un triple cada uno llegando a poner el 84-83 en el marcador, pero Franckamp de nuevo consiguió otro tiro exterior que dejó el definitivo 84-86 a falta de 21 segundos y que ya no se movió al fallar Iroegbu el último tiro sobre la bocina.

¿Ha llegado la hora?

¿Ha llegado la hora de tomar medidas drásticas? Eso es lo que ayer se preguntaban, o más bien afirmaban, la mayoría de aficionados del Bàsquet Girona. La derrota frente a Zunder deja al equipo muy tocado, con una racha de 6 derrotas consecutivas que es la peor desde que el equipo está en ACB, a tan solo 2 derrotas del descenso y con los 2 próximos partidos frente a Río Breogán y Covirán Granada que le pueden hundir aún más en el abismo. Pero, ¿cómo ha llegado a esta situación un equipo que hace 2 meses se veía jugando la Copa?

Evidentemente no se puede buscar un único culpable y todo es conjunto de un cúmulo de malas decisiones, pero la afición ya pide la cabeza de Salva Camps; ni siquiera en un partido como este ha sido capaz de hacer autocrítica y sus declaraciones son las de siempre: “damos el 100% pero somos Bàsquet Girona, tenemos la experiencia que tenemos y hoy ha salido cruz, otro día saldrá cara”; evidentemente a estas alturas no se puede permitir que un técnico de un equipo ACB esté siempre diciendo que todo depende de la suerte.

Es cierto que Salva Camps ha querido inculcar un ADN propio, con un estilo podríamos decir “más americano”, jugando muy rápido y buscando alta anotación con mucho tiro exterior, y sinceramente me gusta el estilo, pero cuándo tu equipo hace una media de menos del 30% en tiro exterior o cuándo tienes un partido que estás en un 12% de acierto, es imperativo tener un plan B; Salva no lo ha tenido, no lo tiene y parece que no lo tendrá, y eso es inaceptable.

También hay rumores de que los jugadores no le quieren y hay bastante tensión en el vestuario, evidentemente nunca lo sabremos pero de hecho incluso podría parecer que los jugadores le están haciendo la cama directamente, porqué la bajada de nivel de algunos de ellos en los últimos partidos realmente no tiene explicación. Personalmente, lo que me parece más triste es que si realmente se ha llegado a este punto, no sea capaz él mismo de asumir la responsabilidad, tragarse el orgullo y reconocer que aún no está capacitado para dirigir un equipo ACB.

Posibles movimientos

Y si metemos todo esto en la coctelera, llegados a este punto, no vemos otra solución que la destitución de Camps. Pero ojo, que esta no es la solución única, los jugadores han demostrado que tienen nivel para competir e incluso para estar de media tabla para arriba, pero aún y así hay jugadores en la plantilla que no tienen nivel ACB y la llegada de un nuevo técnico con experiencia ACB debería venir acompañada de un nuevo 5 de solvencia contrastada para poder tener esa alternativa interior cuándo falla el tiro exterior; recordemos que Marc Gasol aún no está retirado oficialmente, ¿se volverá a poner las botas para salvar la temporada de su equipo? No lo descartemos.

Si sucede lo que aquí estamos suponiendo y Bàsquet Girona logra salvar la temporada el siguiente paso debe ser la planificación deportiva de cara a la próxima: el año pasado teníamos jugadores con muy buen nivel y se fueron para equipos de la zona alta de la tabla, por ejemplo Roko a Gran Canaria y Taylor a Unicaja; si queremos un proyecto viable a medio plazo no puede volver a suceder lo mismo: lo primero debería ser la destitución de Jordi Plà, director deportivo del equipo, por la mala planificación; a continuación se debería convencer a Iroegbu, Pons y Susinskas para seguir en el club, aunque más difícil será la situación de Juani y Martinez, cedidos del Barça. Con esto atado los que no deberían seguir son los jugadores que no tienen nivel ACB, no hace falta decir nombres pero todos sabemos quienes son, y para complementar tenemos que dejarnos de buscar jugadores desconocidos procedentes de ligas secundarias y buscar jugadores de equipos modestos de la liga pero que tienen nivel para ir a equipos que buscan estar más arriba.

La próxima semana veremos si la directiva de Marc Gasol y Stefi Batlle han sido capaces de tomar alguna decisión, pero a día de hoy parece la única solución si no queremos vernos abocados al abismo y acabar sufriendo mucho esta temporada.

Ficha del partido

84 – Bàsquet Girona (21+23+19+21): Davis (3), Marcos (8), Susinskas (1), Pons (11), Goloman (16) -cinco inicial-; Iroegbu (17), Colom (4), Djordjevic (11), Ivey (7), Vila (6) y Sorolla (-).

86 – Zunder Palencia (17+17+24+28): Van der Vuurst (11), Benite (13), Ortega (7), Piñeiro (9), Pasecniks (29) -cinco inicial-; Kamba (6), Frankamp (6), Haarms (2), Ubal (3), Franke (-) y González (-).

Árbitros: Manuel, Sánchez Sixto y Merino. Eliminaron, por cinco faltas personales, al local Goloman (min. 35).

Incidencias: Partido de la decimoctava jornada de la Liga Endesa disputado ante 5.012 aficionados en el Pabellón de Fontajau, en Girona.

Foto: Courtside 1891

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