Unicaja, la ilusión es peligrosa.
Estamos viviendo un verano de muchos movimientos en la entidad cajista. Sin juzgar los motivos de su aterrizaje en la presidencia de Unicaja, lo que está claro es que López Nieto quiere que el club mejore. Esta temporada se han visto cambios sustanciales respecto a la anterior directiva, más concretamente respecto al anterior presidente. Ha habido muchos guiños a la afición: homenajes, introducir en el organigrama del club a jugadores ilustres como Cabezas o Berni, ligas de veteranos, en definitiva dar relevancia a personas que han sido piezas fundamentales para el club y que estaban desaparecidos o abandonados con el objetivo de que el ambiente fuera cambiando dentro de la entidad.
Unión, hermandad, valorar a la gente que ha formado parte del club es tarea importante y necesaria sobre todo en una entidad como Unicaja, que en los últimos años ha carecido de empatía y simpatía para con sus aficionados.
Dicho esto, todo lo anterior carece de sentido si los resultados no acompañan, como lleva pasando estos últimos años, que Unicaja no es capaz de pasar de la décima posición. Y esto para nada es casualidad, hay numerosos factores que podemos enumerar y que interfieren en que los resultados sean los que vienen siendo últimamente.
Yo me voy a centrar en lo que está pasando este verano porque me llama altamente la atención. Se supone que partimos de cero, hay que formar una plantilla casi completa y traer muchos jugadores. Hay nombres que están ilusionando, el regreso de Will Thomas ilusiona por muchos años que tenga, el regreso del Lima que llevamos viendo las últimas temporadas, ilusiona. La posible llegada de un alero físico, también ilusiona. Y así podemos seguir con el resto de jugadores. Sin embargo, yo creo que estamos partiendo de un error grave y la ilusión que se palpa en el ambiente nos puede estar cegando de manera notoria. Y esto me lo dice la experiencia, ya son muchas veces las que ha pasado lo mismo, que se genera una ilusión que luego no se plasma con resultados positivos.
Y es que partimos desde una casilla de salida que antes de empezar ya tiene errores graves de planificación. Empezamos por la estructura de club. ¿Qué tipo de club quiere ser Unicaja? No hay definida una línea a medio-largo plazo de lo que el club quiere ser o trasmitir, se van dando bandazos con salidas y entradas y la ilusión que se genera básicamente depende de si el que viene va a aportar o no, fin. ¿Quieren apostar por la cantera?, ¿quieren ser un club comprador? ¿quieren un equipo de nacionales? ¿o un equipo de americanos? Son preguntas que lanzo al aire, pero creo que tienen muchísima importancia porque no tienen claro el camino a seguir, se puede observar que se van haciendo cosas y que si un año suena la campana, pues muy bien pero la verdad es que un proyecto serio tiene que sostenerse con unos cimientos sólidos y en la actualidad, esos cimientos parecen ser de barro.
Dejando la que para mí es la parte básica y sin eso es complicado que lo demás funcione como es debido, es decir, la planificación y estructura del club, vamos a centrarnos en otros aspectos que influyen de forma directa en la consecución de resultados a corto y medio plazo.
El entrenador. Claramente no se ha apostado por Ibón. Vuelven a cometer un error muy similar al que cometieron con Katsikaris, dejar a un entrenador porque no hay otro mejor o porque el que queremos no puede venir o no se llega a un acuerdo con él. La apuesta del club era Pedro Martínez, pero como no pudo ser, dejamos a Ibón, un entrenador educado y trabajador, pero un entrenador que ha cosechado unos resultados muy pobres en el tiempo que ha estado en Málaga y no ha cambiado prácticamente nada el juego del equipo respecto a su antecesor, habiendo partidos en los que el equipo ha dado pena absoluta. ¿Cómo empezar un proyecto serio e ilusionante si parte de la directiva no confía en Ibón? Están montando una plantilla en la que el capitán del barco está en entredicho antes de empezar el curso baloncestístico. Y esto no es muy buena señal.
También me llama la atención cómo se están reforzando el resto de equipos. Analizo la plantilla (jugadores y entrenadores) de Unicaja y no la veo superior a la de Madrid, Barcelona, Valencia y Baskonia por supuesto, pero es que tampoco veo que sea mejor plantilla que la de Joventut, Tenerife, Canarias, Murcia, Girona, Manresa o incluso Breogán. Y estoy hablando de 12 equipos así a botepronto, pero podría sacar alguno más que ha estado por delante de Unicaja estos años y que siguen montando equipos más competitivos.
Por último, hay que contar con el “factor Málaga”. Joan Plaza decía que jugar en Málaga es muy cómodo. Sabes que no te va a faltar tu nómina a final de mes, el clima es inmejorable, hay mucha fiesta, desde el club en los últimos tiempos el rendimiento no es justificación para que un jugador siga o no, el jugador sabe que los resultados no importan en exceso y que la exigencia es cada vez menor, en definitiva, se dan un cúmulo de circunstancias en las que jugador que viene a Málaga, parece que pierde todas sus cualidades y se le olvida jugar al baloncesto.
No me quiero extender más, pero podría escribir un libro sobre las razones del nulo rendimiento deportivo de Unicaja en los últimos años. De momento, solo queda esperar y ver si en esta temporada los fichajes son acertados o no y comprobar si Ibón es capaz de sacar rendimiento a una plantilla teóricamente mucho mejor y más compensada que la del año pasado. Toda una incógnita así que lo mejor es no ilusionarse en exceso.
Autor Gino Cristófalo