Un tiro en el pie

Obradoiro pierde con Fuenlabrada en una segunda parte nefasta.
Se disputaba en Sar un partido primordial para decidir los puestos de privilegio de esta liga, llegaba el líder con sólo una derrota, un equipo que estaba jugando a un buen nivel y del otro lado Obradoiro,que después de su victoria ante Betis, quería demostrar que podía estar arriba.
Y ya avisamos en el artículo de la previa, que Fuenlabrada era un equipo serio, bien conformado que sabe a lo que juega, y si quieres ganarle tienes que hacen un buen partido. En eso estaba Obradoiro hasta que se le apagó la luz.
Primera parte ilusionante.
Fontes do Sar presentaba una gran entrada (4.400 ) y en el ambiente había una aroma a ilusión, y que de una vez por todas el equipo diera un golpe en la mesa ante uno de los grandes de la categoría.
Se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento de Alfredo Domínguez, leyenda del Obradoiro de los años 70, con pasado también en otros equipos gallegos como La Casera o Bosco.
La vuelta de Westermann, Matulionis y Zurbriggen llenó de aplausos el pabellón y el partido comenzó con un toma y daca de gran nivel.
Por los madrileños, Toni Ten hizo saltar a la cancha a Westermann, Jorgensen, Matulionis, Iván Cruz y Nwogbo, y por parte local Gonzalo metió a cancha a Sergi Quintela, Davison, Jiménez, Micovic y Balvin. El partido comenzó con un mejor acierto de Fuenlabrada que con triples de Westermann y de Matulionis disfrutaría de las primeras ventajas (5-10)que poco a poco fueron enjuagadas por el buen hacer de Jiménez y Quintela (15-16).
El partido transcurría con pequeñas ventajas de cada equipo, con un buen baloncesto, al acierto exterior gallego contestaba Fuenlabrada con buenas circulaciones (9 asistencias de Westermann) y un acertadísimo Nwogbo, que convertía en canasta todo lo que le caía en las manos.
Cerca ya del descanso Obradoiro concretó tres ataques consecutivos y pudo además cargar a Fuenlabrada con cinco faltas con lo que disfrutó de varios tiros libres que le permitieron irse a vestuarios con una buena renta de 5 puntos (47-42), y con la sensación de haber presenciado un gran baloncesto de los dos conjuntos y con un Obradoiro que crecía por momentos.
Descalabro en la segunda mitad.
Si los aficionados obradoiristas comentaban en el descanso que la cosa iba bien, y que el partido se podía ganar ante un buen Fuenlabrada, la vuelta a la cancha fue un bofetón de realidad; el ataque se paralizó y ya no se veía aro con tanta facilidad. En este tercer cuarto sólo 16 puntos que ponían el partido otra vez en el alero.
Por su parte los madrileños seguían a su ritmo aprovechando las debilidades de Obradoiro, que fallaba tiros fáciles, perdía balones tontos y no cerraba bien el rebote. Así poco a poco Fuenlabrada, se metió en partido volviendo a igualar el marcador e incluso poniéndose por delante.
Pero no habíamos visto todo; si el tercer tiempo fue malo el cuarto fue peor; los de Gonzalo se bloquearon totalmente en ataque con un Davison dequiciado; y con fallos inexplicables en tiros libres importatísimos (cuatro seguidos de Balvin y otra vez Micovic) en momentos clave.
Fuenlabrada sin hacer nada del otro mundo, simplemente jugar su baloncesto, recogió en bandeja de plata las oportunidades que una y otra vez le daba Obradoiro para coger una pequeña renta que fue aprovechando por la inmensa falta de acierto local.
Se concentraron en una fase decisiva del encuentro malos tiros de Davison, balones al poste con el defensor por delante, o jugadas como la de Millán al recoger el rebote que la echa fuera.
En fin un descalabro de minutos que dejaron muy mal sabor de boca en el aficionado. En general malos minutos finales de todo el equipo, donde se le puede achacar fallos a casi todo el mundo, con Gonzalo en el punto de mira de muchos aficionados por la mala gestión del equipo.
De la esperanzadora primera parte con 47 pasamos a una segunda donde sól se anotaron 28, con un porcentaje normal en tiros libres (paupérrimo 65%) , o tiros de 2 (39%!!!) el partido acabaría del lado local, pero jugando tan mal Fuenlabrada se llevó el partido casi regalado.

No se explica la ausencia total de Stephens, el exceso de minutos de un desacertado Davison, o la poca presencia de Arroyo en momentos clave, ante el bloqueo en la dirección de Quintela.
Los mejores por parte de Fuenlabrada fueron un acertadísimo Ngowbo (20 puntos) y Zurbriggen con 10 puntos y unos excelentes 8 rebotes.
Por parte de Obradoiro destacaron Millán Jimenez con 20 puntos y Balvin con 9 rebotes y 13 puntos, que no dieron compensado el malísimo partido de Davison (-6 val) y de Rati (-3).
La sensación que queda es que tenemos un acorazado con el que estamos pescando sardinas y nosotros no tenemos cañas de pescar, tenemos cañones. En resumen, el equipo se ve con un potencial que no se traduce en juego y por supuesto en victorias.
Hemos pasado el Rubicón de los equipos top con un bagaje de 1/2 (jugando dos partidos en casa); y eso dice poco a favor del equipo, que pese a reforzarse con dos buenos jugadores no acaba de encontrar su alma. Ya hemos jugado con los cinco grandes y el resultado es desesperanzador (1/4), pues se partía con otra expectativa.
El próximo viernes en Castellón el equipo y su dirección estarán bajo lupa, si es que no hay novedades antes, este martes 17/12 se celebra Junta de Accionistas y veremos como transcurre la semana.
Ficha técnica.
75 – Monbus Obradoiro: Rati Andronikashvili (0), Brad Davison (1), Álex Galán (3), Alonso Grela (0), Ondrej Balvin (13), Strahinja Mićović (6), Millán Jiménez (20), Nacho Varela (14), Sergi Quintela (9), Jake Stephens (0), Álvaro Muñoz (5), Oliver Stević (4).
79 – Flexicar Fuenlabrada: Matulionis (12), Jorgensen (11), Zurbriggen (10), Bilbao (6), Asier (0), Nzosa (10), Duran (0), Munnings (1), Nwogbo (20), I. Cruz (4), Westerman (5).
Cuartos: 20-21, 47-42, 63-64, 75-79.
Árbitros: Víctor Mas Cagide, Rodrigo Palanca Page, Jordi Domingo Vilalta.
Incidencias: Partido correspondente á duodécima xornada da Primeira FEB disputado no Multiusos Fontes do Sar de Santiago de Compostela o 14 de decembro de 2024 ante 4.326 espectadores.
Imágenes: Adrián Baulde-Obradoiro CAB
