Fin de ciclo naranja

Y la verdad que no sabría decirlo si lo es como tal o si simplemente es lo que pasa todos los años en el seno del baloncesto. Es en todas las competiciones, como hemos dicho en Basket Pasión, lo que ocurre en los clubes a finales de temporada. Y es lo que nos escucharéis y leeréis estas semanas.

Esto es un juego de cartas donde toca barajar y tirar los naipes al aire para ver en qué equipos caen. Porque las expectativas de cada club comienzan en la definición de esa economía que cada año difiere de la anterior, sea para mejor o para peor.

Pero lo que sí es cierto que en el club que tanto sigo y tanto quiero, empieza a haber movimientos. Y para que un club pueda tener un buen comienzo el primer movimiento es definir la cabeza que lo dirija.

Recoletas y Ricardo

Hoy el Recoletas Zamora y Ricardo Vasconcelos han dado a conocer que el amigo portugués no seguirá la próxima temporada al cargo de las zamoranas. Y lejos de ponerme a significarme si es buena o mala decisión (no me compete), sí digo que se va un caballero.

Que Ricardo Vasconcelos no solo es un buen entrenador. Que lo es. Ricardo Vasconcelos es una bellísima persona. Un tío que se muestra como es. Un tío cercano, al menos con Basket Pasión, a quien siempre ha atendido con una sonrisa.

Una persona con la que hemos disfrutado del diálogo. A la que hemos visto también enfadarse y hasta emocionarse y llorar. Ricardo y Recoletas separan sus caminos. Y si algo bueno tiene esto es que nosotros seguiremos al técnico allá donde vaya porque nos gusta hacer esto con las personas y equipos a los que llamamos “amigos”.

Ahora queda un impás de espera a saber quién será el que la directiva de C. D. Zamarat decidan para sustituirle en el banquillo. Dicen que el martes habrá comunicado oficial al respecto y nosotros esperaremos el buen hacer del club.

Lo que sí está claro que el proyecto, ya seguro, tenderá a cambiar. Los objetivos del proyecto serán otros a buen seguro. Quizás ese sueño del ascenso se mitigue. O por el contrario sea más fuerte que estos años.

Claro es que Recoletas Zamora es capaz de hacer una plantilla año tras año, fuerte y competidora. De eso no cabe duda. Y si no miren la última temporada. Tan solo Adrijana Knezevic repitió en plantilla y el club llegó a la Final Four. Pero hasta que los directivos no empiecen a ejecutar sus movimientos, no podemos aventurar nada al respecto.

Consecuencias del cambio de entrenador

Está claro que aparte de lo dicho, el nuevo técnico vendrá con unos gustos baloncestísticos que podrán o no coincidir con los de Ricardo Vasconcelos. Pero traerá y atraerá a jugadoras para que vistan de color naranja.

Y claro, si me pongo a pensar en alto, habrá salidas lógicas de esas jugadoras que eran muy afines al portugués. Caso de Joana Soeiro y esto es tan solo una opinión personal.

Pero sigo teniendo claro mi preferencia al color naranja. Sigo convencido que el proyecto será fuerte. Que la construcción de toda esta estructura deportiva de campo va a estar pensada y consensuada. Y cada fichaje hecho no va a sustituir a nadie pero va a ser una apuesta del club que seguro va a gustar en el Ángel Nieto.

Yo tengo claro dónde voy a estar la temporada que viene. Y animo a esa enorme afición a que reciba a cada fichaje, porque seguro que vamos a soñar.