Laron Smith, experiencia, físico y carácter competitivo.

Fotografía cedida por Fibwi Mallorca
El Fibwi Mallorca Bàsquet Palma sigue construyendo, paso a paso, una plantilla que combina talento, solidez y una idea muy clara de juego y proyecto. Con el regreso a la exigente Primera FEB a la vuelta de la esquina, el club continúa perfilando un equipo con aspiraciones reales y con los pies en el suelo: competir desde la solidez, crecer desde la identidad y consolidarse como un referente del baloncesto balear a nivel nacional. En esa dirección avanza la incorporación de Laron Smith, un pívot de perfil físico, con experiencia contrastada y una mentalidad competitiva que encaja como anillo al dedo en el diseño del nuevo equipo.
Nacido el 20 de diciembre de 1993 y con 2,04 metros de altura, Smith aterriza en Palma tras haber dejado una huella más que reconocible en el baloncesto español. El interior estadounidense ha militado en clubes como el CB Almansa, el Basket Navarra o el Class Bàsquet Sant Antoni, equipo en el que ha vivido dos etapas y con el que compitió la pasada temporada siendo una de las piezas clave del tramo final del curso. Su papel en el conjunto ibicenco fue determinante en la racha de victorias que permitió a los de Sant Antoni colarse en el playoff de ascenso, demostrando su capacidad para transformar dinámicas desde la defensa, el rebote y la energía.
Sobresaliente en Segunda FEB
En los 22 partidos que disputó la pasada campaña —entre liga regular y eliminatorias—, Smith firmó una media de 8,2 puntos, 5,4 rebotes y 0,9 asistencias en poco más de 20 minutos por encuentro, mostrando su impacto como jugador de rol sólido, eficaz y comprometido. Más allá de las estadísticas, su aportación se mide también en intangibles: presencia en la pintura, intimidación, capacidad de sacrificio y liderazgo silencioso en momentos de máxima exigencia. Rasgos que le convierten en una pieza valiosa dentro de un equipo que busca equilibrio entre juventud, experiencia y capacidad de competir desde la defensa.
El director deportivo del club, Martí Josep Vives, lo resume con claridad: “El año pasado, en Sant Antoni, Laron fue clave en la racha de triunfos consecutivos del equipo cambiando totalmente la cara al equipo desde atrás”. Y añade: “Tiene que ser un elemento clave a la hora de proteger el aro, luchar en el rebote y ayudar a los compañeros a que sean más agresivos en las líneas exteriores”. Una declaración que revela, una vez más, la filosofía con la que se está formando este Fibwi Mallorca: jugadores comprometidos, perfiles con conocimiento de la liga, capaces de asumir roles específicos y que aporten al colectivo.
Solo falta uno
Con la llegada de Smith, el conjunto mallorquín suma ya once piezas confirmadas para afrontar una temporada que arrancará a finales de septiembre con la visita al Odilo FC Cartagena CB, en el reencuentro con una categoría cada vez más exigente y competitiva. Junto a la base del ascenso —Jorge Martínez, Patrick Spencer, Xabi Beraza, Jon Ander Aramburu y Brian Vázquez— se han sumado nombres que elevan el nivel y la versatilidad del grupo: el talento de Lucas Capalbo en la dirección, el potencial de Pedro Bombino, la amenaza exterior de Lysander Bracey, la juventud del argentino Juan Bocca y el regreso a casa de Óscar Siquier, una de las apuestas más ilusionantes de este nuevo proyecto.
Proyecto serio
La incorporación de Laron Smith es, en ese contexto, un movimiento que refuerza la estructura del equipo desde uno de los pilares más importantes del juego: la defensa interior. Un jugador maduro, con recorrido, que conoce la categoría y que aporta desde el trabajo oscuro, la consistencia y la capacidad para hacer mejores a sus compañeros. Un perfil que suma desde el equilibrio y que simboliza, también, el tipo de equipo que está diseñando Pablo Cano: sólido, comprometido y con una idea clara de lo que quiere ser.
Con la plantilla casi cerrada, el Fibwi Mallorca Bàsquet Palma transmite señales cada vez más nítidas de preparación, ambición y solidez. El proyecto no se construye con prisas, pero sí con pasos firmes. Porque más allá del regreso a Primera FEB, el objetivo es dejar huella, competir cada semana y consolidar un modelo en el que el talento, el trabajo y el sentido de pertenencia vayan de la mano.
Fotografía cedida por Fibwi Mallorca
