El fuego de Svejcar

El Cartagena se aferra a la luz cuando más oscurece. En una noche intensa en el Palacio, el conjunto albinegro logró una victoria de orgullo (82-78) frente al Alimerka Oviedo, con Spencer Svejcar como figura decisiva y Vítor Faverani como el ancla que sostuvo al equipo cuando las fuerzas flaqueaban.

Una batalla de nervios

El encuentro comenzó con dudas. El quinteto inicial formado por Thomas, Garuba, Faverani, Svejcar y Kelly no terminaba de conectar, y los fantasmas del inicio flojo volvieron a asomar. Los triples del Oviedo castigaban cada desajuste, mientras el Cartagena acumulaba pérdidas y lanzamientos erráticos desde el perímetro.
Faverani mantenía el orden desde la pintura y Garuba se hacía notar en defensa, pero la falta de fluidez en ataque impedía romper la igualdad. Fue entonces, a falta de poco más de dos minutos, cuando Domènech y Rivera encendieron la reacción con dos triples consecutivos que levantaron al público. Y justo antes del final del primer cuarto, Svejcar firmó un triplazo y un tiro libre adicional que voltearon el marcador (24-23). El Palacio disfrutaba del que parecía la nueva sintonía del equipo.

En el segundo cuarto, el Oviedo castigó los espacios desde el triple, mientras el Cartagena seguía sin encontrar continuidad ofensiva. Suokas castigó desde fuera y los visitantes volvieron a tomar ventaja. Pero la aparición de Harguindey, con una racha de puntos y energía en ambas zonas, y la mejoría de Thomas, esta vez más fino en la dirección y conducción del juego, mantuvieron a los albinegros con vida al descanso (41-47).

La noche de Svejcar

El tercer cuarto comenzó con el FC Cartagena CB concediendo demasiado, pero poco a poco el equipo empezó a encontrar ritmo. La defensa se cerró mejor, el balón circuló con más calma, y aunque los tiros no terminaban de entrar, se intuía que el equipo quería más.
La igualdad fue máxima hasta el tramo final (58-62 al término del tercer tiempo), donde el Palacio comenzó a empujar con fuerza. Ese empuje fue gasolina para el último cuarto. Gasolina necesaria para convertir el Palacio en nuestra fortaleza.

Y ahí emergió Spencer Svejcar. El estadounidense con pasaporte checo se adueñó del encuentro con una actuación brillante en ambos lados de la pista: puntos decisivos, rebotes peleados y la serenidad que contagió a todo el grupo. Faverani, imperial en el rebote y clave con un triple a falta de pocos minutos, dio oxígeno cuando el partido ardía. Con el marcador 80-77, un último ataque de Oviedo acabó en falta y solo un tiro libre convertido. El rebote siguiente, una batalla bajo el aro, fue para el Cartagena. Y quién sino: Svejcar lo peleó, recibió la falta y selló desde la línea el 82-78 final.

Sangre, sudor y recompensa 

Fue una victoria de resistencia, de esas que no lucen perfectas y que, si se analizan detenidamente aún muestran los problemas que el equipo arrastra. Pero también de esas que construyen identidad.
El Cartagena volvió a sufrir en los comienzos, volvió a errar desde el triple, pero encontró en su fe y en el público la fuerza para imponerse a un muy buen Alimerka Oviedo que lo tuvo muy cerca.
Svejcar encendió la llama, Faverani sostuvo el fuego y el resto del equipo avivó la esperanza. El Cartagena va por buen camino pero aún queda mucho que andar.

Ficha técnica: 

Grupo Caesa Seguros FC Cartagena CB (25-16-17-24): Thomas (4), Garuba (6), Suokas, (5), Rivera (16), Martín (0), Saavedra (0), Idehen (4), Domenech (3), Faverani (12), Harguindey (11), Svejcar (18), Kelly (3)

Alimerka Oviedo Baloncesto (23-24-15-16): Faure (8), Parham (10), Duscak (10), Copes (4), Shelist (0), Hermanson (11), Nwaokorie (6), Cosialls (16), Arias (0), Lobaco (13)

Autor: Abraham Gallego

Fotos RRSS del club.