Prueba de madurez ante un rival de entidad
Fotografía cedida por Fibwi Mallorca
El Fibwi Mallorca Bàsquet Palma recibe a un sólido Club Ourense Baloncesto en un duelo que medirá la progresión del equipo tras la victoria de prestigio en San Sebastián
Cada partido es clave
El Fibwi Mallorca Bàsquet Palma afronta este domingo (18:00, Palau Municipal d’Esports de Son Moix) una de esas citas que ayudan a medir el verdadero pulso de un proyecto. Llega a la isla un Club Ourense Baloncesto reconocible, trabajado y competitivo, sexto clasificado con un balance de 4-2 y con una identidad basada en el rigor, la colectividad y la disciplina táctica. Es uno de los bloques más sólidos de la Primera FEB, un rival que obliga a jugar con precisión, concentración y madurez durante los cuarenta minutos. Para el Fibwi, que respira confianza tras su victoria de enorme valor en San Sebastián, será una oportunidad tan exigente como reveladora.
La semana pasada, en el Amenabar Arena, el conjunto de Pablo Cano firmó probablemente su partido más completo del curso. No tanto por el resultado —un 65-71 que refuerza su condición de equipo competitivo a domicilio— como por la manera en que supo construir la victoria. El inicio adverso, con un primer cuarto marcado por la falta de ritmo y un arbitraje que llevó al rival hasta los 18 tiros libres en diez minutos, habría podido descomponer a un grupo menos maduro. Pero el Fibwi resistió, ajustó, respiró y remontó desde la defensa y la energía colectiva. El segundo cuarto fue una exhibición de carácter: presión bien orientada, circulación más fluida y una convicción creciente en que el partido podía cambiar de manos. A partir de ahí, el Palma fue encontrando la manera de crecer desde su identidad, sostenido por un Lucas Capalbo estelar, un Pedro Bombino impecable en el trabajo sucio y un Brian Vázquez determinante desde la segunda unidad. Esa victoria ha servido no solo para igualar el balance (3-3), sino para reforzar la sensación de que el equipo está dando pasos hacia delante de forma consciente y sostenida.
Ourense, un hueso
Ahora, frente a Ourense, la prueba será de otra naturaleza. No se trata únicamente de un rival con mejores números o con un presupuesto superior; se trata de uno de los equipos más coherentes de la liga, un conjunto que respira orden y que se ha ganado el respeto del campeonato a base de trabajo. El diario La Región lo describía esta semana con enorme precisión al subrayar que cada gesto defensivo, cada ocupación de los espacios, cada transición y cada rebote está entrenado con intención, que no hay nada improvisado en el funcionamiento diario del equipo de Moncho López. Ourense no tiene —como ellos mismos reconocen— estrellas del calibre de Granger, Barcello o Larsen, pero sí algo igual de valioso: una estructura, una disciplina y una cultura competitiva que rara vez se ve alterada. La prueba más evidente llegó en su triunfo de la última jornada frente al Cartagena, un partido ganado por 26 puntos en el que el COB firmó 14 recuperaciones y dejó al rival sin una sola. Ese dato por sí solo explica qué clase de rival visita este domingo Son Moix.
Para el Fibwi, la clave estará seguramente en mantener la serenidad emocional en los momentos difíciles. Ourense es un equipo que desgasta, que obliga a pensar cada acción y que no regala una sola ventaja. Será fundamental evitar las precipitaciones, especialmente si el partido cae en fases de desacierto ofensivo, algo habitual cuando los encuentros se disputan en un rango de posesiones reducido y con el rival imponiendo su ritmo. Ahí, la figura de Capalbo vuelve a ganar peso: el base uruguayo viene de firmar uno de los mejores partidos de la temporada en clave Primera FEB, demostrando que puede controlar el tempo, seleccionar tiros y dar al equipo esa tranquilidad que convierte cada ataque en una oportunidad real. Su duelo particular contra Lisboa, que llega de anotar 28 puntos, será un capítulo especialmente relevante del encuentro.
Crecer desde la defensa
También será importante la energía defensiva del Palma, que en San Sebastián dio un paso adelante, y la participación de jugadores como Bombino y Aramburu en el equilibrio interior. El cubano viene de enfrentarse a un pívot tan dominante como Tanor Ngom y de resistir con oficio, algo que tendrá continuidad ante un Ourense que carga el rebote ofensivo con intención y que exige un nivel físico muy alto en la pintura. Aramburu, por su parte, volverá a ser ese jugador silencioso pero imprescindible que aporta lectura, ocupación espacial y una capacidad de competir sin hacer ruido que encaja perfectamente en este tipo de partidos de media pista y mucha fricción.
La posible vuelta de Juan Bocca añade un matiz adicional a la previa. Aunque su participación sigue siendo una duda, su sola presencia entre los disponibles cambiaría la estructura exterior del equipo. Bocca aporta amenaza, agresividad, lectura en el bloqueo directo y una capacidad de anotar en rachas que puede desbloquear partidos cerrados. El club insiste en que su regreso es solo “posible”, pero para Pablo Cano sería un recurso valioso en un partido que se prevé apretado y donde cada anotador adicional puede resultar determinante.
Difícil, pero no imposible
Es evidente que, sobre el papel, el Ourense parte como favorito. Tiene más experiencia, más presupuesto, una estructura deportiva más asentada y un plan competitivo que ha demostrado funcionar contra cualquier rival. Pero el Fibwi ha convertido en costumbre la idea de romper los pronósticos, de competir contra todos, de nunca bajar la mirada. La cohesión del grupo, la claridad de roles, la confianza creciente en la idea y la ausencia de complejos están permitiendo que un recién ascendido juegue de tú a tú ante rivales de enorme entidad. Su victoria en San Sebastián no fue solo un triunfo: fue la confirmación de que este equipo compite, crece y no se rinde.
El partido del domingo puede ser, en ese sentido, un escaparate perfecto para comprobar en qué punto de maduración está el proyecto. Si en Fuenlabrada se vio carácter incluso en la derrota, y en el Amenabar Arena se vio madurez en la victoria, frente al Ourense puede verse la consolidación de un equipo que ha entendido que el esfuerzo compartido, la solidez emocional y la identidad defensiva son caminos válidos —y necesarios— para asentarse en una liga tan dura como esta Primera FEB. Son Moix disfrutará de un duelo de grandes exigencias tácticas y emocionales, un choque que servirá para medir fuerzas, para confirmar sensaciones y para seguir construyendo un camino que, poco a poco, va dejando claro que este Fibwi Mallorca Bàsquet Palma está mucho más preparado de lo que algunos imaginaban.
Fotografía cedida por Fibwi Mallorca
Autor, Vicenç Ropero

