Mil
Un tan insignificante como esas infinitas cifras que los diez dígitos iniciales puedan configurar en combinación y en extensión. O tan significantes, como cualquier otro número que pueda marcar en hito. Y éste en cuestión es un hito, es una marca, es una realidad de la que hace años, a quien me lo dijera le hubiera calificado de loco o borracho. Y es que el que suscribe, este pseudo escritor, este pseudo poeta metido en lides del arte del baloncesto que no domina pero que vive con la mayor intensidad, con este artículo logra llegar al número 1000 en Basket Pasión.
Y anoche era difícil de elegir si hacer uno propio o dedicar ese importante “artículo mil” a la preciosa victoria que consiguió Fustecma NBF Castelló, club que entrena a borbotones en mi corazón. Pero entendí que las de Jaume Tormo y él mismo merecían su espacio propio y ese será el artículo 1001. Y que mi mil debe ser un poco para mí y para compartir con mi familia, que también lo es el club.
Una burrada
Allá por el 20 de mayo de 2022 uno plasmaba su primer artículo de una web que empezaba a funcionar a modo de blog de distracción de unos pocos amigos allá por Sevilla, Cáceres, Madrid o Santiago de Compostela. Una web que derivó en uno de los mejores medios de comunicación de baloncesto. Así lo califican agentes externos al medio.
Y se fueron acumulando uno tras otro, hasta llegar a la decena… centena… y ahora al millar. Un hito, modestia aparte, que pocos van a poder lograr. Un hito digno de un loco. Y para locura la mía.
De todo un poco
En ello ha habido muchas previas, muchas crónicas, mucho artículo de opinión, bastantes de crítica, pero sobre todo ha habido muchas horas, mucha dedicación y mucho, pero que mucho corazón. Ha habido ratos de risa, de concentración, de análisis, de cabreo y de desmotivación. Y es aquí donde paro, porque aunque yo sea el autor de tanto artículo, sin mi equipo, el que forman todos y cada uno de los de Basket Pasión, esto hubiera sido inviable al mil por mil.
Y para ello también ha habido kilómetros de por medio. Se han visitado decenas de campos de esos que hasta te hacen llorar como fue Pisuerga o Palacio de los Deportes de Madrid (para mí seguirá con ese nombre). Me he topado con gente fantástica y aquí no puedo olvidar a mi otra familia naranja, Recoletas Zamora, o a esa Marea Azul que también nos trata. Tampoco puedo olvidar la viudedad que tengo con la que fue familia cacereña y debo nombrarla porque fue causa de muchos de mis artículos.
Y nombres infinitos de los que no voy a nombrar a nadie por no caer en el error de la omisión de alguno, pero que me ha sumado en mi vida. Y son de esos los que llevo en mi corazón. De los que no sumaron… ni un minuto para pararme.
Señores, cumplí mil. Déjenme cumplir mi millón y déjenme que sea con ustedes.
Gracias, siempre

Administrador
