Grandpa Juice

EL CB Starlabs Morón se lleva la victoria en la prórroga gracias a un Alo Marín que destrozó a  un Toledo Basket que nunca dejó de creer en sus posibilidades

Lo de ayer en el Alameda se puede definir como una etapa alpina. No por la dureza del encuentro (que también) si no por las constantes subidas y bajadas del nivel de juego del CB Morón. La diferencia, entre los picos y los valles habituales esta temporada, tuvieron en la jornada sabatina su máxima exposición. Afortunadamente, para los aficionados sevillanos, la capacidad de encajar golpes de este equipo es extraordinaria y como a los buenos púgiles hay que tirarlo más de n veces para vencerlo. 93-90 tras prórroga, deja a las claras lo que fue el partido.

Primera parte fría

La baja temperatura reinante ayer en la campiña sevillana, se trasladó a la plantilla del CB Morón al inicio del partido. Desconocidos, esa es la definición. Los de Jose A. Santaella no encontraron el ritmo ni atrás ni adelante, era como si de la nada, el equilibrio y la mejoría mostrada en los enfrentamientos ante Melilla y Cáceres se hubieran quedado en el vestuario y eso ante Toledo, es un peligro terrible.

Los castellanos manchegos no hicieron ascos al regalo, tras unos primeros instantes de contacto y de estudio del rival los toledanos se hicieron con el mando del momentum y de lo que sucedía en el 28×14. Sin grandes alardes, pero sabiendo explotar la superioridad ofensiva en la pintura de Mendiola, los visitantes lograron encontrar vías de agua continuas en la defensa de los andaluces. 

A los aruncitanos, por su parte, les costaba un mundo anotar. Los puntos llegaban lentamente y sin tener el impacto deseado, es decir, sin poder lograr ponerse por delante en el marcador. Era difícil entender el porqué, pero el caso, es que el mejor anotador de los dueños de casa en los últimos partidos; Jose Alberto Jiménez se fue al vestuario con 0 impacto en el enfrentamiento, no es la única causa de la ventaja del Toledo Basket, más bien, un termómetro de cómo estaba el Starlabs Morón a esas alturas de la película.

Sin defensa no hay negocio

«Santa» es experto en cambiar el chip de sus jugadores en el vestuario y lo volvió a demostrar una vez más. Los que salieron a jugar la segunda mitad, no eran los mismos que se fueron, o al menos eso se vió. La intensidad defensiva mostrada en el tercer periodo por los naranjas fue digna de aquellos Pistons del inicio de los 2000. El cerrojo que pusieron los locales en su aro, fue el principal motivo de la remontada y del despegue en el electrónico. Si a esa defensa a cara de perro le añadimos que en el receso Jiménez se ajustó la muñeca y empezó a anotar de manera compulsiva siendo el abanderado que contagió a su compañeros para realizar unos diez minutos excelsos, en cuanto a lo que el nivel de acierto se refiere. Los moronenses iniciaron el definitivo periodo con una distancia superior a los 10 puntos y con un parcial de 27-10 que parecía que había sentenciado la victoria por el mazazo psicológico que conllevaba.

No fue así, el Toledo demostró lo duros que son los integrantes de su plantilla.Volviendo al sistema de usar a Mendiola como ancla ofensiva y con Moreno como lugarteniente los manchego, volvieron a encontrar la senda de la fluidez anotadora desmontando aquello que le había funcionado a la perfección al Morón en el cuarto anterior. La defensa más que toledana, se tornó numantina, condenando a los hispalenses a un cortocircuito inesperado. El parcial fue devuelto y la batalla se fue al alargue para la sorpresa de los aficionados del Alameda excepto para el pequeño grupo de aficionados del Toledo Basket que saltaban de alegría.

Territorio Alo

Los 5 minutos de añadido tuvieron un nombre propio: Don Alejandro Marín Ortega. El veterano combo guard cañailla, hizo aquello para lo que ha vuelto al club que lo vió nacer ; echarse la responsabilidad a la espalda cuando más se le necesita y solucionar la papeleta. La prorroga del gaditano, fue espectacular, doce puntos de los 20 que consiguieron los aruncitanos llevaron su firma. Alo, anotó de todas las formas posibles, de dos, de tres, en penetraciones con más 1, en definitiva se convirtio en una bestia imposible de detener a sus 37 años. Parecía que el gran Manu Ginobili le había pasado un poco de su famoso “Grandpa Juice”. 

No quiero dejarme en el tintero al soldado perfecto que tiene a su disposición Santaella; Antonio Burgos, que apareció desde las sombras para con dos triples terminar la faena que había encarrilado Marín. Toledo no se rindió y con un triple Sierra a falta de 3 segundos ponía el 91-90. Víctor Moreno cometió una falta rápida al borde de la antideportiva a Álvaro Herrera. El joven base continuó con su idilio esta temporada con el 4.70 anotando ambos tiros libres y sentenciando la victoria por 93-90 haciendo que el Pabellón Alameda explotó en algarabía. Deber cumplido, ahora toca viajar a Sarriguren para enfrentar al Castillo de Gorraiz Valle de Egües. Eso como siempre será otra historia, hasta entonces sean buenos y mucho baloncesto.

Ficha Técnica 

CB Starlabs Morón 93 (13/23/27/10/20): Marín. J (6) Jiménez (13) Fernández (3) Herrera (2) Marín. A (28) Chabi Yo (12) Burgos (11) Orlov (4) Correia (14)

Club Baloncesto Toledo Basket 90 (17/26/10/20/17): Serrano (8) García (12) Lafuente (4) Sierra (21) Moreno (16) Villarejo (3) Mendiola (17) Johnson (6) Texeira (3)

Autor Lermi García

Imagen Toni Albarreal