¡A Estepona a por todas!

1 | 2 | 3 | 4 | T | |
---|---|---|---|---|---|
Zamora | 19 | 21 | 15 | 18 | 73 |
Domusa | 11 | 12 | 4 | 16 | 43 |

Recoletas Zamora
73
1 | 2 | 3 | 4 | T | |
---|---|---|---|---|---|
Zamora | 19 | 21 | 15 | 18 | 73 |
Domusa | 11 | 12 | 4 | 16 | 43 |
43

Domusa Teknik ISB

Recoletas Zamora
73
-
43

Domusa Teknik ISB
-
Q1
19- 11
-
Q2
21- 12
-
Q3
15- 4
-
Q4
18- 16
Cualquiera de toda la buena gente que está en Basket Pasión hubiera escrito una crónica, seguro que muy buena, del partido entre Recoletas Zamora contra Domusa Teknik ISB, en el que las leonas naranjas ganan por 73 – 43 y se clasifican para la Final Four. Pero Javi Romo no puede regirse por el formato periodístico de lo que es una crónica. Y si así fuera, no sería Javi Romo.
Para poder contarlo hay que vivirlo
Enorme el fin de semana. Como siempre enorme la acogida del ese gran C. D. Zamarat a mi llegada a Zamora. Enorme un matrimonio, Alfonso y María Eugenia, que literalmente son la hostia; son de lo mejor del mundo. Enorme la despedida a una grande en la pista y en los corazones como es Adrijana Knezevic. Enorme ese Ricardo Vasconcelos con esos 100 partidazos. Enorme el detalle del club despidiendo también a Juana Molina. Enorme la afición venida desde Azkoitia, por su forofismo educado y por desearnos lo mejor en esta Final Four. Y también quiero destacar la grandeza de las jugadoras y el cuerpo técnico de Domusa Teknik ISB aguantando en pista, sonrisa en rostro, todos y cada uno de los actos que Recoletas tenía preparado. “Chicas de Azkoitia” sois de Europa, no solo de Liga Femenina.
Y cuanto más voy escribiendo, más me voy emocionando, pero sí el anterior párrafo podía definir levemente todo lo que este corazón ha sentido y todo lo que estos ojos han visto.
También me quiero acordar y nombrar como parte bonita de este fin de semana, del Restaurante Marta. No porque sean patrocinadores del C. D. Zamarat, que lo son, sino por el cariño con el que siempre me han tratado especialmente Leo, Lea y Silvia.
Partido impecable
Había miedo. Más que miedo, había respeto. Los tres puntos que nos trajimos de Azkoitia, no aseguraban nada en el devenir de la eliminatoria. Todo lo contrario, dejaban un partido de vuelta abierto a todas luces. Y un equipo con gente como, sin desmerecer al resto, Geraldynn Leaupepe, Juana Molina y Jessie Edwards hacía pensar que nos quedaba un partido duro por delante.
Miedo, quizás a cualquier caída en la concentración, cualquier despiste que nos hiciera empezar con el marcador en contra y tener que ir remontando. O quizás miedo a fallar con el estoque y no conseguir algo que realmente nos hemos ganado a pulso: esa final a cuatro.
Pero las de Ricardo Vasconcelos salieron centradas. Salieron sabiendo que este era el partido de la temporada, porque si digo que era el del quinquenio algunos dirán que exagero y no es así. El de ayer para mí fue el partido del siglo.
Un primer cuarto, el más igualado, en el que se iniciaba con canasta de Juana Molina para el Domusa Teknik ISB pero que pronto Aina Martín y Sara Castro se encargaban de dar la vuelta al marcador.

Esa primera ventaja es la única que Domusa Teknik ISB tuvo en el marcador. El resto fue tema naranja. Tema de auténticas leonas con un color naranja a su alrededor. Fue una increíble defensa de todo el grupo.
Un segundo cuarto también de dominio local en el que Sara Castro, brutal siempre, imponía su criterio y hacía bailar a las rivales a su antojo. Sabíamos que si Sara Castro cogía el balón, algo grande se iba a producir. Y así fue siempre. Tanto que por ella y por ellas, nos fuimos al descanso con 17 puntos de diferencia (40 – 23).
El único miedo
Ahora el único miedo que nos quedaba era la “dormidina” que pudiera haber provocado el descanso y que las rivales seguro que tenían que demostrar más. Pero Domusa Teknik ISB estaba herido de muerte. No hubo capacidad para reacción ninguna. Ese cuarto solo convirtió 4 puntos, aunque de salida las nuestras anduvieron dudosas. Pero los solventaron claramente.
Y lo bello tenía que venir
El cuarto y último cuarto ya se convertía en 10 minutos de fiesta, en 10 minutos en los que Recoletas Zamora y C. D. Zamarat debían festejar y homenajear. Y así ocurrió cuando a falta de 2:10 para el final, Aina Martín salía de la pista para que la capitana, Adrijana Knezevic jugase sus últimos segundos en un pabellón con nombre de héroes como ella. Y nuestra serbia jugó sus últimos 45 segundos como jugadora profesional.
Sara Castro fue la que tuvo el honor de sustituir a la capitana que se fue entre lágrimas y ovación estruendosa.
Al final del partido, tras la contundente victoria, todo se convertía en abrazos. Todas las cabezas y corazones estaban gritando: ¡Nos vamos a Estepona!
Una despedida especial

Y es que todo converge. Si Adrijana tenía que retirarse lo mejor que podía ocurrir es que se retirara en Zamora y con el Recoletas Zamora. Y también lo mejor que le podía ocurrir a Recoletas Zamora es que una jugadora de relevancia europea como Adrijana, se retira en Zamora.
Chefo, el gran y polifacético Chefo (¡cuánta admiración te tengo!) se arrancaba a media pista con micrófono en mano para animar, como siempre, el espectáculo y para mostrar en video dedicado a la capitana.
Tras eso muchas personas cogieron el micro, que hasta quiso tener su protagonismo fallando una vez. Hablo Vicky Llorente, también emocionada casi hasta no poder contenerse.
¡Vicky, no sabes lo que te quiere Zamora! Te lo digo yo.
Hablaron y salieron gente de su equipo, del que ella entrena, personas que vinieron a sorprenderla, tan solo porque no querían perderse tanto bello que ocurrió. Habló María Barneda que desde aquí te mandamos un beso y que te recuperes pronto de esa rodilla. Y habló Sara Castro como colofón final de los invitados al micro, antes de que la protagonista lo hiciera.
Yo, Adrijana, me quedo con tu sonrisa, me quedo con tu amabilidad y tu afabilidad. Me quedo con tu profesionalidad, con tus toneladas de educación. Me quedo con todas esas veces que me has dicho que sí a mí y a Basket Pasión. Y acepto el reto y el honor de ser tu más ferviente fan.
Te deseo todo lo bueno, porque tú no te mereces ningún mal. Aunque como te dije en mi carta de despedida: el visor de mi cámara no encontrará el número 10.

El una por una
Y sé que se me va en extensión el artículo. E igual por ello mi jefe me llama la atención. Pero me da igual. Hoy me explayo.
Habría que analizar una por una a estas leonas que lucen con orgullo el color naranja. Y desde mi desconocimiento del baloncesto, me voy a atrever a hacerlo. No por cómo han jugado este partido, aunque en algún caso sí. Pero hay cosas a destacar que no se ven.
Quiero pararme en ti, Bea Sánchez. Tienes calidad para presumir de liderazgo y si lo hubieras hecho no hubiera caído mal. Pero elegiste venir humilde para trabajar. Y has trabajado, te lo has currado y has respondido. Tienes experiencia para todo esto y más, y por dar importancia al grupo preferiste ser una más.
Brutal los dos últimos partidos. Así te lo hice llegar, cuando un Javi Romo emocionado se acercó a ti a darte las gracias por tanto baloncesto. El objetivo de parar a Jessie Edwards se tornaba complicado. Y lo conseguiste. ¡Chapó!
Me llevo tu cariño. Conmigo y con Basket Pasión te has portado de manera exquisita y por eso tan solo puedo decir que gracias de corazón por tanto.
Creo que la gente que ve jugar a Joana Soeiro no se fija en la calidad de su juego. Y el que no la haya visto jugar, ya les ruego que no se lo pierda. Es pura calidad en la extensión en pista de Ricardo Vasconcelos. Es de poner los vellos de punta en su dominio de ordenar el juego.
Joana, te lo dije ayer y te reías. Lo tuyo es de “master de dirección de equipo”.
Que no me diga nadie que la joven Estel Puiggros, fuera de la pista siempre sonriendo, tuvo un mal día. Pero ¡por Dios! Fíjense en los en los intangibles. Vale que no acertó en ataque, que es lo que más vistoso se ve. Pero quédense con la defensa o si se van a las estadísticas miren en ese +/- los +25 que obtuvo.
¿Qué quiere decir eso? Sacrificio personal en favor del equipo. Pocas personas he visto así con esa edad.
Otra de la que hablar es esa chica con los cascos de color rojo que siempre lleva en la cabeza, como queriendo aislarse del mundo. Esa Amaya Scott que parece que nunca está pero siempre hace presencia. Y siempre vuelve loco al equipo contrario.
Unas piernas que más que piernas parecen muelles. Y que cuando las usa es capaz de empujar el balón hacia abajo en el aro. Una imprescindible de las que dejan huella.
Hablar de Aina Martín es hablar y escribir en letras mayúsculas todo lo que se quiera decir de ella. ¡Vaya final de temporada está haciendo! Aina es de esas personas que deben estar en Liga Femenina Endesa y que, esperamos lo haga la próxima temporada con Recoletas Zamora.
El otro día te di la enhorabuena. Y es que hay que dártela tanto la enhorabuena por tu baloncesto y las gracias por lo mismo, todos los días.
De Zoe Hernández se podrá hablar de todas su cualidades, que las tiene a miles y que forman esa jugadora que estando en Liga Femenina Endesa un día decidió venirse al mejor club del mundo.
Joven como Estel, quizás más seria en su carácter, pero con una calidad en su juego que muchas jugadoras ya desearían tener.
Davinia es ese Ángel que da juventud y realidad al equipo. Ahora lesionada tiene que tener paciencia en su recuperación. Pero todavía le quedan muchos años y muchos años buenos para demostrar su valía.
Maaja Bratka esa simpática jugadora de ojos claros lo tiene todo. Juego interior, lucha, tiro exterior que la hace temible como pívot porque o te la lía dentro o te la lía fuera; pero te la lía siempre. Pero es tan buena gente que quizás, y solo es mi opinión, le falta mala leche en la pista. Con eso ya sería… la hostia.
De Sarah Polleros es que este mundo lo han hecho para que ella se lo coma. Su primer año en España. Ese es el más difícil y mirad lo que hace. Es una espectacular pívot que dará qué hablar en el baloncesto femenino.
La he tratado un poco más y rebosa simpatía por doquier. Se hace grande en la cancha y eso gusta.
Me quedas tú, Sara Castro. Porque a Anna Prim le dedicaré un artículo con la entrevista que le hice.
Sara es esa canaria, descarada en su juego, porque para jugar a esto hay que ser descarada. No se amedrenta en nada. No teme a nada aunque siempre acabe en el suelo. Peo si le hicieran un estudio personal, se vería que de sus acciones en ataque, el 90 por ciento acaba en canasta o en personal. O en la unión de las dos acciones.
Sara no es una jugadora. Es un seguro de vida. Y calificar a Sara sería tener que inventar otra tabla de notas porque no tiene cabida ni con el 10.
Sara, gracias por hacer ver al mundo que dentro de una cancha hay que ir a por todas.
Y de las peques… De las Carlas, Victorias, Lorenas, Irenes, Nailas, Paulas, Marinas y Sandras… Tened paciencia. Estáis en el mejor club del mundo. En ese sitio donde debéis crecer y en donde se os dará oportunidades. Y donde ahora están Adrijana, Aina, Amaya, Estel, etc., mañana estaréis vosotras.
Ricardo, Rula, Jordi, Nacho… Sois la puta hostia. (Si no lo digo, reviento).
Para contar esto, había que vivirlo. A mi me han dejado vivirlo.

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