Año nuevo, vida nueva para Obradoiro.

El equipo compostelano viaja a Alicante en esta primera jornada del año tratando de borrar un nefasto 2024.
Este año que acaba de terminar no ha dejado buen sabor de boca en los obradoiristas, ya no es que no haya tocado la lotería es que ha sido un año de calamidades. Primero el descenso de ACB en una última jornada de vértigo, con cierto sabor a injusticia y mala suerte y después con este primer tercio de liga FEB donde las esperanzas de estar muy arriba se han ido diluyendo poco a poco.
Y pese a tener un equipo que todo el mundo reconoce que es de los mejores da la liga, en juego y sensaciones no hemos salido de la medianía, donde equipos manifiestamente inferiores nos juegan de tu a tu, e incluso nos ganan.
Pero no hay mal que dure 100 años y llega un nuevo año con nuevas ilusiones, y donde la meta de ascender directo a pasado a ser la meta de meterse en play off y pelear todo lo que se pueda.
Alicante un equipo más peligroso de lo que dice la clasificación.
Alicante ocupa actualmente la penúltima posición de la liga con sólo 2 victorias, están sufriendo mucho la pérdida de sus grandes estiletes del año pasado que por sus buenos números han ido a engrosar las filas de los equipos potenetes de la liga (Gudmunsson a Burgos, Barro a Estudiantes y el mismo Davison a Obradoiro), por lo que ha pasado de jugar el play off la temporada pasada a estar coqueteando con el descenso en esta.
Es el sino de los pobres que cuando aciertas en los fichajes, éstos vuelan a equipos de mayor categoría, tentados por ofertas económicas y proyectos deportivos de mucho más calado.
Pero aún así el Lucentum aúna un buen puñado de buenos jugadores con muchos años en esta liga como Sergio Llorente o Kevin Larssen, y viene de reforzarse, después de su mal inicio con jugadores de muchos kilates en esta liga como son el ex-COB Ignacio Rosa, con el ex-Leyma Sebastian Aris y con el ex-breogán Mindaugas Kacinas. En números destacan dentro de su roster a Jordan King y combo tirador el joven Adriá Rodriguez, y el pivot casi histórico en esta categoría como es Kevin Larsen.
Su actual situación en la tabla es un poco engañosa pues han perdido bastantes partidos por resultados muy ajustados; vienen de perder en Menorca por dos puntos, y han competido bastante bien en casa, de hecho sus dos únicas victorias han sido en estas dos últimas jornadas jugando como local contra Gipuzkoa y contra Tizona, con lo que ya están cogiéndole el pulso a la liga y con la llegada de las nuevas incorporaciones van a subir mucho sus prestaciones, por lo que de seguro van a subir posiciones en la competición.
En cuanto a sus números como equipo destacan por su buena defensa, encajando sólo 77 puntos, que para ser un equipo que ha perdido 12 encuentros son muy pocos. Son un equipo muy buen reboteador con casi 33 capturas por encuentro, presionan muy bien el balón, consiguiendo casi 8 robos por encuentro y su talón de aquiles lo tienen en el tiro de 3 donde con un 28% son de los peores equipos de la liga.
Obradoiro a creer en si mismo.
Félix Alonso ha tenido ya algún día más para ir estrucurando el equipo a su gusto, la pequeña mejoría vista ante Ourense tiene que refrendarse en esta jornada, donde un Davison hasta el momento desacertadísimo estará supermotivado por su vuelta a la que fue su casa la temporada pasada.
También esperemos que Nacho Arroyo se haya recuperado de sus molestias en la espalda y aporte minutos en la dirección del juego, dirección que se hecha de menos al ser el único base puro (además del joven Grela) en la plantilla.
Obradoiro tiene que sacudirse de una vez la presión de no estar haciéndolo bien y demostrar el potencial que tiene en sus jugadores, pues sin jugar a tope ya se está viendo que no es capaz de ganar, porque esta liga requiere darlo todo para sacar los partidos.
El encuentro se disputará este sábado día 4 a las 20.30 en el Centro de Tecnificación de Alicante, dirigido por los colegiados Jacobo Rial, Mª Angeles García y Asunción Langa.
