Balance de la temporada en Zaragoza

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Web Casademont Zaragoza

El conjunto aragonés ha finalizado la temporada en la duodécima posición de la tabla, con 13 victorias y 21 derrotas, igualando el resultado clasificatorio del año anterior. Sin embargo, la calidad de la plantilla, al menos a priori, era mayor que la de años anteriores, hecho que ha servido para salvar la temporada sin agobios pero no para significar una mejora sustancial en la tabla clasificatoria. Por tanto, un aprobado raspado es la nota de un equipo del que se esperaba mucho más, que pareció que iba a llegar a la Copa del Rey, que aspiraba a la final de la Fiba Europe Cup y al que los playoffs por el título de la liga ACB se le han quedado lejos.

Decepción final respecto a las expectativas

Al inicio de la temporada, la continuidad de Sulejmanovic, Yusta y Bell-Haynes, unida a los ilusionantes fichajes de jugadores contratastados como Dubljevic, Slaughter o Spissu, amén de la apuesta por Bango, desataron la euforia en la afición aragonesa, que veía una directiva con ganas de dar un golpe encima de la mesa. El presidente Reynaldo Benito pidió una final en la presentación de la temporada (esperaba la de la competición europea) y se cumplió, pero en el equipo femenino, que disputó la final de liga frente a Valencia.

Un síntoma de que el equipo se perdió por el camino fue la destitución de Porfirio Fisac, un entrenador del gusto del presidente, cuya figura causó gran desgaste entre los integrantes de la plantilla (jugadores y staff), y su salida se vio como un alivio. Y eso a pesar de que Porfirio es un gran entrenador que en Zaragoza, salvo la segunda mitad de esta temporada, ha funcionado a la perfección. Tomó el testigo Rodrigo San Miguel, que logró llegar a la jornada 34 decorosamente.

Época de rumores

Como ya ha acabado el baloncesto en Zaragoza hasta Septiembre, llega el tiempo de los rumores. El club trabaja sin director deportivo desde ya hace tiempo, por lo que una gestora es la que se encarga de decidir los siguientes pasos. Los primeros van dirigidos a la elección del entrenador. No se sabe si seguirá Rodrigo al frente o buscarán alguien de un perfil más contrastado. Sonó y suena Pablo Pin, entrenador de Granada, equipo recién descendido de la ACB y que parece finalizar su periplo allí. Elegir el director de orquesta será la primera piedra a poner.

Una vez con el entrenador elegido, será tiempo de ver las posibles entradas y salidas. Actualmente el equipo tiene 14 jugadores con posible contrato, por lo que habrá que dejar salir o ceder a algunos para que entre algún fichaje ilusionante. Se rumorea que, en la parrilla de salida, se encuentran Mencía, Dimsa, Slaughter y Watson.

Mencía tenía un contrato de 2+2, por lo que ahora en verano toca decidir si renovarle o no. El bueno de Yoanki es un buen jugador, intenso, duro, pero con el hándicap de ocupar plaza de extranjero, lo cual le resta posibilidades. Dimsa se encuentra en la misma situación, se le puede renovar unilateralmente, pero no parece ser la pieza que necesita el equipo. Slaughter ha tenido la temporada más floja de su carrera en la ACB y, aunque tiene contrato, el club podría intentar buscarle una salida. La sorpresa llegaría en torno a la situación de Nate Watson, llegado a mitad de temporada como sustituto de Bango, que no ha mostrado el baloncesto que se esperaba de él. Sin embargo, el club desembolsó una pequeña cantidad por su salida y le hizo un contrato hasta 2027. Sería una total sorpresa desprenderse de él, pero parece que los gestores no han quedado satisfechos con lo que ha mostrado hasta ahora.

Foto obtenida de la web de Basket Zaragoza.

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