Big Data Naranja

Imagen Basket Pasion
Tras unas semanas de tiempo para madurar y reposar la temporada, desde Basket Pasión queremos añadir nuestro granito de arena al análisis postemporada de CD Zamarat de la forma más objetiva posible, aplicando la estadística pura
En pleno auge de la IA y con varios años de precedentes sobre estadística avanzada en el baloncesto (con su nacimiento en USA en la NBA como es norma habitual), vamos a desgranar datos y a interpretar el registro puro de estadística de la LF Challenge. No tenemos las herramientas de los grandes complejos deportivos estadounidenses donde seis cámaras en diferentes ángulos miden hasta el aliento de los protagonistas en la pista, pero aplicando las fórmulas del baloncesto moderno podemos situar al equipo naranja en parámetros en la competición. En la NBA, el análisis estadístico avanzado se ha desarrollado gracias al uso de sistemas de seguimiento por cámaras, como el denominado sistema SportVU sustituido actualmente por el sistema Second Spectrum. En cada pabellón existen cámaras instaladas en puntos estratégicos del techo del estadio, en el perímetro del pabellón y en zonas elevadas cubriendo toda la pista desde múltiples ángulos, observando a cada jugador/a, el balón y los árbitros, además de un seguimiento tridimensional en tiempo real. Estas cámaras capturan imágenes a alta velocidad y los datos se procesan mediante inteligencia artificial y aprendizaje automático para generar métricas como el Tracking data (posicionamiento y movimiento), Shot quality (calidad de tiro estimada según la defensa, ubicación y situación), Deflections, closeouts, help defense (acciones defensivas difíciles de medir visualmente) o Pick and roll efficiency, spacing, tiempo de posesión por jugador, etc. Sin llegar a tal nivel de precisión ni contemplar tantos campos que son inabarcables para la categoría, tenemos suficientes datos para poder realizar una visión más completa y analizar multitud de variables.
En los últimos años, el baloncesto femenino ha dado pasos firmes hacia una profesionalización que no solo se refleja en el crecimiento deportivo de las competiciones, sino también en la forma en que se analiza el juego. La Liga Femenina Challenge, instaurada en 2021 como la segunda categoría nacional, se ha consolidado como una plataforma competitiva exigente, en la que conviven equipos con aspiraciones de ascenso (donde se sitúan las naranjas), proyectos de cantera en desarrollo y estructuras consolidadas que buscan estabilidad a largo plazo. Sin embargo, más allá de los resultados y las narrativas habituales, existe una capa más profunda que permite entender el rendimiento de un equipo con mayor precisión: los fríos datos.
Este artículo propone un recorrido por la temporada 2025/2026 del Recoletas Zamora desde una perspectiva puramente estadística, sin relatos emocionales ni otras interpretaciones subjetivas. Aquí no hablaremos en esta ocasión de dinámicas de vestuario, ni de “momentos clave”, ni de sensaciones: hablaremos de números. Concretamente, de cómo el uso de estadísticas tradicionales y las métricas avanzadas puede ofrecer una imagen más real y detallada del juego de un equipo, revelando patrones, tendencias y claves del rendimiento individual y colectivo que muchas veces pasan desapercibidas a simple vista.
A partir de un análisis exhaustivo que contempla desde las métricas básicas (puntos, rebotes, asistencias, porcentajes de tiro, etc) hasta variables más sofisticadas como el rating ofensivo y defensivo, el rating neto o las posesiones y el pace (ritmo, posesiones por minuto), construiremos una radiografía estadística del equipo, que nos permita entender de forma más objetiva los puntos fuertes y débiles del equipo la temporada ya acabada.
En definitiva, una visión distinta, más rigurosa y basada en datos que busca responder a una sola pregunta: ¿qué dicen los números sobre el rendimiento de Recoletas Zamora en esta LF Challenge?
Los fríos pero objetivos números del BIG DATA NARANJA
Para repasar la temporada de las naranjas, nos centraremos únicamente en las treinta jornadas de la liga regular, excluyendo los tres siguientes partidos contra Domusa Teknik ISB (eliminatorias) y Unicaja Mijas (Final Four), realizando una comparativa con los otros quince equipos de la competición. Los tres partidos que están fuera de la liga regular no aportan una comparativa con el resto de conjuntos, ya que sólo ocho equipos seguían vivos en las eliminatorias y otros cuatro en la Final Four.
Para empezar a diseccionar las tablas, vemos que Recoletas Zamora ha sido a lo largo de la temporada uno de los mejores equipos en el aspecto ofensivo, es el segundo equipo con mejor rating ofensivo (97,61 puntos cada 100 posesiones) y el segundo equipo con más anotación a favor (2.187 puntos), provocado principalmente por su eficiencia en el lanzamiento desde cualquier distancia. En lanzamientos de dos han sido las segundas en tiros convertidos (544) y en porcentaje de acierto (48,8 %), en triples sólo otros dos equipos las han superado, han anotado 236 veces más allá del 6,75, debido principalmente a que han sido las segundas lanzando (753) y las cuartas en acierto triple (31,3 %), derivando a su vez en grandes datos en tiros de campo, segundas en tiros de campo convertidos (780) y en acierto (41,8 %), desde el punto de vista de la estadística avanzada han terminado segundas en acierto en porcentaje de tiro eficaz, parámetro que tiene en cuenta el mayor valor del triple (48,10 %) y primeras en tiro verdadero, que combina tiros de campo y tiros libres (51,96 %). Estas cifras y los porcentajes de acierto se ven reflejados en los puntos obtenidos por cada lanzamiento, en tiros de campo es el segundo equipo en puntos conseguidos por lanzamiento (96,2 puntos por cada 100 lanzamientos), sumando mayor rédito en tiros de dos (97,7 puntos cada 100 tiros de dos) que desde el 6,75 (94,0 puntos por cada 100 triples intentados).
Pasamos ahora a la velocidad y al ritmo de juego de las de Ricardo Vasconcelos, que las ha colocado en mitad de la tabla en número de posesiones globales (séptimas con 74,7 por partido) y en pace o ritmo propiamente dicho (octavas con 1,837 posesiones por minuto). Ese ritmo medio seguramente ha sido una de las razones de su buen trato de balón, a pesar de permitirse correr a menudo el contraataque, el equipo zamorano es el quinto que menos balones totales ha perdido (420) y el cuarto que menos balones perdió por cada posesión (0,187). Ese ritmo pausado en ocasiones, elaborando cada ataque, no fue aprovechado en el aspecto de combinación colectiva, ya que en el apartado de asistencias bajan al décimo lugar (368), al undécimo en asistencias por posesión (0,164) y al penúltimo en porcentaje de asistencias (0,472), que revelan la cantidad de canastas en juego que eran logradas tras pase de una compañera. En la relación de asistencias por pérdida mejoraban llegando al noveno puesto (0,876) gracias a su reducido número de balones extraviados.
El poderío del grupo naranja bajo los aros era más notable en las capturas ofensivas donde terminaron en séptimo lugar (284), mientras que los rechaces defensivos en su propio aro sólo ocuparon la duodécima posición (719). En rebotes totales fueron novenas (1003) en la mitad de la tabla. Para sacar mejores conclusiones en el dominio de la zona echamos en falta varios datos, los puntos recibidos en la pintura y la tasa y el porcentaje de rebotes que son mucho más realistas que el cómputo de rebotes totales, ya que un equipo que apenas falla en ataque, tiene menos opciones de rebotes ofensivos totales que otro que falle de forma más significativa (tasa de rebotes) y el porcentaje de rebotes nos da más información sobre cada partido y qué equipo ha dominado los rechaces en cada encuentro.
En el aspecto ofensivo hemos visto que Recoletas Zamora era un referente en la categoría, veamos ahora los datos defensivos. En puntos anotados en contra son el sexto equipo que menos puntos ha recibido de la categoría (1927), aunque mejora en el rating defensivo ascendiendo al cuarto puesto (86,0 puntos en contra cada 100 posesiones), ofreciendo también el cuarto puesto en el rating neto, que es la diferencia de puntos a favor cada cien posesiones (+11,6). Otros aspectos defensivos que aportan información relevante son la intimidación sobre el tiro rival, donde las naranjas obtienen el peor dato al ser las últimas en tapones a favor (28) y los robos de balón, métrica en la que sí destacan positivamente, ocupando la tercera posición (282), situándose en la importante relación de robos y pérdidas en la segunda posición de la liga (0,671).
Desde el punto de vista arbitral y en la sanción de faltas personales, Recoletas Zamora ha sido uno de los más castigados, terminando en la decimocuarta posición en menos faltas cometidas (586), mientras que, en faltas recibidas provocadas al rival, ha sido el decimosegundo mejor equipo (520). A pesar de ese desfase en contra (-66 faltas), en la frecuencia de tiros libres (proporción global entre tiros de campo y tiros libres) han ocupado una posición intermedia, siendo las séptimas (0,289). Otro aspecto positivo en la sanción de faltas es que han terminado las terceras en tiros libres por falta recibida (1,038), lo que las sitúa entre las mejores de la liga produciendo lanzamientos desde el 4,60, forzando personales que dan puntos a favor, lo que explica el porqué de terminar como las sextas que más lanzan tiros libres (540) y las cuartas que más tiros libres anotan (391), aprovechando el cuarto mejor porcentaje de acierto desde el 4,60 (72,4 %).
Como último parámetro estadístico destacamos la métrica de valoración, donde terminaron como el sexto equipo más valorado (2146). Este apartado estadístico es uno de los más controvertidos y que más discusión provoca, al dar el mismo valor a parámetros que tienen diferentes consecuencias en el devenir del partido, por ejemplo, no es lo mismo una pérdida de balón que termina fuera del campo, en el que el equipo contrario recupera la posesión de balón ante una defensa ya organizada y formada, que una pérdida en la “bombilla” y sin defensores entre balón y aro que facilitan dos puntos “gratis” al contraataque al conjunto rival. Pero es otro dato más que utilizamos para generar mayor información, cuantos más datos, más fiable será el “mapa global” de la forma de jugar de cada equipo.
No todo son números
A pesar de la tendencia de medir todo y sacar conclusiones, no todo se puede medir en nuestra liga, términos como el deflection (acción defensiva de una jugadora que interfiere un balón, pudiendo llegar a cambiar su trayectoria entorpeciendo la acción ofensiva rival, pero sin llegar a robarlo) son bastante modernos y aportan información trascendente, pero para medirlo es necesario tener una tecnología de vanguardia y muy costosa. Otros datos como la distancia a la que se puntea un tiro rival sin llegar a tocarlo, interfieren en la acción técnica de la jugadora rival al armar el brazo para lanzar a canasta, pero es muy difícil de medir cuánto puede “molestar a ese disparo”, o la ocupación de espacios y el seguimiento de la trayectoria del balón en movimiento en el espacio-tiempo, que permite a una jugadora a ocupar un espacio en la pista que influye en la fluidez ofensiva del rival, realizando ayudas defensivas o facilitando el dos contra uno. Muchas jugadoras aportan sensaciones de confianza o de liderazgo, más allá del número o el dato, por lo que el uso de la estadística tradicional y avanzada ayuda a entender y a predecir la forma de juego, pero recordemos que no es definitiva.
Con esto termina nuestro análisis al juego de Recoletas Zamora, un equipo que por cuarto año consecutivo se ha postulado al ascenso y que no ha conseguido el premio deseado, pero que ha competido hasta el último momento para lograrlo.
Imagen Basket Pasión
