Bocca refuerza el perímetro del Fibwi Mallorca

Foto cedida por Fibwi Palma.
El Fibwi Mallorca Bàsquet Palma continúa construyendo, paso a paso, un proyecto ambicioso, ilusionante y con una identidad clara para su regreso a la Primera FEB. Tras una temporada 2024-25 que quedará en la memoria por su brillante ascenso, el club mallorquín está demostrando que no ha vuelto para ser un invitado pasajero, sino para consolidarse como un actor relevante en una categoría cada vez más exigente. La confección de la plantilla que dirige Pablo Cano refleja ese propósito con decisiones meditadas, apuestas coherentes y una mezcla cuidadosamente equilibrada de experiencia, talento joven y compromiso colectivo. En ese contexto se inscribe el último movimiento del club: la incorporación del joven alero argentino Juan Manuel Bocca, una de las grandes promesas del baloncesto sudamericano, que da el salto al proyecto balear con el aval de una trayectoria ascendente y un presente cargado de potencial.
La llegada de Bocca es, en muchos sentidos, una declaración de intenciones. A sus 19 años, este jugador nacido en Capilla del Señor, provincia de Buenos Aires, representa todo aquello que un proyecto serio y ambicioso debe saber identificar a tiempo: juventud, proyección, carácter competitivo y capacidad de adaptación. Internacional con las categorías formativas de Argentina —y ya con minutos con la absoluta dirigida por Pablo Prigioni—, Bocca se incorpora al Fibwi Mallorca tras dos temporadas en el Monbus Obradoiro, donde combinó su presencia en el filial de Tercera FEB con entrenamientos en dinámica del primer equipo de Liga Endesa. No es poca cosa. La experiencia acumulada en un entorno profesional, con exigencias técnicas y tácticas de primer nivel, convierte a Bocca en una apuesta de presente que el club espera que florezca a medio plazo con la camiseta de Son Moix.
Buena temporada en Tercera FEB
El joven alero viene de firmar una notable campaña en el segundo equipo del Obradoiro. En la temporada 2023-24, disputó 24 partidos con una media de más de 30 minutos por encuentro, firmando 16,3 puntos, 2,7 rebotes y 3,8 asistencias. Un crecimiento evidente respecto al curso anterior, donde ya había dejado muestras de su talento (12,3 puntos por partido en 21 encuentros). Esos números, combinados con su capacidad para anotar desde la larga distancia y su versatilidad para ocupar distintos roles en el perímetro, le han valido la confianza del club mallorquín, que ve en él una pieza que puede aportar desde el inicio, pero sobre todo que puede evolucionar en un entorno propicio para el desarrollo.
No se trata, en cualquier caso, de una incorporación más. El propio director deportivo del club, Martí Josep Vives, lo expresaba con claridad: “Es una de esas apuestas que nos gustan, un jugador con seriedad defensiva y acierto exterior, que necesitará confianza, pero del que estamos convencidos de que va a enamorar a nuestra afición”. En esa frase hay mucho más que una valoración técnica: hay una declaración de fe en un perfil joven, con margen de mejora, pero también con una base sólida forjada en competiciones internacionales. Bocca ha sido un habitual en las selecciones de formación de Argentina, participando en torneos FIBA desde el U16 hasta el reciente Mundial U19 de 2023, pasando por la Copa del Mundo U17 de 2022. Su trayectoria internacional le ha permitido medirse con jugadores de alto nivel y adquirir una madurez competitiva poco habitual en jugadores de su edad.
Internacional absoluto
Ayer mismo, en el partido de preparación que la selección argentina disputó ante Angola, Bocca volvió a dejar muestras de su impacto. Con 9 puntos, incluidos dos triples consecutivos en un momento clave, ayudó a la albiceleste a lograr la victoria. Su rol en la concentración de la absoluta, en plena preparación para la Americup, es otro indicador del camino que está recorriendo y de la confianza que el baloncesto argentino ha depositado en él. Esa misma confianza es la que ahora traslada el Fibwi Mallorca, en un movimiento que aúna proyección y oportunidad.
La incorporación de Juan Bocca llega, además, en un momento clave dentro del proceso de construcción de la plantilla. Con la continuidad asegurada del cuerpo técnico liderado por Pablo Cano y la renovación del núcleo que logró el ascenso —Jorge Martínez, Patrick Spencer, Xabi Beraza, Jon Ander Aramburu y Brian Vázquez—, el equipo ya contaba con una base reconocible, cohesionada y comprometida con la filosofía del club. A esos pilares se han sumado tres incorporaciones que reflejan a la perfección el tipo de perfiles que se están buscando: Lucas Capalbo, base con visión, ritmo y carácter; Pedro Bombino, pívot físico e inteligente tácticamente; y Lysander Bracey, escolta estadounidense que viene de ser uno de los mejores exteriores de la pasada Segunda FEB y que dejó una grata impresión incluso enfrentándose al propio Fibwi Palma en playoffs.
La plantilla coge forma
Ahora, con Bocca, el club añade una nueva dimensión a su perímetro. No solo por su juventud o su capacidad para abrir el campo con su tiro exterior, sino por su actitud, su ética de trabajo y su inteligencia en pista. Es un jugador que ha aprendido a moverse sin balón, a encontrar sus espacios y a tomar buenas decisiones en momentos de presión. Siendo aún muy joven, su bagaje competitivo es notable, y su actitud encaja con una plantilla que se está diseñando para competir desde el primer minuto, pero también para crecer a lo largo de la temporada.
La ilusión que genera este nuevo proyecto se respira ya en el entorno del club y entre su afición. El regreso a Primera FEB ha sido celebrado como un paso adelante, pero la verdadera ambición no se detiene ahí. El presidente Guillem Boscana lo resumía hace unas semanas con una frase que ya circula con fuerza en los pasillos de Son Moix: “Volvemos a una mini ACB”. Una categoría donde el margen de error es escaso, pero donde también hay espacio para propuestas valientes, coherentes y sostenidas en el tiempo. Y es ahí donde el Fibwi Mallorca quiere situarse: como un proyecto estable, competitivo y atractivo tanto para jugadores como para el público.
Con nueve jugadores ya confirmados, y más incorporaciones por llegar, la estructura del equipo empieza a dibujarse con claridad. Hay equilibrio entre juventud y experiencia, entre perfiles consolidados y apuestas de futuro, entre talento nacional e internacional. Pero sobre todo hay una línea clara de trabajo, una visión común y un compromiso con el crecimiento a medio plazo. El fichaje de Juan Bocca no es solo un refuerzo para el presente, sino una inversión en el futuro. Un movimiento que habla de ambición, de confianza en el talento emergente, y de una manera de entender el baloncesto en la que el desarrollo de los jugadores y la identidad del grupo van de la mano.
La temporada 2025-26 aún no ha comenzado, pero el Fibwi Mallorca Bàsquet Palma ya ha dejado claro que su regreso a Primera FEB no es un simple ascenso deportivo. Es el inicio de una nueva etapa, construida con criterio, con paciencia y con la firme intención de consolidarse como un referente. En ese camino, nombres como el de Juan Bocca alimentan la ilusión. Y si el joven alero argentino responde como hasta ahora, no solo enamorará a Son Moix: se convertirá en una pieza clave de un equipo que quiere dejar huella.
Fotografía cedida por Fibwi Mallorca
