Domingo de Gloria amarga

El Valencia frena la fe burdeos en un Domingo de Gloria amarga, el Hiopos Lleida cae ante el oficio de Valencia Basket (67-76), pero deja claro que no renuncia a la salvación. En Domingo de Resurrección, el Barris Nord vivía su propio ritual sagrado. Una cita marcada en rojo, con aroma de fe, pasión y la esperanza intacta de un equipo que, tras cuatro victorias en seis jornadas, había recuperado algo más que puntos: el alma.

Un inicio prometedor que agitó Barris Nord

El Hiopos Lleida salió a pista como quien se sabe dueño de su destino. Con el corazón por delante, la defensa ajustada y el triple de Oriol Paulí como carta de presentación, los de Gerard Encuentra tomaron la iniciativa (8-2, min. 2). Fue un arranque vibrante, eléctrico, como esos primeros acordes de una marcha de Semana Santa que te erizan la piel.

Pero pronto el Valencia Basket recordó por qué ha sido eterno inquilino del playoff durante 19 temporadas consecutivas. Montero y Badio, dos talentos jóvenes con galones de veterano, tomaron el timón. Cada uno con 15 puntos, se encargaron de calmar el ambiente con triples certeros y lecturas de juego que desarmaban la presión burdeos.

El primer cuarto acabó con ventaja visitante (19-20), pero todavía quedaba mucha tela por cortar. En el segundo acto, los valencianos apretaron el rebote, supieron castigar los errores locales y firmaron un 0-8 que forzó el primer tiempo muerto de Encuentra. El Lleida reaccionó, sí, pero el músculo taronja se impuso y la distancia al descanso se fijó en 30-37, con sabor a poco para lo mucho que se había luchado.

A la vuelta del vestuario, el Hiopos Lleida vivió su particular cuesta del Calvario. En apenas tres minutos, el marcador se rompió (31-47, min. 23). Un puñetazo a la mandíbula, de esos que dejan sin aire. El pabellón, que había empezado la jornada como una catedral laica, guardó silencio. Solo se oía el crujir de las redes con cada acierto visitante.

A pesar de todo, Pierre Oriola, ejemplo de entrega y pundonor, firmó una actuación monumental: 11 puntos, 16 rebotes, 25 de valoración. Capitán en cada gesto, referencia moral y estadística. A su lado, Paulí volvió a ser clave y Bozic apareció en el último cuarto con seis puntos consecutivos que devolvieron el pulso al encuentro (62-68, min. 38).

Hubo un instante, una ráfaga, en la que la remontada parecía posible. El Barris Nord volvió a rugir. Pero el Valencia Basket, con la templanza de quien lleva muchos años escribiendo finales en letras mayúsculas, cerró el choque con oficio. Sin alardes, sin temblores, con la eficacia de quien sabe que en este juego, la sangre fría es tan importante como el talento.

Caer con dignidad, levantarse con orgullo

Valencia se llevó la victoria (67-76) y certificó su billete para el playoff. El Hiopos Lleida, por su parte, perdió una batalla, pero no la guerra. Porque lo que queda claro es que este equipo está más vivo que nunca. Que en cada derrota encuentra motivos para resistir. Que su fe no es de calendario, sino de convicción.

En este Domingo de Resurrección, el Hiopos no logró el milagro. Pero dejó claro que no ha dicho su última palabra. Y en una Liga tan salvaje como la Endesa, eso ya es un aviso para navegantes.

Esto es baloncesto, esto es la Liga Endesa.

Ficha técnica

67- Hiopos Lleida (19+11+17+20): Batemon (7), Villar (2), Paulí (13), Bozic (7), Oriola (11) – cinco inicial- Wiggins (4), Walden (10), Bropleh (2), Muric (8) y Hasbrouck (3).

76– Valencia Basket (20+17+21+18): Badio (15), Pradilla (4), Montero (15), Costello (6), Ojeleye (7) -cinco inicial- Puerto (6), Reuvers (4), De Larrea (2), López-Arostegui (3), Jones (2), Brimah (6) y Sestina (6).

Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Sergio Manuel y Roberto Lucas. Sin eliminados.

Incidencias: Partido de la vigésimo octava jornada de la fase regular de la Liga Endesa disputado en el Barris Nord (Lleida) ante 5007 espectadores.

Foto: José Manuel Gómez