El Fibwi Mallorca busca la heroicidad en Fuenlabrada

Fotografía cedida por Fibwi Mallorca
El equipo de Pablo Cano visita este sábado (18:30) el Pabellón Fernando Martín para medirse al invicto Flexicar Fuenlabrada, en el quinto partido de la Primera FEB. Los mallorquines llegan reforzados moralmente tras rozar la gesta copera ante el Palencia y reencontrarse con la victoria en Son Moix.
El calendario no da tregua al Fibwi Mallorca Bàsquet Palma. Apenas cuatro días después de su emocionante eliminación en la Copa España ante el Super Agropal Palencia (78-79), el conjunto balear afronta este sábado otro exigente examen, esta vez en el mítico Pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada. Allí le espera el Flexicar Fuenlabrada, uno de los equipos más poderosos de la categoría y único invicto hasta la fecha, en un duelo que promete medir la capacidad de resistencia y el carácter competitivo de los hombres de Pablo Cano.
Fuenlabrada, difícil plaza
El reto no es menor. El Fuenlabrada, cuarto clasificado con un balance de tres victorias en tres partidos —ya ha disfrutado de su jornada de descanso debido a la asimetría de una liga con diecisiete equipos—, ha arrancado la temporada con paso firme. Su última victoria, un convincente 90-75 ante el Alega Cantabria, confirmó el potencial de un bloque construido para aspirar al ascenso. En el Fernando Martín, el conjunto madrileño mantiene intacta su identidad: intensidad defensiva, ritmo alto y talento en todas las líneas. Ganar allí nunca ha sido fácil, y menos para un recién ascendido que todavía busca asentarse en la categoría. Pero si algo ha demostrado este Fibwi Mallorca es que no entiende de jerarquías ni de presupuestos.
Los mallorquines, sextos con dos victorias y dos derrotas, llegan al duelo con la moral reforzada tras una semana de emociones contrapuestas. La derrota ante el Palencia, en los dieciseisavos de la Copa España, dolió por la forma —un solo punto separó al equipo de la épica—, pero dejó un poso de orgullo que difícilmente se borra. Con tres bajas fundamentales (Beraza, Matulionis y Bocca), el conjunto de Cano fue capaz de tutear durante cuarenta minutos a uno de los colosos de la Primera FEB, rozando la gesta y demostrando que, incluso en la adversidad, el equipo compite con alma. Aquella noche en Son Moix no se ganó, pero se consolidó una idea: el Fibwi no se rinde.
Tres días después, el domingo, el grupo dio otro paso adelante venciendo al Caja Rural CB Zamora (88-83) en su esperado regreso al Palau d’Esports de Son Moix. Fue una victoria liberadora, la primera en casa tras un mes de exilio forzado, y el reflejo de todo lo que este equipo representa: intensidad, compromiso y una conexión genuina con su afición. El público volvió a rugir, los jugadores respondieron con carácter y el pabellón recuperó su esencia. Aquella tarde, el baloncesto balear volvió a sentir que su casa late de nuevo.
Con ese impulso anímico encara el Fibwi Mallorca la cita en Fuenlabrada. El equipo ha crecido en cada jornada, consolidando una identidad reconocible basada en la defensa, la solidaridad y el ritmo colectivo. Pese a las bajas, el bloque ha sabido reinventarse. Brian Vázquez ha asumido galones en ataque, Lucas Capalbo ha gestionado los tiempos con madurez y jugadores como Aramburu o Bombino han aportado ese plus de energía que marca la diferencia en los finales apretados. La aparición de Löic Menuge, que se estrenó en Son Moix dejando buenas sensaciones, añade profundidad a una rotación que no se resigna a ser secundaria.
Las ausencias pesan
Las ausencias siguen pesando, y mucho. Xabi Beraza continúa su recuperación tras una grave lesión de rodilla, Osvaldas Matulionis no ha podido reaparecer todavía de su rotura fibrilar y Juan Bocca arrastra molestias por una fascitis plantar. Tres piezas capitales en el esquema de Pablo Cano, que sin embargo ha conseguido que el equipo mantenga el nivel competitivo gracias al compromiso de los que están. Esa capacidad de sobreponerse a la adversidad se ha convertido, casi sin querer, en una seña de identidad. El Fibwi puede tener menos centímetros o experiencia que otros rivales, pero pocos muestran tanta cohesión, fe y orgullo por la camiseta.
El choque en Fuenlabrada se presenta, pues, como una oportunidad para seguir creciendo. El rival es de los que imponen respeto: una plantilla con talento en todas las posiciones, experiencia en la élite y un pabellón que empuja. Pero el Fibwi Mallorca ya ha demostrado que no se arruga. Lo hizo ante el líder Palencia, plantándole cara hasta el último segundo, y lo refrendó frente al Zamora, resistiendo una remontada cuando parecía que el partido se le escapaba. Son dos muestras recientes de un equipo que no se rinde, que compite cada balón y que convierte cada partido en una oportunidad de reivindicación.
Pablo Cano, fiel a su estilo prudente pero ambicioso, ha insistido en la importancia de mantener el foco en el proceso más que en el resultado. “Sabemos a dónde vamos y contra quién jugamos, pero nuestra meta es seguir creciendo como grupo. Si hacemos las cosas bien, podemos competir contra cualquiera”, subrayó el técnico en la previa. El vestuario comparte esa mentalidad: jugar sin miedo, con identidad y sin renunciar a nada.
El escenario, inmejorable
El escenario invita a soñar. El Fernando Martín ha sido testigo de noches memorables del baloncesto español, y este sábado podría ser una más. El Fibwi Mallorca no parte como favorito, pero llega con algo que no se compra: la confianza de saber que puede tutear a los grandes. Y eso, en una liga tan igualada como la Primera FEB, vale oro.
El encuentro servirá también para comprobar hasta qué punto el esfuerzo acumulado —dos partidos exigentes en apenas cinco días— pesa en las piernas o, por el contrario, refuerza la mentalidad del grupo. El cuerpo técnico ha gestionado los minutos con inteligencia, buscando que todos los jugadores mantengan frescura y ritmo. “El calendario no nos ayuda, pero cuando la cabeza está fuerte, el cuerpo responde”, señaló Cano tras la épica batalla copera. Esa es precisamente la sensación que se respira en el equipo: que el sufrimiento forja carácter.
Con dos triunfos y dos derrotas, el Fibwi Mallorca Bàsquet Palma viaja a Madrid con la serenidad de quien ha encontrado su camino. Nadie dijo que el estreno en Primera FEB fuera sencillo, pero el conjunto balear está demostrando que no ha llegado para sobrevivir, sino para competir. Si algo ha quedado claro en este arranque de temporada es que ganarle al Fibwi será, para cualquiera, una tarea muy complicada.
El sábado, en el Fernando Martín, los mallorquines volverán a poner a prueba su capacidad de superación. No habrá nada que perder y mucho que ganar. Porque más allá del resultado, lo que está construyendo este grupo es algo que trasciende el marcador: identidad, confianza y orgullo. Y eso, al final, es lo que hace grandes a los equipos.
Fotografía cedida por Fibwi Mallorca
Autor Vicenç Ropero
