noviembre 6, 2025
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Fotos: RRSS Grupo Caesa Seguros FC Cartagena CB

El Grupo Caesa Seguros FC Cartagena CB viaja a Ourense con la mirada puesta en romper su mala racha. Cuatro derrotas consecutivas pesan, pero el equipo confía en reencontrarse con su mejor versión en un escenario conocido.

Una visita ya conocida

Hace apenas unas semanas, el Cartagena pasó por el Pazo dos Deportes Paco Paz para disputar la Copa, un torneo que en el club nunca ha sido prioridad. Aquella eliminación, más anecdótica que dolorosa, sirvió para conocer de primera mano un pabellón exigente y un rival sólido. Ahora el contexto es distinto: la Primera FEB marca el verdadero objetivo, y sumar una victoria fuera de casa se ha convertido en una necesidad para cambiar la inercia.

El Ourense llega tras vencer al Menorca (94-84), demostrando su fortaleza ofensiva. Pero el Cartagena no viaja con miedo: lo hace con la intención de competir, ajustar detalles y disipar las dudas sembradas por los últimos resultados.

El conjunto gallego es un equipo con argumentos de sobra para exigir concentración durante los cuarenta minutos. Su ataque se apoya en la dirección de Rafa Lisboa, un base con talento para marcar el ritmo y castigar cualquier despiste defensivo, y en el acierto exterior de Gabe Kalscheur, su principal referencia ofensiva. En el perímetro también destaca Carlos Jürgens, capaz de romper por potencia y generar desequilibrios. Bajo el aro, Sean McDonnell y Romaro Gill aportan centímetros y rebote, mientras que Chinedu Okonu añade energía en cada acción.
Frenar su fluidez ofensiva pasa por limitar las segundas oportunidades y no permitirles correr, obligándolos a jugar en estático, donde pierden parte de su velocidad y ritmo habitual.

Aun así, el Cartagena debe mantener la calma y la cabeza fría. La categoría es dura, el proyecto aún se asienta y cada jornada es un aprendizaje, aunque el cerco se cierre cada vez más ante la necesidad de resultados para asegurar la permanencia. En un curso donde la regularidad se construye paso a paso, el reto está en no perder la confianza ni la identidad cuando los resultados no acompañan. Esa paciencia, unida al compromiso diario, es la base sobre la que el equipo intenta reconstruirse.

En un momento delicado, el mensaje dentro del vestuario debe ser claro: la reacción ha de ser colectiva. No hay excusas, aunque las ausencias pesan. La de Marc Martí, llamado a ser uno de los líderes del vestuario, se nota cada vez más. El equipo ha mostrado destellos de lo que puede ser cuando está completo, y en esa promesa se sostiene la esperanza de un cambio cuando todos los jugadores están enchufados.

A esa situación se suma la incógnita sobre el futuro de Sebastian Thomas. Aunque su marcha parece cercana, el club no ha hecho oficial su salida ni ha anunciado un posible sustituto. Ese silencio deja en el aire una incertidumbre que debería resolverse cuanto antes.

Carácter para resistir

El reto de Ourense no es solo ganar, sino reafirmar una identidad. La Primera FEB no concede treguas: cada partido es una prueba de madurez en pabellones con historia y rivales de peso. Este tipo de encuentros forjan la personalidad de los equipos que logran mantenerse.

En ese terreno hostil, el Cartagena busca algo más que una victoria. Busca reencontrarse con su esencia, con la convicción de que solo desde el esfuerzo compartido se puede revertir la dinámica. En Ourense, el desafío es también una oportunidad: la de volver a creer en el camino trazado, en la idea de equipo y en el valor de resistir cuando más cuesta hacerlo.

Autor: Abraham Gallego
Fotos: RRSS Grupo Caesa Seguros FC Cartagena CB

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