Ilusionante decepción

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Termina la travesía de Caja Rural CB Zamora en la Primera FEB con el premio de su continuidad en la categoría
Ni los más optimistas del lugar podían imaginar el desarrollo que iba a tomar la competición desde el principio. El equipo zamorano ha saldado con sobresaliente la primera campaña en una de las categorías más complicadas del baloncesto europeo, donde compiten con clubes consolidados y de gran prestigio como Movistar Estudiantes, Silbö San Pablo Burgos o Monbus Obradoiro, habituales en ACB o en competiciones europeas.
Además, la confirmación de su salvación llegó un par de semanas antes de la conclusión de la liga regular, con cierta solvencia y sin demasiados agobios, ver el desarrollo de la competición para conjuntos como el castellonense o el vallisoletano que han terminado descendiendo después de una gran trayectoria en LEB Oro, es un indicio importante de la dificultad de mantenerse en esta liga.
Otro de los valores que aporta este club zamorano es la estabilidad y su salud económica, una entidad que no se endeuda ni gasta más de lo que ingresa, un axioma que debería ser evidente y que no siempre se cumple en el deporte en España, como ejemplo tenemos a Movistar Estudiantes que siguen saneando deuda o Gipuzkoa Basket que esta misma campaña publicaba que tras unos años saneaban sus cuentas, y mucho más cerca quedan los episodios de UEMC Real Valladolid Baloncesto que durante meses tuvieron pendientes el pago de las fichas o el caso actual de Flexicar Fuenlabrada, donde en un comunicado reciente la plantilla denunciaba una situación precaria e insostenible en el pago de sus nóminas.
Año histórico para CB Zamora
El club zamorano se fundó en el año 1977 y empezó a competir meses después acumulando a esta fecha 47 temporadas de competición en su historia que le ha llevado a diferentes categorías del baloncesto español. Comenzaba su andadura en tercera en el año 1978 con la denominación de Zamora CF, ya que en sus inicios estaba vinculado al club de fútbol de la ciudad, compitiendo varios años hasta su ascenso a segunda división en la temporada 1986/1987, después continuó en Primera Interautonómica hasta su ascenso a Primera División, la segunda categoría en importancia en el baloncesto de aquel entonces, en la temporada 1992/1993 como Pan de Azúcar y posteriormente Vino de Toro, que tuvo continuidad durante cuatro años en la categoría, incluido tras un descenso el segundo año, pero la ampliación a cuatro grupos en la novedosa Liga EBA, le permitió continuar en la segunda división un par de años más. En todo este bagaje anterior a nuestros días, la mejor clasificación del club fue el tercer año en segunda división en la campaña 1994/1995, donde terminó clasificándose para una segunda fase de ascenso a ACB, en una competición dividida en cuatro grupos de 14 equipos cada uno, quedando clasificados segundos de la primera fase en la Conferencia Norte, aunque posteriormente en la segunda fase quedó eliminado ocupando la penúltima plaza de su grupo. Esa temporada conseguirían el ascenso a la ACB el Gran Canaria y Trébol Gijón, que ganaban su plaza sustituyendo a Pamesa Valencia que perdía su playoff por la permanencia contra Somontano Huesca y a Leche Río Breogán que caía contra Valvi Girona y descendían ambos conjuntos de categoría. Esta magnífica temporada dejó un recuerdo imborrable en la afición zamorana que abarrotaba el Ángel Nieto, en la que conseguían entrar entre los cuarenta mejores equipos nacionales (la ACB estaba compuesta de 20 equipos hace tres décadas).
La temporada que acaba de concluir para el club, la 2024/2025, donde el modelo ACB está compuesto por dieciocho equipos y en la Primera FEB hay un grupo único de otros dieciocho, situaría al CB Zamora con su decimocuarto puesto final en la órbita del puesto 32 entre los equipos nacionales (llegaron a ocupar la quinta plaza en la jornada 4), consiguiendo un hito en la historia del club local. Pero no sólo su clasificación es un síntoma de salud excepcional en el club castellanoleonés, también son indicadores de su crecimiento la infraestructura deportiva que se ha ido desarrollando estos años, donde hay un trabajo de cantera cuidando a los más pequeños, el staff técnico que ha ido incrementando su número y calidad de miembros, con casi 500 niños en la escuela del club, 14 equipos en categoría autonómica y unos mil socios que acuden regularmente a sus encuentros.
El futuro próximo
Siendo realistas, el objetivo primordial del club zamorano es el de mantenerse en esta categoría el mayor tiempo posible, para lo que necesita seguir sumando adeptos en su afición y la continuidad de la implicación de empresas e instituciones que este año se han volcado con el club. Cuando colocas en perspectiva a un equipo que representa una ciudad como Zamora, en la barrera de los sesenta mil habitantes, con una población envejecida, dentro de la España Vaciada, con un tejido empresarial e industrialización muy reducida en comparación con el resto del país, se genera un contexto que da más valor aún a lo conseguido por el conjunto dirigido por Saulo Hernández, parte visible de un proyecto que aglutina un numeroso grupo compuesto por una multitud de personas que han aportado su granito de arena a la causa y que ve recompensado su esfuerzo con el premio de la permanencia.
Por eso titulamos este artículo como Ilusionante decepción, para reflejar la dualidad del sentimiento al terminar la temporada, por un lado contentos por la salvación, pero a la vez decepcionados por las expectativas que estos fantásticos jugadores crearon hasta mitad de temporada, colocando al equipo en puestos de playoff de ascenso de forma habitual. Qué alegría poder decepcionar al aficionado al baloncesto en la ciudad por no poder ascender a ACB, lo cual significa que han conseguido olvidar en parte el objetivo real del club, que compite contra gigantes del baloncesto nacional que le duplican en presupuesto y recursos, pero no en ilusión y ganas de continuar en una categoría tan importante.
Gracias CB Zamora por esta temporada y por esta “decepción”.

Muy buen artículo, como siempre. Eres capaz de transmitir tus sentimientos por este deporte de una manera muy especial. Gracias.