Muchas dudas y pocas certezas

El Dreamland Gran Canaria se traslada a Manresa en esta nueva jornada de la Liga Endesa, para enfrentarse al Baxi este sábado a las 17.00 H.C., buscando su primera victoria liguera.

Los inicios del Dreamland Gran Canaria esta temporada está dejando muchas dudas y pocas certezas en cuanto a juego se refiere. Soy más que consciente de que el equipo aún necesita rodaje, que hay mucho jugador nuevo y que los sistemas de Jaka son algo así como encontrar un hueco libre en Playa del Inglés en plena temporada alta, cosa cuasi imposible. 

Después del partido contra el Le Mans en BCL mis sensaciones son bastante preocupantes. Eso de ver al equipo jugar caminando me desquició por completo, a mí y a toda la parroquia que se congregó en el Gran Canaria Arena el pasado miércoles. Y no me vale de excusa que el trío arbitral fuera más malo que el veneno caducado (“eso es lucha”, ustedes me entienden) ni que los galos fueran muy intensos. No me vale por la sencilla razón de que los nuestros iban paseándose por la pista como quien pasea a Miss Daisy, con las manitas de mantequilla, mirando los rebotes como el que ve llover y no quiere salir a mojarse. Cierto es que hay algunos que escapan pero, permítanme que insista, las sensaciones no son buenas.

Y para colmo de males, el Baxi

Es verdad que hemos arrancado la competición liguera con dos equipos de alto postín, el actual campeón de la Liga Endesa y el actual campeón de la Copa del Rey. Por si fuera poco con semejante cartel, se nos une este tercer partido contra un equipo que siempre se nos atraganta en su feudo, el Baxi Manresa. Los pupilos de Diego Ocampo son, a día de hoy, uno de los equipos más físicos de esta liga. Da igual que le quiten a los manresanos un jugador o seis, lo que fichan se adapta perfectamente a un estilo intenso, guerrillero y que no deja indiferente a nadie.

Y con estos mimbres, el Granca poco puede hacer si no se pone las pilas. Entre que no ganamos en el Nou Congost desde el 13 de septiembre de 2021 y que el Baxi en casa es como un martillo pilón que machaca a sus rivales sin contemplaciones, los claretianos deberán cambiar de actitud y aptitud si quieren traerse la primera victoria a la isla. ¿Mi percepción al respecto? Es casi imposible que, jugando como lo están haciendo los insulares, nos alcemos con la victoria.

Las mismas claves de siempre

Esta es la pescadilla que se muerde la cola. Las claves para ganar el encuentro pasan por defender con una intensidad por encima de nuestras posibilidades, aprovechar nuestro juego coral y estar acertados de cara a canasta. El problemas es que los nuestros están aún en la parra, su concentración se diluye en cada partido como agua de mayo. Lo vimos contra el Madrid, lo revimos contra el Unicaja y, a puntito estuvo de pasarnos la misma historia contra el Le Mans. Con este percal, ganar al Baxi se convierte en una película de terror al más puro estilo de Alfred Hitchcock, tono de humor incluido, aunque sea en las letras que les escribo.

Necesitamos quitarnos de encima la apatía que arrastramos. Y digo bien, arrastramos, todos, jugadores, cuerpo técnico y afición. En este partido, donde la marea amarilla estará en la distancia, es menester que los nuestros pongan los cinco sentidos y todas sus intenciones en ganar el encuentro. No me vale que lo hagan sólo 3 jugadores y ojo, que Labeyrie está callando las bocas de aquellos que decían que no valía para esto, que iba a ser otro Sylven.  

Competir es de obligado cumplimiento

Es obligatorio que todos los jugadores se impliquen en igual medida porque de eso se trata esto, de jugar en equipo. Poco podemos hacer si 3 están con la actitud correcta y los demás están viéndolas venir como si el tema no fuera con ellos. No me valen más excusas, exigimos que todos den el doscientos por cien para poder avanzar y que atrás quede ese juego indolente que aburre hasta las ovejas.

No sé si el Baxi Manresa va a terminar pagando los platos rotos del mal inicio liguero de los claretianos o, por el contrario, nos van a seguir pasando la factura de partidos en los que nos arrollan con una puntación brutal. Lo que sí se es que los nuestros tienen y deben competir con todo. Para que quede claro, competir es de obligado cumplimiento. Si pierden compitiendo, asumo perfectamente la derrota pero si van a volver a pasear por Manresa y alrededores, prefiero ahorrarme la vergüenza y que se queden en casa. Es su decisión saber cómo quieren jugar y la mía si saco el látigo o no para ponerle las pilas pero eso sí, que cada cual asuma la suya con todas las consecuencias. Yo estoy dispuesta a responsabilizarme de las mías pero ¿estarán los nuestros en la misma línea para aceptar las suyas? Eso, lo veremos mañana aún así, sigo en este barco por mucho que me indignen los marineros.

Autor: Dyrma Herrera

Foto: Dreamland Gran Canaria