No siempre ganar te hace grande
Imagen Flirck Feb
El Flexicar Fuenlabrada se queda a las puertas de volver a la ACB tras caer en la final de ascenso ante el Real Betis Baloncesto.
Hay días donde todo se paraliza y el mundo del baloncesto pone los ojos en un solo lugar. En este caso, el foco estaba en la Caja Mágica con la celebración de la F4 de Primera Feb que da acceso a la Liga Endesa. Cuatro aficiones llenas de esperanzas e ilusión, se citaban en el pabellón madrileño para animar cada uno a los suyos dejando un ambiente tremendo en las gradas. Obviamente entre ellos se encontraba la marea azul que conformaban los seguidores del Fuenla que se han comido una temporada repleta de problemas institucionales y que tenían fe en que sus jugadores (pese a todo) le diesen la alegría del retorno a una ACB que sienten como propia.
Tal vez esto no es lo que esperan
No quiero ofender a nadie, pero no creo que sea el momento de hacer una analisis baloncestistico sesudo, en el cual imperen los datos estadísticos y explicar los aciertos y fallos que derivaron en la no consecución del ascenso por parte de los fuenlabreños. Me van a permitir que me vaya a lo emocional y a lo visceral dejando de lado mi habitual estado reflexivo .
Impresionante, ese es el adjetivo que me sale para describir los dos encuentros realizados por la plantilla azulona. Un contra todo, un remar a contracorriente continuo ( incluso con lesiones inesperadas como la de Jorgensen) que sufrió un golpe en el hombro y que tiró de bemoles para poder seguir ayudando a sus compañeros. Una actitud de equipo grande, de jugadores con pundonor y de un staff que se dejó las neuronas para revertir cada situación adversa que se dió en la pista.
Los nervios a flor de piel, la tensión que se cortaba con un cuchillo llevaban a estrellas a no estar finos en tiros que normalmente convierten. La defensas duras, los contactos constantes, mermaban sin remedio a un roster claramente más corto que el de los rivales. Esa es la clave, de porque no estan festejando ahora mismo en Fuenlabrada, la profundidad con la baja de Munnings, la retirada de Dee y los problemas físicos de Nzosa y Paul era muy complicado estar al 100% en todos los minutos que habrian de jugarse. Ese cansancio físico y mental se hizo patente en la prórroga de la final en la cual una antideportiva de McGrew y un despiste defensivo en una transición más la mayor claridad de ideas de los béticos, especialmente de Benite, condenaron todo el esfuerzo realizado al ostracismo, dejando con la miel en los labios al Flexicar Fuenlabrada.
Gracias por todo
En redes sociales, aún con la daga de la derrota clavada, esa era la expresión más utilizada por los hinchas del Flexicar. No se puede recriminar nada a un grupo de profesionales que han debido de ejercer su trabajo en una condiciones, por decirlo de manera suave, poco convenientes. La capacidad de superación y la resiliencia mostrada por cada integrante del conjunto dirigido por Toni Ten ha sido espectacular y ha enganchado de una manera brutal no solo a sus seguidores, sino también a cualquiera que se pusiera en la piel de uno de ellos ( como es mi caso). Faltó la guinda del pastel, es cierto, pero el resto de la tarta deja un sabor de boca maravilloso, que sin duda merece la pena disfrutar y saborear hasta el comienzo de la próxima temporada.
Para terminar quiero decirles a todos los que tienen una vinculación emocional con este club lo siguiente: “Recordad que no todas las lágrimas son amargas”. Ahora la decepción puede que no deje ver la gesta que ha supuesto esta temporada, pero con el pasar de las jornadas se tomará dimensión de la misma. La grandeza no la da un título o un ascenso, la da una forma de ser y de sentir los colores y la camiseta y de eso, por fortuna, el Fuenlabrada va sobrado.
Ha sido un placer compartir este final de temporada con vosotros, espero volver a coincidir pronto. Hasta entonces sean buenos y mucho baloncesto.
Imagen: Flickr Feb
