Objetivo cumplido.
Imagen Flirck Feb / Alba Pacheco
El Flexicar Fuenlabrada hace los deberes ganando al CB Naturavia Morón asegurando el segundo puesto.
El día D , la hora H, había llegado. La última jornada de la liga regular iba a dictar sentencia y marcar el devenir del Fuenlabrada en los playoff. La tensión se palpaba en el ambiente y los ojos de los aficionados alternaban entre lo que sucedía en la cancha y los móviles para obtener información de lo que ocurría tanto en Palencia como en Burgos. El enfrentamiento más sencillo, la obligación de ganar y el hecho de jugar en casa hicieron que por momentos el Fuenla se desconociera y pareciese desorientado, cosa que con el paso de los minutos pudo remediar y terminar ganando por 17 a un equipo aruncitano que fue todo corazón Dado el contexto, vayamos a lo mollar.
Los nervios a flor de piel
Los condicionantes externos ( no depender de sí mismos ) parecían afectar en demasía a los jugadores del Flexicar Fuenlabrada. Un inicio de partido dubitativo, sin ideas claras en ataque y con una defensa que se encomendaba más al fallo del rival que a la efectividad propia. No le gustaba la progresión del partido al staff técnico que contemplaba como los resultados ajenos les eran favorables pero que el suyo pendía de un filo hilo, sintiendo que en cualquier momento un arreón visitante podía hacer que este se rompiese obligando a hacer un “apaño” de emergencia, que por supuesto, no entraba en los planes de nadie. El transcurrir anodino de los primeros diez minutos llegaba a su final mandando a ambos contendientes al intervalo y a escuchar lo que ambos entrenadores tenían que decirles.
Los peores augurios de Toni Ten se hacían presentes en el segundo periodo, Un Naturavia Morón muy sólido en defensa conseguía parar en seco las acometidas madrileñas que no encontraban la manera de perforar la buena defensa de ayudas planteada por Dani García. No vamos de decir que la desesperación se adueñó de los locales, pero sí una sensación inesperada, de incomodidad que parecía no tener solución. La defensa tampoco mejoró su actuación del cuarto anterior, sucumbiendo ante el acierto de los andaluces. La pareja Norris-Da Silva campaban a sus anchas por el Fernando Martín sin que nadie tuviera el decodificador para descifrar el código que estaban usando para romper una y otra vez el cortafuego de los fuenlabreños.
La lógica se impone
Mentiría si dijiste que no me hubiese gustado estar en el vestuario al descanso y saber lo que le dijo Ten a los suyos durante el receso, lo que sí tengo claro es que no me hubiera resultado agradable vivir eso como jugador. Imagino que la bronca tuvo que ser tremenda, poniéndo a sus jugadores en situación de lo que se jugaban, más aún teniendo en cuenta las noticias que llegaban de los partidos de Estu y Betis que a esas alturas estaban siendo derrotados con claridad.
El cambio de panorama con el inicio de los segundos veinte minutos fue total y absoluto. El Flexicar Fuenlabrada había reemplazado el chip de los nervios por el de somos mejores y lo vamos a demostrar. La intensidad defensiva fue la base desde la cual se empezó a fraguar la victoria. La alegría que se le permitió a los morenense en los dos primeros cuartos se transformó en un suplicio en cada ataque. Fuenla, había puesto el candado en su aro y se disponía a aprovechar esa circunstancia en pista delantera. Los encargados de dinamitar el encuentro a base de triples y vértigo fueron Zurbriggen, Jorgensen y Durán. Los espacios generados por las transiciones rápidas y el desgaste de la corta rotación que presentaban ayer los naranjas, fueron el caldo de cultivo perfecto para que los tres exteriores brillasen con luz propia de cara al aro. Un parcial de 30-11 sentenciaba prácticamente la contienda y asegurando la segunda plaza.
Los últimos diez minutos se convirtieron en un esperar las noticias, en vivir más el Palencia-Betis y el San Pablo Burgos- Estudiantes que el propio envite. A cada minuto que pasaba, la certeza, de que el objetivo de ser segundos estaba en el zurrón. Una vez consumadas las derrotas de los sus competidores por la segunda plaza la alegría del deber cumplido estalló en el pabellón . Esta afición se merecía un final de temporada así, sobre todo tras la semana convulsa que se vivió en la previa de la definición con la lesión de Munnings y el comunicado de los jugadores. Ahora espera el Tizona Burgos en una eliminatoria a 5 duelos, donde el conjunto madrileño parte como favorito, pero que no será coser y cantar.
Ficha Técnica:
Flexicar Fuenlabrada 82 (16-14-30-22) : Matulionis (7) Jorgensen (12) Zurbriggen (19) Bilbao (3) Miguel (2) Rodríguez (3) Mc Grew (2) Durán (12) Nwogbo (8) Cruz (11) Westermann (3)
CB Naturavia Morón 65 ( 10-27-11-17) : M´Madi (13) Marín (9) Da Silva (15) Norris (17) Burgos (5) Parejo (4) García (2).
Imagen Flickr Feb/ Alba Pacheco
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