Rozando la gesta

El Hiopos Lleida rozó la proeza ante el poderoso Unicaja, pero se quedó a un suspiro de completar una remontada épica (88-89). El Barris Nord empujó como en las grandes tardes, el equipo creyó hasta el final… pero el baloncesto, caprichoso, decidió otro destino. Perder de uno siempre duele más, sobre todo cuando la sensación es que el partido estuvo, durante muchos minutos, al alcance de la mano.

El conjunto de Gerard Encuentra tiró de orgullo, de carácter y de una fe casi contagiosa tras una primera parte cuesta arriba. El Unicaja, sólido, profundo y con más colmillo en los momentos calientes, supo resistir cuando todo temblaba. Y es que el tercer cuarto del Hiopos Lleida fue uno de esos episodios que se quedan grabados en la memoria colectiva del pabellón.

Un tercer cuarto de fe, orgullo y Barris Nord en llamas

Tras un durísimo 37-51 al descanso, el Hiopos Lleida salió del vestuario con una energía distinta. Se respiraba en el ambiente que algo estaba cambiando. El público apretaba, el banquillo se agitaba y el equipo, por fin, corría con el corazón por delante. Melvin Ejim, imperial ante su exequipo, lideró la rebelión con puntos, fuerza y alma. Cada canasta suya era un latigazo emocional.

El parcial fue creciendo como una ola. Ejim, Shurna, Krutwig, todos sumaban. El Barris Nord rugía con cada robo, con cada rebote, con cada defensa apretada. De repente, el imposible dejó de serlo: del 48-58 se pasó al 64-65, una distancia mínima, casi simbólica. El Unicaja empezaba a mirar el marcador con nervios. Había partido. Había sueño. Había magia.

Pero apareció Olek Balcerowski, el pívot total, para frenar el incendio antes del último cuarto. Sus 19 puntos y 9 rebotes fueron una losa constante para la defensa ilerdense. Aun así, el 66-69 al final del tercer acto dejaba todo completamente abierto. El Lleida ya estaba de vuelta.

Un final de infarto que dejó al Lleida sin premio

El último cuarto fue una montaña rusa emocional. Golpe a golpe, sin tregua. Cada canasta del Hiopos Lleida era respondida por el Unicaja. Nadie regalaba nada. Caleb Agada, John Shurna y Oriol Paulí mantuvieron viva la esperanza con acciones de puro carácter. El 83-85 a falta de dos minutos hizo explotar al pabellón. La remontada estaba ahí, rozando los dedos.

Pero en los detalles, y es que el baloncesto vive de eso, el Unicaja fue más frío. Kendrick Perry, desde la línea de tiros libres, sostuvo a los suyos cuando la presión quemaba. El último suspiro llegó con un triple final de Shurna que dejó el definitivo 88-89. Un punto. Solo uno. Demasiado poco para premiar tanto esfuerzo.

En el plano individual, Melvin Ejim firmó 17 puntos cargados de orgullo, Krutwig aportó 11 con pleno de acierto, y Shurna sumó 13 con una muñeca afinada. El equipo repartió 16 asistencias, señal clara de un juego coral que nunca se rompió. El Unicaja, más certero desde el triple en la primera mitad y más firme en los libres, encontró ahí una ventaja decisiva.

Al final, queda la derrota. Sí. Pero también queda la imagen de un equipo que no baja la cabeza, de un Barris Nord entregado, de un Lleida que pelea cada balón como si fuera el último. El balance se queda ahora en 4-5, lejos aún del sueño copero, pero con la sensación de que este grupo, cuando se enciende, es capaz de mirar a cualquiera a los ojos.

Porque hay derrotas que enseñan. Y esta, por cómo se luchó, duele… pero también construye.

Ficha técnica

88 – Hiopos Lleida (20+17+29+22): Batemon (7), Ejim (17), Agada (7), Golomán (4), Jiménez (7) – cinco inicial – Walden (3), Paulí (9), Zoriks (-), Diagne (10), Sanz (-), Shurna (13) y Krutwig (11).

89 – Unicaja (21+30+18+20): Pérez (7), Balcerowski (19), Kalinoski (9), Barreiro (4), Perry (12) – cinco inicial – Audige (-), Webb (8), Díaz (5), Djedovic (8), Sulejmanovic (4), Duarte (10) y Tillie (3).

Árbitros: Luis Miguel Castillo, Javier Torres e Iyán González. Expulsados Walden, Ejim y Agada (Hiopos Lleida) por cinco faltas personales.

Incidencias: partido de la sexta jornada de la Liga Endesa disputado en el Barris Nord ante 5.478 espectadores.

Autor: José Manuel Gómez

Foto: x (twitter) Hiopos Lleida