Temporada para el recuerdo

El telón cayó en Fontajau con música local, pero el relato de la temporada seguirá sonando en las calles de Lleida durante mucho tiempo. El Hiopos, en su primer curso en la Liga Endesa, cerró este jueves un viaje inolvidable con una derrota en Girona (95-83) que no empaña ni un milímetro el orgullo acumulado durante meses de lucha, sacrificio y resiliencia. Fue un derbi catalán sin presión clasificatoria, pero lleno de carga simbólica: dos equipos empatados a 11 victorias se disputaban el honor del cierre, y fue el conjunto de Moncho Fernández quien se llevó el triunfo, empujado por una Fontajau entregada a la causa de la salvación.

Inicio con ímpetu

El inicio fue esperanzador para los de Gerard Encuentra. Con Batemon abriendo el camino y Paulí acertado desde fuera, el Hiopos arrancó con hambre y dominó los primeros compases (2-7, 10-15). El equipo leridano se sentía cómodo, más suelto, más fresco, y llegó a capturar siete rebotes ofensivos en el primer cuarto, imponiendo músculo bajo el aro rival. Pero como tantas veces en esta liga implacable, los partidos no se ganan solo con ímpetu. Girona respondió con temple y acierto, y tras cerrar el primer acto a cuatro puntos (20-24), asestó un parcial de 9-0 al inicio del segundo cuarto con Durham al mando (29-24).

El Hiopos, siempre combativo, reaccionó de inmediato para volver a ponerse por delante (32-34), pero tres triples consecutivos de Busquets, Geben y Ferrando, más un 2+1 del propio Geben, abrieron la primera brecha seria del partido (45-36). Para entonces, Madsen ya se había retirado por lesión y el acierto interior de los visitantes era mínimo. Solo un triple milagroso de Paulí desde el centro del campo evitó una sangría mayor al descanso (45-40). Era un partido sin red, sin el vértigo de la clasificación, pero con la intensidad emocional de quienes saben que cada punto es también memoria.

Orgullo hasta el último segundo

El tercer cuarto fue un toma y daca entre dos equipos que se respetaban y se entregaban por igual. Paulí empató el choque con dos triples (47-47), pero Iroegbu y Susinskas respondieron desde fuera (53-49). Batemon, Bozic y Paulí sostenían al Hiopos con orgullo: firmaron 40 de los primeros 55 puntos del equipo. Entonces apareció Lucas, hasta ahora discreto, para cambiar el guión con un 3+1 y un triple que dieron oxígeno al Girona (66-60). El cuarto se cerró con un 70-64 que dejaba todo abierto.

Pero el Girona no quiso sorpresas y salió a cerrar su fiesta con dos triples de Iroegbu y Susinskas (76-64). El Hiopos, fiel a su identidad, no bajó los brazos y llegó a colocarse a solo cinco puntos (78-73, min.33). Fue el último empujón de un equipo que ha aprendido a morir de pie. Los locales, con Susinskas imparable (4 triples en 6 intentos), Durham eléctrico y Marcos sumando desde el banquillo, apretaron el acelerador hasta sellar la victoria con una máxima ventaja de 14 puntos (95-81).

El Hiopos Lleida se despide de su primera aventura en la Liga Endesa con una derrota, sí, pero también con una lección: que competir contra gigantes no sólo es posible, sino también admirable. Que un equipo sin historia en los despachos puede escribirla en la pista. Qué Lleida tiene baloncesto para rato.

Ficha técnica

95 – Bàsquet Girona (20+25+25+25): Marcos (5), Irogebu (12), Busquets (7), Martínez (-), Geben (13) -cinco inicial-; Durham (15), Susinskas (18), Pons (8), Cáffaro (7), Lucas (7), Ferrando (3) y Sanmartín (-).

83 – Hiopos Lleida (24+16+24+19): Villar (4), Batemon (20), Hasbrouck (8), Bozic (15), Oriola (2) -cinco inicial-; Wiggins (-), Paulí (17), Sanz (7), Walden (2), Bropleh (6), Dabo (2) y Madsen.

Árbitros: Calatrava, Padrós y Fernández.

Incidencias: Partido de la jornada 34 de la Liga Endesa disputado ante 4.367 aficionados en el Pavelló de Fontajau, en Girona.

Foto: ACB Photo