Una batalla tras otra

El FC Cartagena CB encara el final de una exigente gira lejos de casa. Tras las derrotas en Donosti y Ourense, el conjunto de Félix Alonso visita al Hestia Menorca con el deseo de cerrar el viaje con, al menos, una victoria que devuelva energía y confianza antes de volver al Palacio.

La Copa

La eliminación copera en Ourense (90-77) hay que tomarla como lo que es: una oportunidad para centrarse únicamente en la liga y en la permanencia, siendo conscientes de lo que se busca. Esta derrota supone, más que una decepción, una liberación. Pero también es necesario saber leer cómo la ha enfrentado el equipo. La Copa nunca fue el objetivo, y después de esto se puede enfocar el esfuerzo en lo verdaderamente importante.

Las derrotas, asumidas sin dramatismo, han recordado al equipo la necesidad de construir desde la regularidad y no desde los impulsos. El conjunto albinegro compitió con entereza en Ourense durante buena parte del encuentro, aunque un mal tercer cuarto rompió las opciones de remontada. Cayendo finalmente en el último cuarto y asumiendo que la copa no es lo nuestro y no debía serlo. A todos nos gusta competir y jugar, pero debemos tener en cuenta a lo que venimos aquí.

Tocamos puerto en Menorca

El Hestia Menorca llega al choque con ilusión renovada tras un verano de cambios y fichajes ambiciosos. Javier Zamora, que cumple su sexta temporada al frente del proyecto, ha armado un bloque dinámico, joven y con identidad defensiva.

El equipo balear se apoya en la experiencia del pívot Víctor Arteaga, referente interior que asegura rebote y presencia en ambos tableros, y en la anotación exterior de Spencer Littleson, uno de los grandes tiradores de la liga. Junto a ellos, nombres como Jaume Lobo, Jalen Cone y Nico Galette aportan velocidad, energía y puntos en el perímetro.

Por ahora, Menorca ha sumado una victoria en liga de los cuatro partidos disputados hasta la fecha, aunque sus anteriores enfrentamientos fueron ante rivales de peso: Leyma Coruña, Palencia, Obradoiro y Fibwi Palma.

El Cartagena deberá frenar ese ritmo alto sin perder consistencia en defensa. Un aspecto clave será cómo el equipo gestione el cansancio después de la jornada copera. Menorca juega con alegría, empuja desde su público y busca crecer desde la intensidad. No es un rival que conceda transiciones fáciles ni segundas oportunidades en su pista.

Mirar en nosotros mismos

El conjunto cartagenero afronta esta última parada con dos derrotas en sus dos salidas previas, y necesita cerrar la travesía con un mensaje claro: que el grupo sigue unido, aprendiendo y madurando en la adversidad.

A veces la temporada no se mide por los resultados inmediatos, sino por la forma en que un equipo responde cuando más cuesta. El regreso al Palacio se acerca, pero antes queda un último desafío. Menorca no será un destino sencillo, aunque puede convertirse en el punto de inflexión que el equipo necesita si logra arrancar una victoria.

Un partido para recuperar sensaciones, reencontrarse con su identidad y demostrar que, incluso lejos de casa, Cartagena sigue sabiendo quién es.

Autor: Abraham Gallego

Fotos RRSS Grupo Caesa Seguro FC Cartganea CB