Al ritmo del Granca. 

El Dreamland Gran Canaria hizo bailar a su antojo al Covirán Granada, en la novena jornada de la Liga Endesa. 

Era un partido importante para los claretianos, no lo vamos a negar. Había que poner toda la carne en el asador y dar un paso de gigantes en la Liga ACB. Y lo hicieron, vaya si lo hicieron.  

Arrancó el partido en el Gran Canaria “Fortín” Arena con los insulares metidos de lleno en la faena. Abrió el marcador AJ Slaughter con dos triplazos seguidos. Los de Jaka Lakovic querían liquidar al Granada por la vía rápida e imprimieron velocidad a su juego coral. Eso y el inicio festivalero del triple por parte de los amarillos, 7 triples encestados en este cuarto hicieron que Pablo Pin, tuviera que pedir un tiempo muerto con un parcial de 14-3. De poco sirvió el parón de los granadinos ya que, otro triple de Albicy los dejaba grogui de nuevo. En la pintura, Pelos y Lammers hacían su parte. El Granada lo intentaba, pero el Granca no le daba opciones, estaba claro que se iba a jugar a lo que quisieran los insulares (29-14). 

Salió más enchufado el conjunto de Pablo Pin en el segundo cuarto o, por lo menos, intentó hacerlo con un triple de Tomàs. Los claretianos se dedicaron a controlar el partido a su manera. Los puntos de Salvó y Brussino dejaban ko nuevamente a los granadinos. El Granca tiraba de su repertorio coral y el Granada, sólo podía bailar al ritmo que marcaban los isleños. Cada vez que los de Pablo Pin se confiaban e intentaban acercarse en el marcador, los canarios le minaban la moral a base de triples o canastas fáciles (45-31). 

¡Qué bueno que viniste, José Nicolás Brussino! 

Parece mentira, pero no apareció la pájara canariona de los terceros cuartos. En su lugar, los claretianos siguieron a lo suyo, viendo la canasta como si de las piscinas naturales de Gáldar se tratasen. Los triples de Brussino y Slaughter noqueaban a un Granada que intentaba contrarrestar la ofensiva isleña, mediante Costa y Thomasson. Pero es muy difícil batir a este Granca cuando Brussino tiene el día. El argentino quería celebrar el cumpleaños de Lammers por todo alto y sacó toda la artillería pesada. El Granada sólo podía verlas venir y aprovechar las pocas ocasiones que le dejaban los canarios (71-54). 

El acierto claretiano comenzó a menguar en el último cuarto y el Granada lo aprovechó por mediación de Kramer. Aún así, el pibe del mate seguía mandando en la pista y dándole alas a los insulares. Díaz tiraba de los suyos, viendo la dejadez de los amarillos, y contagió a Thomasson, reduciendo la distancia por primera vez, por debajo de los 10 puntos. Buena reacción del conjunto visitante que obligó a Lakovic a parar el partido. El golpe en la mesa para frenar a los granadinos lo dio el de siempre, Nico Brussino, con un mate espectacular. A partir de aquí, los insulares siguieron controlando el encuentro sin darle más oportunidades, al contrario. Para no variar, se jugó a lo que los insulares dictaban y, los de Pablo Pin, no pudieron hacer otra cosa que aguantar el chaparrón (89-75). Nueva victoria de los pupilos de Lakovic quienes, a la espera del resto de resultados de la jornada, ya se han colocado en puestos de playoff. 

Cogiendo el ritmo y mejorando. 

El Granca ha dejado constancia hoy de la mejoría en su juego. Hemos visto cómo el equipo, está cogiendo el ritmo a la competición y va mejorando partido a partido. Lo más doloroso ha sido ver a Shurna en el lateral, vestido de calle, a quien sólo le ha faltado saltar a pista para ayudar a sus compañeros. 

Pero, parece ser que sus compañeros no quieren preocuparle ni que acelere su recuperación. Por ello, están poniendo todo de su parte en la pista. Aplicados en defensa, inconmensurables en ataque, desplegando su juego coral y trabajando para mejorar. La imagen que está dejando el Granca en estos últimos partidos es bastante buena. Todos están aportando su granito de arena para que el equipo funcione. 

Con un Pelos cada vez más acertado en defensa, un Lammers incansable, un Prkacin batallador y un Happ cada vez más integrado y aportando. Esto es lo que queríamos ver de los 4-5 del Granca. Cada vez se notan menos las carencias, a pesar de la falta de músculo. Jaka, una vez más, tenía razón. Había que darle tiempo al equipo para que se adaptara y, sobre todo, había que darle confianza a los nuevos. 

He vuelto a ver la implicación de jugadores como Albicy, Brussino o Salvó que, al igual que hicieran el año pasado con Benite, le dan mucha bola a Happ para que demuestre lo que vale. Eso es lo que hace un equipo, apoyar a los que lo están pasando peor para que cojan el ritmo del resto. La conexión dentro del vestuario es más que buena y eso, es un valor a tener en cuenta. 

Queda claro que el equipo aún puede dar mucho más, pero está en el camino correcto. Esta es la línea a seguir, la del trabajo, la de la implicación, la de poner en valor a todos y cada uno de los que forman parte de la plantilla. Juntos somos mejores, no tengo la menor duda. 

Ahora, toca nueva jornada europea el miércoles en casa. Hay que seguir trabajando. Por cierto, para aquellos que nos daban por muertos hace unas jornadas sólo tengo una cosa que decirles. Esto es muy largo, como decía mi padre “la procesión no termina hasta que pasa el último monaguillo”. Todavía queda mucho y el Gran Canaria aún no ha dicho su última palabra. ¡Keep calm & enjoy! O, mejor dicho, al golpito y con buena letra. 

89. Dreamland Gran Canaria: Slaughter (17), Albicy (8), Brussino (24), Pelos (8), Happ (10), Kljajic (-), Bassas (3), Landesberg (4), Prkacin (2), Salvó (6) y Lammers (7). 

75. Covirán Granada: Felicio (3), Cheatham (7), Costa (8), Thomasson (19), Kramer (7), Kairys (12), Díaz (8), Iriarte (4), Tomàs (5) y Martínez (2). 

Foto obtenida de la web del Dreamland Gran Canaria.