Amarga derrota palentina en Ourense.

El Súper Agropal Palencia firma ayer el que probablemente haya sido su peor encuentro hasta la fecha. Los palentinos, desajustados en defensa y con nulo acierto desde los 6,75 sucumben ante un enorme Aircargobooking Ourense que dominó durante el grueso del partido y mereció la victoria en todo momento. La semana no termina aquí, ya que el sábado el Naturavia Morón visita la Caldera de Castilla.

Primeramente es de recibo felicitar al San Pablo Burgos por su ascenso a la máxima categoría del baloncesto español. Desde Palencia y desde Basket Pasión mandamos al conjunto burgalés nuestras felicitaciones y le deseamos lo mejor para la temporada que viene. ¡Enhorabuena Burgos!

Respecto al partido que nos atañe, me apena decir que ha sido una auténtica amargura ver a un Palencia tan quebrado en tantos aspectos, especialmente cuando las sensaciones de los últimos encuentros habían sido tan buenas. Poca explicación puede el aficionado dar a lo ocurrido ayer en Ourense, salvo cansancio acumulado, final de temporada… llámenlo como quieran… el caso es que desde la lesión de Kamba y el desajuste generalizado que ésta provocó, el Palencia no ha sido el mismo, a pesar del esfuerzo.

El quinteto inicial visitante lo formaba Krutwig, Pablo Hernández, Vaulet, Borg y Oroz que se preparaban para el duelo tras un minuto de silencio por el fallecimiento del vicepresidente del Grupo Pérez Rumbao, Ramón Seijas. La primera posesión era para el Ourense, cuyo grandísimo jugador, Rafa Lisboa, se apresuraba para encender el luminoso con un perfecto lanzamiento desde los 6,75 que anunciaba que los gallegos iban a luchar sin tregua para asegurarse la permanencia. Y es que el tiro de tres se convirtió en un auténtico dolor de cabeza para los palentinos. Con una defensa quebrada por momentos, los triples liberados de Lisboa, Brito y Barton asfixiaron a los castellanos, que no pudieron responder desde la misma distancia por una inusitada falta de acierto: 2/23 para el Palencia frente a 13/27 para el Ourense. Evidentemente, así no se puede ganar un partido.

Los palentinos, como siempre, tardaron en despertar, algo que, repito, puede pasar muy mala factura como ya hemos visto en el día de ayer en el Paco Paz. Un nefasto arranque morado que los gallegos supieron aprovechar convirtiéndose en un vendaval imparable liderado por Brito y el nuevo fichaje de los orensanos, cuyo debut no pudo ser mejor, Barton, el sueco que se encargó de torpedear desde los 6,75 al conjunto de Luis Guil.

Los acercamientos del Palencia eran tímidos, y de no ser por Vaulet, que parecía desparecido pero regresó ayer en su gran gloria, el equipo castellano hubiera estado absolutamente descompuesto. También colaboró Kunkel, que intentaba evitar que la escabechina gallega no fuera tan salvaje. A 13-2 detenía Luis Guil, mientras que Moncho López lo hacía con 15-13 tras un parcial de desastre del Ourense. Pero la lucha de los gallegos fue dura y persistente, evidenciando un claro dominio local al final del primer cuarto, 30-17.

El segundo cuarto, que se llevó el Palencia como parcial (20-30) fue el único en el que los palentinos decidieron intentar poner sus mejores armas al servicio del equipo, con un Adam Kunkel que salía al rescate de los suyos, pero que a veces jugaba sólo en la pista. Como nota positiva de los visitantes: los tiros libres, 26/27, que ayudaron a mantener competitivo a un equipo absolutamente desconocido que sorprendía a propios y extraños. A pesar de los esfuerzos de Vaulet y los intentos de Krutwig en defensa, los orensanos seguían imparables, ejerciendo un baloncesto de mucha calidad que arrolló a su rival. A mitad del segundo cuarto, y tras una defensa palentina nefasta, los gallegos volvían a establecer su voluntad 40-28. El Palencia había pasado de estar a 4 puntos, a perderse en el limbo del olvido. Los triples seguían asfixiando a los visitantes y las ofensivas generales del Ourense siempre acababan dando frutos, como las intervenciones de un magistral Krikke, que junto a Brito, se convirtieron en los mejores valorados de su conjunto, siendo este último el MVP indiscutible del partido. Ni siquiera hoy Nkereuwem pudo ejercer su baloncesto, y es que el estadounidense de pasaporte nigeriano todavía tiene que adaptarse un poco al estilo que aquí se practica. Un 50-47 antes del descanso evidenciaba un Palencia que había despertado, en parte aprovechándose del bonus del Ourense y los consiguientes libres, pero mostrando aún un dominio local que por otra parte, duraría el resto del partido.

Los palentinos mostraron una versión muy, muy mejorable de su juego general.

Tras el descanso, la tónica del partido no cambió demasiado, salvo un notable peso local en la balanza hacia la victoria. Krutwig intentaba sacar a su equipo adelante y Wintering, tocado por esguince de tobillo, hacía lo que podía demostrando calidad, velocidad y compromiso, pero no era suficiente. En el Palencia algunas estrellas brillaron, e incluso fue una delicia volver a ver a Vaulet en movimiento, pero no hubo cohesión de equipo, Borg no podía mover la pelota como a suele hacerlo y Oroz se quedaba corto en muchas ocasiones, a pesar de realizar muy buenas jugadas y una buena labor defensiva. En las filas gallegas nadie perdonaba los fallos visitantes, los triples seguían sofocando tras fallos defensivos que dejaban incomprensibles tiros liberados. Martín Fernández, Brito y Barton campaban a sus anchas y el resultado 74-69 al final del tercer cuarto así lo evidenciaba.

El último cuarto fue un más de lo mismo, Palencia fallaba estrepitosamente desde los 6,75, y el Ourense era capaz de mantener un ritmo muy alto y desplegar un baloncesto muy dinámico que le llevó a una merecidísima victoria. Los palentinos parecían estar rotos. Krutwig intentaba pelear, pero no era suficiente. La defensa visitante estaba despedazada, permitiendo muchísimos huecos. Luis Guil detenía de nuevo tras el fantástico triple liberado de Sergio Rodríguez. El artillero palentino, Adam Kunkel, estaba desparecido desde su distancia favorita. El tridente Krutwig+Vaulet+Wintering intentaba dar los últimos coletazos de un equipo irreconocible, pero el daño ya estaba hecho. Los orensanos habían sabido sembrar muy bien durante todo el partido, y a pesar de los esfuerzos palentinos, la cosecha fue merecida para los locales: 94-84.

Final de temporada intenso, el sábado el Morón visita Palencia.

De esta manera, las sensaciones tan buenas adoptadas tras los partidos contra el Obradoiro y el Tizona parecen disiparse por momentos. Pero esto es así, no hay que bajarse del barco en cuanto atiza la marea. Primera FEB es una competición muy dura, intensa y con una temporada muy exigente, los palentinos todavía tienen que darnos muchas alegrías, estoy seguro de ello.

Hay que empezar por regresar a la senda de la victoria, a pesar de tener asegurados ya el sexto puesto por la gran, aunque a veces irregular, temporada que están haciendo los palentinos, toda victoria es siempre un paso más hacia la grandeza, bien sea en cuestión de objetivos, factor cancha, basket-average, moral…

El sábado, los muchachos de Dani García, el Naturavia Morón, visitan por primera vez La Caldera de Castilla. El actual colista, con el descenso garantizado, viene de perder contra el Betis en La Alameda en un partido en el que los locales lucharon y, de hecho, dominaron durante el primer cuarto pero fueron desinflándose poco a poco ante un Betis que supo crecer progresivamente hasta imponer su voluntad. En cualquier caso, la derrota nunca es una opción, y a pesar de las adversidades, el Morón posee una gran plantilla, luchadora, humilde y con capacidad de mucho más, aunque al final del día las cosas no hayan cuajado de la manera que uno desearía, el equipo sevillano ya se ha ganado el respeto de todos los aficionados al basket.

En cuanto a sus filas, hay que comentar que ha habido mucho movimiento en los últimos meses, desde la incorporación de Tito Casero Jr, que ya no forma parte de las filas moronenses, hasta un cambio de entrenador anunciado a finales de enero, Dani García. También por esas fechas se incorporaba al equipo Antonio Burgos, el ala-pívot sevillano que regresaba al Morón para reforzar su juego interior. Los andaluces incorporaban también a principios de marzo a Rafa García, el base granadino que venía a aportar “defensa y visión”, como así rezaban las redes sociales del club.

La última vez que ambos equipos se enfrentaron, en el partido de ida, a los palentinos les costó obtener la victoria ante un Morón luchador y muy competitivo (86-91) con unas estrellas moronenses que brillaron con luz propia como Kouadio y Badji, que desafortunadamente ya no se encuentran en las filas del conjunto sevillano. Pero también con un Javi Ortega y Tamba que ayudaron a mantener el juego de su equipo y a casi conseguir una victoria tras unos segundo y último cuartos grandiosos. Así que ya lo saben, el sábado 26 a las 19:00 tienen todos ustedes una cita con el buen basket en La Caldera de Castilla. ¡No se la pierdan!

El partido contra el Aircargobooking Ourense pertenecía a la trigesimoprimera jornada de liga regular de Primera FEB, disputado en el Pazo Dos Deportes Paco Paz. Expulsado Nkereuwem por acumulación de faltas.

Árbitros: QUINTAS ALVAREZ, ASIER – GONZALEZ CUERVO, FRANCISCO – ACEVEDO PERERA, SERGIO

94 – Aircargobooking Ourense (30-20-24-20): Brito* (22),Mendicote* (6), Sergio Rodríguez* (7), Samuel Rodríguez (3), Martín Fernández (6), Santiago Paz (7), Krikke* (18), Lisboa* (12), Barton (13), Sotelo (-)

84 – Súper Agropal Palencia (17-30-22-15): L. Nkereuwem (0),A. Wintering (8), A. Kunkel (13), T. Borg* (11), X. Oroz* (4), M. Rodríguez (0), Chema González (4), L. Gnjidic (5), P. Hernández* (0), J. Vaulet* (21), C. Krutwig* (13), D. Dimitrov (5)

* quinteto inicial

Imagen: redes sociales del Súper Agropal Palencia