Duelo al límite

¡Qué tarde, amigos del baloncesto! Una tarde baloncestística de esas que te arrancan la respiración y te hacen sentir el calor de la batalla en la piel. En un Buesa Arena con casi 8.000 gargantas empujando cada canasta, el Baskonia se llevó un triunfo épico por la mínima (100-99) frente a un Hiopos Lleida que llegó a soñar con el golpe perfecto, a acariciar la gloria en tierra ajena. Fue Markus Howard, el francotirador sin miedo, el que selló la tarde con una actuación de esas que se escriben con tinta dorada: 38 puntos, ocho triples y el peso de un equipo entero en sus manos.

El Lleida, como un héroe sin miedo, se plantó en la cancha del Baskonia sin complejos, como quien sabe que no tiene nada que perder y mucho por ganar. Desde el primer cuarto, los de Gerard Encuentra se lanzaron con el cuchillo entre los dientes, liderados por un inspirado Muric que descolocaba a la defensa baskonista. Y así, sin pedir permiso, tomaron la delantera hasta 14 puntos, mientras en las gradas los seguidores del Baskonia comenzaban a preguntarse si la tarde les daría alguna tregua. Al cierre del primer cuarto, un triple de Sedekerskis dejó a Baskonia tambaleándose, con un 19-21 que anticipaba un segundo cuarto en el que la marea leridana iba a golpear más fuerte.

Festival de triples

El segundo cuarto fue un festival de triples del Hiopos Lleida, que se alejaba cada vez más mientras Howard, en solitario, trataba de mantener a Baskonia en la pelea. El rebote ofensivo catalán, con un Oriola implacable, fue un muro que los vascos no conseguían atravesar, y el marcador se disparó hasta un 22-36 que hizo que el Buesa Arena contuviera el aliento. Fue en ese instante cuando Howard decidió que no iba a dejar caer a su equipo. Se echó el duelo al hombro, y cada vez que su muñeca lanzaba al aro, la esperanza volvía a los aficionados del Baskonia. Con un 47-48 al descanso, el Baskonia parecía haber encontrado un respiro.

Howard y cuatro más

Pero los de Lleida no habían dicho su última palabra. Un 0-7 al inicio del tercer cuarto volvió a sembrar el pánico en la cancha local, mientras el Hiopos, con el descaro de un recién llegado a la élite, jugaba sin miedos y con la puntería de quien sabe que no hay más oportunidades. Fue entonces cuando el Baskonia se sacudió el letargo, y con un parcial 23-5 gracias a Howard cerró el tercer cuarto con un 82-70 que, en cualquier otra circunstancia, habría sido una sentencia.

Hasta el último segundo cuenta

Pero el Hiopos Lleida estaba allí para pelear hasta el último segundo. Muric, inspirado y con la muñeca encendida, anotó cuatro triples en el último asalto que pusieron el marcador en un ajustadísimo 98-95 a tan solo 54 segundos del final. Y cuando Luka Bozic tuvo en sus manos el empate desde la línea de tiros libres, el pabellón se quedó en silencio. Pero falló uno de ellos, y la victoria, aunque por un hilo, se quedó en Vitoria.

La épica de Baskonia y el coraje del Hiopos Lleida quedaron grabados en el Buesa Arena. Quizás no hubo instant replay, pero los cerca de 8.000 testigos guardarán para siempre la imagen de Howard alzando al Baskonia desde el abismo y el eco del último suspiro en una tarde para recordar.

Ficha técnica:

Baskonia (19+28+35+18): Forrest (17), Howard (38), Sedekerskis (5), Moneke (9), Hall (6) -cinco inicial-, Raieste (-), Luwawu-Cabarrot (6), Jaramaz (5), Rogkavopoulos (7) y Diop (7).

Hiopos Lleida (21+27+22+29): Walden (6), Hasbrouck (13), Paulí (6), Muric (23), Madsen (-) – cinco inicial-, Bropleh (16), Villar (3), Bozic (14), Cooke (2), Caicedo (5) y Oriola (11).

Árbitros: Fernando Calatrava, Cristóbal Sánchez y David Sánchez. Sin eliminados. Señalaron falta técnica a los locales Howard (min.15) y Moneke (al descanso).

Foto: ACB PHOTO