El Fibwi Mallorca conquista el Amenabar Arena
Fotografía cedida por Fibwi mallorca
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| 24 | 13 | 18 | 10 | 65 | |
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Iveready Gipuzkoa Basket
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Fibwi Mallorca Basquet Palma
Iveready Gipuzkoa Basket
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Fibwi Mallorca Basquet Palma
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Q1
24- 13
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Q2
13- 25
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Q3
18- 15
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Q4
10- 18
Victoria de carácter y madurez en San Sebastián (65-71) tras un duelo duro y de ritmo bajo en el que la dirección de Capalbo, el trabajo de Bombino y la energía del grupo sellaron un triunfo de prestigio
Golpe en la mesa
El Fibwi Mallorca Bàsquet Palma dio este domingo un golpe de autoridad en el Amenabar Arena al imponerse al Inveready Gipuzkoa Basket por 65-71. Fue una victoria más que necesaria, pero sobre todo significativa: el equipo de Pablo Cano demostró que su crecimiento no se mide solo en resultados, sino en la capacidad de competir en escenarios exigentes, ante rivales duros y en partidos que exigen madurez. El triunfo en San Sebastián es, en ese sentido, una confirmación del carácter que viene forjando este Fibwi desde el inicio de la temporada, una muestra de que el descanso liguero sirvió para recomponer fuerzas, ajustar detalles y reafirmar convicciones.
El partido comenzó con un tono áspero, más defensivo que fluido. Ambos equipos apostaron por la intensidad y el control, con poco margen para la brillantez ofensiva. En los primeros tres minutos el marcador apenas se movía (4-3), y cada punto parecía costar una batalla. El triple liberado de Jon Ander Aramburu ponía el 7-8 y abría un pequeño respiro, pero el Gipuzkoa respondía desde el tiro libre para situarse en 14-10. Loïc Menuge trató de romper la sequía con un lanzamiento exterior (14-13), aunque el conjunto local seguía castigando desde la personal y cerraba el primer cuarto con una ventaja importante: 24-13. En ese arranque, el Fibwi sufrió un desequilibrio claro —el rival lanzó hasta 18 tiros libres en diez minutos— y tuvo que remar a contracorriente, con la sensación de que el partido se estaba escapando por detalles arbitrales y falta de ritmo ofensivo.
Conexión tardía
Sin embargo, el equipo balear no bajó los brazos. El segundo cuarto trajo una versión muy distinta del Fibwi: más intenso, más conectado, más reconocible. La defensa comenzó a generar ataques rápidos, el balón circuló con mayor sentido y la confianza volvió a aparecer. El marcador se apretó rápidamente (25-22) y, poco después, el Palma se situaba por delante (27-26) tras un notable trabajo en la pintura y una mejora general en la lectura del juego. La reacción fue contundente: el conjunto de Pablo Cano logró abrir una pequeña brecha (32-38), aprovechando los mejores minutos de Capalbo en la dirección y de Bombino en el poste bajo. No obstante, el Gipuzkoa reaccionó en los compases finales y logró llegar vivo al cierre de la primera mitad con un ajustado 37-38. La remontada era una realidad; el Fibwi había recuperado sensaciones y volvía al vestuario con la confianza de saber que podía dominar el partido desde su defensa.
El tercer cuarto mantuvo la línea de equilibrio. Ninguno de los dos equipos consiguió romper el guion, aunque el conjunto local encontró en Tanor Ngom —su pívot de 2,18 metros— un recurso para mantener el pulso. El interior africano se hizo fuerte bajo el aro, forzando faltas y generando puntos que sostenían a los suyos. Pese a ello, el Palma siguió plantando cara. Lucas Capalbo asumió galones y, con un triple decisivo, colocó a su equipo por delante (50-53) tras varios intercambios de canastas. Sin embargo, los locales cerraron mejor el periodo y recuperaron la ventaja (55-53), dejando todo por decidir en los últimos diez minutos.
Final para valientes
Y fue ahí, en el último cuarto, donde el Fibwi mostró su verdadero carácter. El duelo se mantuvo igualado, con ambos equipos alternando el mando del marcador. Dos tiros libres de Lysander Bracey y uno del rival situaron el 56-55, y a partir de ahí el encuentro entró en una fase de máxima tensión. Cada posesión valía oro. A falta de cinco minutos, el marcador reflejaba un empate a 60, y entonces emergió la figura de Capalbo. El base uruguayo tomó el timón con personalidad y fue el gran protagonista del tramo final: anotó, asistió, controló el ritmo y contagió serenidad. Su actuación, acompañada por la consistencia defensiva de todo el bloque, permitió al Palma escaparse definitivamente y cerrar el partido con un 65-71 que supo a victoria de prestigio.
El análisis estadístico deja nombres propios claros. Capalbo fue el líder indiscutible del encuentro: 20 puntos, 3 de 3 en triples, 5 rebotes y una dirección impecable en los momentos calientes. Pedro Bombino firmó otro partido de mérito, especialmente en su trabajo defensivo. Le tocó lidiar con un rival temible —Ngom terminó con 20 puntos—, pero el cubano evitó que su impacto fuera aún mayor, además de aportar 12 puntos y 7 rebotes fundamentales. Brian Vázquez, desde el banquillo, fue el estilete silencioso que rompió el partido con su efectividad: 14 puntos, con un 3/3 en tiros de dos, 2/3 en triples y 2/2 en tiros libres. Una actuación redonda que refuerza su papel como pieza de equilibrio ofensivo en las rotaciones. Además, el equipo recuperó a Osvaldas Matulionis, que ya jugó con normalidad tras sus problemas físicos, mientras que Juan Bocca no pudo participar todavía al continuar convaleciente.
Pablo Cano comedido
Tras el encuentro, Pablo Cano se mostró satisfecho pero cauto: “Ha sido una victoria de carácter. Gipuzkoa planteó un partido estratégico y físicamente muy exigente, y aunque al principio nos costó encontrar sensaciones, el equipo siguió insistiendo, siendo consistente, y poco a poco encontramos el acierto que nos permitió volver al partido y definirlo”. El técnico destacó especialmente el partido de Jon Ander Aramburu, que aportó madurez y lectura en los momentos complicados, y subrayó el valor del trabajo colectivo: “No ha sido nuestro mejor partido a nivel baloncestístico, pero sí uno de los más sólidos en cuanto a carácter y concentración”. Cano también quiso poner en valor la preparación y la logística del viaje: “La organización fue excelente, pudimos entrenar en las fabulosas instalaciones del Bilbao Basket, y eso también suma. Son detalles que dan un porcentaje extra cuando hay que competir fuera de casa”.
El triunfo deja al Fibwi Mallorca Bàsquet Palma con un balance de 3 victorias y 3 derrotas, décimo en la clasificación, pero sobre todo con un refuerzo moral importante. Ganar fuera de casa, en una pista históricamente complicada como el Amenabar Arena, y hacerlo tras remontar un inicio adverso, tiene un valor que va más allá de la clasificación. El equipo balear mostró solidez, paciencia y capacidad para adaptarse a un partido difícil, de ritmo bajo y gran carga física. Supo sufrir cuando tocaba y cerrar con temple en el tramo decisivo.
Un paso adelante
En definitiva, el Palma sigue construyendo sobre su identidad: intensidad defensiva, solidaridad en el esfuerzo y liderazgo desde la pista. La tercera victoria del curso llega como una recompensa merecida al trabajo y la fe de un grupo que, pese a las bajas y los contratiempos, no renuncia a competir con ambición. Si en Fuenlabrada se vio carácter en la derrota, en San Sebastián se vio madurez en la victoria. Y eso, en una liga tan exigente, vale tanto como los dos puntos.
El equipo regresa a Palma con la sensación de haber dado un paso al frente, de haber aprendido a cerrar partidos fuera de casa y de que, aunque aún queda mucho por ajustar, la línea es buena. Capalbo lidera, Bombino sostiene, Bracey amenaza, Aramburu trabaja, y el resto acompaña. El bloque crece. Y con victorias como la del Amenabar Arena, crece también la convicción de que este Fibwi Mallorca Bàsquet Palma va en serio.
INVEREADY GIPUZKOA BASKET 65 (24-13-18-10): Nacho Arroyo (5), Lance Terry (8), Hanzlik (7), Ansorregui (9). Nicolau (0). También jugaron: Tanor Ngom (20), Zubizarreta (7), Gaizka Maiza (2), Korsantia (5), Ignacio Rosa (2).
FIBWI MALLORCA BÀSQUET PALMA 71 (13-25-15-18): Lucas Capalbo (20), Lysander Bracey (8), Osvaldas Matulionis (3), Jon Ander Aramburu (10), Pedro Bombino (12). También jugaron: Brian Vázquez (14), Laron Smith (1), Loïc Menuge (3), Jorge Martínez (0).
Parciales: 24-13,13-25,18-15,10-18
ÁRBITROS: Rial Barreiro, Baena Criado, Chacón Blázquez.
Asistencia: 2315 espectadores en el Amenabar Arena
Fotografía cedida por Fibwi mallorca
Autor: Vicenç Ropero

