diciembre 26, 2025

El Fibwi se examina en un derbi decisivo

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Fotografía cedida por Fibwi Mallorca.

El derbi mallorquín regresa a Son Moix en uno de esos contextos que convierten un partido de liga en algo mucho más grande. El Fibwi Mallorca Bàsquet Palma y el Palmer Basket Mallorca Palma se miden este domingo a las 12:00 en el Palau d’Esports de Son Moix, en un duelo correspondiente a la jornada 14 de la Primera FEB que llega cargado de tensión, emociones cruzadas y realidades muy distintas. Para el Fibwi, el objetivo es claro: cerrar el año con una victoria que reafirme su magnífica primera vuelta y cortar una racha de dos derrotas consecutivas. Para el Palmer, el derbi aparece como un intento desesperado de reconstrucción tras una semana negra que ha dejado cicatrices profundas.

El Fibwi Mallorca afronta el partido desde una posición que, a estas alturas de la temporada, confirma su crecimiento y su competitividad. Octavos con un balance de 6-6, los de Pablo Cano siguen instalados en la zona media-alta de la tabla, muy por encima de lo que muchos auguraban tras su reciente ascenso. Sin embargo, el momento no es el más cómodo. Las derrotas ante Palencia y Cantabria han dejado la sensación de que el equipo ha pagado el desgaste de un calendario comprimido y, especialmente, la falta de acierto en momentos clave. En el Vicente Trueba, el Fibwi fue un equipo incómodo, falto de fluidez ofensiva y castigado por su escasa eficacia exterior, incapaz de encontrar el ritmo que le ha caracterizado durante buena parte del curso.

El desgaste y la falta de acierto como punto de inflexión

Pablo Cano no ha escondido esa realidad, pero tampoco ha permitido que se convierta en un lastre. El técnico uruguayo ha insistido durante la semana en el método, en la necesidad de ejecutar mejor cada posesión y en reforzar todo aquello que el equipo sigue haciendo bien. El mensaje es claro: el rendimiento está ahí, incluso en la derrota, y el siguiente paso pasa por recuperar la confianza y la identidad competitiva. El derbi aparece, en ese sentido, como un escenario ideal para una reacción emocional y deportiva.

Enfrente estará un Palmer Basket herido, golpeado y en plena reconstrucción. Colista de la Primera FEB con un balance de 2-10, el conjunto dirigido ahora de forma interina por Juan Ignacio Díez de Acharán llega a Son Moix tras una de las derrotas más duras que se recuerdan en la categoría. El 45-115 encajado ante el Monbus Obradoiro no solo supuso la mayor paliza de la historia de la competición, sino que fue el detonante de una crisis que desembocó en la destitución de Lucas Victoriano. El Palmer fue superado en todos los aspectos del juego, incapaz de generar desde sus sistemas y completamente desbordado desde el primer cuarto, dejando una imagen que ha marcado un antes y un después en su temporada.

El peligro del rival desesperado en un derbi sin red

Ese contexto convierte el derbi en un partido imprevisible. El Palmer llega sin nada que perder, con el orgullo herido y la necesidad urgente de ofrecer una respuesta, aunque sea desde el carácter y la emoción. Los derbis no entienden de clasificaciones y, menos aún, cuando uno de los dos equipos juega desde la desesperación. Para el Fibwi, ese es uno de los grandes peligros del encuentro: no dejarse llevar por la dinámica negativa del rival ni por la clasificación, y entender que el partido exigirá máxima concentración y compromiso desde el primer minuto. Desde la perspectiva del Fibwi, el derbi también tiene una carga simbólica importante. El equipo quiere seguir consolidándose como una de las revelaciones de la Primera FEB, reafirmar su proyecto y regalar a su afición una victoria en casa para despedir el año. Son Moix apunta a presentar un gran ambiente, con el club volcado en la previa, promociones, venta anticipada de entradas y el llamamiento constante a llenar el pabellón. Cano ha sido claro: este tipo de partidos se ganan todos juntos, jugadores, cuerpo técnico, directiva y aficionados, en un contexto emocional que exige humildad y fortaleza mental.

Recuperar el ritmo y la esencia para marcar el partido

A nivel deportivo, el Fibwi necesita reencontrarse con su acierto, pero sobre todo con su ritmo. La defensa, la intensidad y la solidaridad en el esfuerzo han sido las señas de identidad de un equipo que ha sabido competir incluso en escenarios adversos. Recuperar esas sensaciones será clave ante un rival que, previsiblemente, buscará un partido trabado, emocional y de mucha fricción. El plan de juego, la claridad en las decisiones y la capacidad para resistir los momentos de dificultad marcarán el devenir del derbi.

El partido también tendrá un componente personal muy marcado en la figura de Alessandro Scariolo. El base malagueño, cortado por el Palmer Basket a principios de diciembre, encontró en el Fibwi Mallorca la oportunidad de seguir compitiendo en la categoría. Ahora, apenas unas semanas después, se enfrenta a su exequipo en un contexto cargado de simbolismo. Su motivación es máxima y su papel puede ser uno de los focos emocionales del encuentro, tanto dentro como fuera de la pista.

El Fibwi Mallorca Bàsquet Palma buscará su séptima victoria del curso para mantenerse en la zona noble de la clasificación y seguir soñando en una temporada que ya es histórica para el club. El Palmer Basket, por su parte, intentará aferrarse al derbi como tabla de salvación, como punto de inflexión tras una semana traumática. Son Moix será el escenario de un choque pasional, dramático y cargado de significado, un derbi que va mucho más allá de los números y que pondrá a prueba la madurez competitiva de un Fibwi que quiere cerrar el año reafirmando quién es y hasta dónde quiere llegar.

Fotografía cedida por Fibwi Mallorca

Autor: Vicenç Ropero

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