El Olímpic está preparado para recibir a Surne Bilbao Basket
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Este sábado a las 18:00h, el Joventut Badalona vuelve al Olímpic con la intención de devolver a su afición la buena sensación de ganar en casa y sumar un nuevo triunfo ante el Surne Bilbao Basket. Un rival que trae buenos recuerdos de la primera vuelta, donde la Penya firmó uno de sus partidos más solventes de la temporada, imponiéndose por un contundente 79-95 en Miribilla. Sin embargo, nadie en Badalona se fía de un equipo que ha demostrado capacidad para competir y que, además, llega con la motivación extra de intentar ajustar cuentas y de ganar recientemente la FIBA Europe Cup.
Del partido pasado
Aquel choque en Bilbao tuvo varios nombres propios, empezando por Ante Tomic y Artem Pustovyi, que dominaron la zona a placer, imponiendo un tono físico y técnico que dejó sin soluciones al conjunto de Jaume Ponsarnau. La Penya, además, encontró acierto exterior y una buena lectura del juego para romper el partido con un parcial demoledor de 2-20 entre el tercer y cuarto periodo.
Desde entonces, la trayectoria verdinegra ha mantenido un buen nivel competitivo, especialmente en casa, donde el equipo se suele sentir más cómodo. Tomic, que promedia 14,8 puntos y 7,3 rebotes, sigue siendo el faro ofensivo de los verdinegros. A su lado, Kassius Robertson (14,1 puntos, 40,5% en triples) ha ganado regularidad y confianza en los últimos partidos pero quedando bajo la sombra del croata, mientras que Sam Dekker tiene destellos de su talento en los últimos partidos, firmando 12,8 puntos de media sin que casi nadie se percate. Devon Dotson ha emergido también como un recurso clave, especialmente en la dirección de juego y su explosividad en carrera y sobre el primer paso tras bote.
Directos desde Miribilla
El rival, Surne Bilbao Basket, ha vivido una temporada irregular pero ha sabido sobreponerse a momentos complicados. Aunque llega tras caer por la mínima ante UCAM Murcia (80-83), su rendimiento ha mejorado con el paso de las jornadas. Tryggvi Hlinason, el pívot islandés, es la gran referencia interior (7,9 puntos y 6,2 rebotes) pese a que volvió a jugar la jornada pasada después de una lesión muscular, mientras que el joven base Melwin Pantzar se ha erigido en un generador importante de juego y puntos (9,5 de media). Los de Ponsarnau tiene una rotación muy equilibrada con jugadores que pueden hacer mucho daño desde el banquillo y cambiar el partido en cuestión de segundos, ese es el caso de Abdur-Rahkman, máximo anotador de los hombres de negro con 10 puntos por encuentro, y que está en un buen nivel de forma pues ya se vió en la final a dos partidos en la FIBA Europe Cup.
Bilbao se caracteriza por su juego disciplinado y su capacidad para endurecer los partidos, ralentizando el ritmo y apostando por la fortaleza en el rebote y la defensa en estático. Este perfil de juego obliga a la Penya a mantener un alto nivel de concentración y no caer en desconexiones que puedan dar vida al rival. Será clave imponer un ritmo alto desde el inicio, encontrar buenas situaciones de tiro rápido y evitar que Hlinason domine la pintura, así que no solo Pustovyi y Tomic tienen que ocuparse de cubrir al gigante islandés, también el equipo debe ser capaz de dominar el rebote para no permitir a los hombres de negro alimentarse de segundas oportunidades y que puedan descargar hacia otras opciones sobre todo desde triple.
El Olímpic, como siempre, será un factor casi obligatorio. La afición verdinegra ha respondido en las grandes citas y este sábado, también al ser puente, se espera un ambiente cargado de ganas para empujar al equipo hacia un nuevo triunfo y también, para celebrar que en una semana son las Festes de Maig de Badalona, y todo el mundo tiene ganas de ver como arde en llamas el Dimoni.
