El Palencia derrota al Valladolid

1 | 2 | 3 | 4 | T | |
---|---|---|---|---|---|
Palencia | 24 | 14 | 30 | 22 | 90 |
Valladolid | 10 | 25 | 19 | 21 | 75 |

Super Agropal Palencia
90
1 | 2 | 3 | 4 | T | |
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Palencia | 24 | 14 | 30 | 22 | 90 |
Valladolid | 10 | 25 | 19 | 21 | 75 |
75

UEMC Real Valladolid

Super Agropal Palencia
90
-
75

UEMC Real Valladolid
-
Q1
24- 10
-
Q2
14- 25
-
Q3
30- 19
-
Q4
22- 21
El Súper Agropal Palencia consigue hacerse con la victoria en el último duelo del año, contra el UEMC Real Valladolid Baloncesto. Los palentinos consiguieron dominar durante tres cuartos a los pucelanos bajo un ritmo de juego altísimo en el que los de Lolo Encinas, sin desmerecer su juego, no pudieron estar a la altura.
Primeramente quería disculparme ante los lectores por no haberme sido posible, por motivos personales, realizar la previa del partido que hoy nos atañe en esta crónica. Y dicho esto, pasemos a analizar este vibrante partido en un clásico derbi castellano en el que los palentinos consiguieron alzarse con la victoria.
Comenzaba el encuentro con el siempre clásico quinteto de inicio formado por Oroz, Borg, Krutwig, Pablo Hernández y Vaulet. La primera posesión sería para el Valladolid, pero Demers (que fue una de las puntas de la lanza pucelana con 17 puntos, 2 rebotes y 4/8 en triples) fallaba precisamente su primer intento desde los 6,75 para permitir que Vaulet y, posteriormente Borg, abrieran la cuenta palentina. Durante los primeros compases pareció establecerse un augurio de lo que sería el resto del encuentro, salvo el segundo cuarto, cuyo control perteneció en su mayor parte a los vallisoletanos. El Palencia marcaba un ritmo muy alto durante las primeras melodías del partido. Al Valladolid le costaba seguir mientras intentaba apostar desde la línea exterior, lo que en muchas ocasiones le dio alegrías, y en otras tantas muchos disgustos, terminando con un 30% en triples. Precisamente sería Mike Torres el que abriría la cuenta de un partido muy poco acertado por ambos equipos desde los 6,75.
El Palencia apretaba en defensa, con un electrónico mostrando 8-3 a 5:41. Tras un fantástico Vaulet que lucha en la pintura como un auténtico león, el 11-3 ya obligaba a Lolo Encinas a detener el encuentro. Mientras el trío arbitral entraba en debacle con el acta correspondiente, deteniendo en numerosas ocasiones el encuentro, para desgracia de ambos equipos y la afición, una técnica a Luis Guil permitía a Kovacevic acortar distancias, pero Kunkel y Krutwig se encargaban de rellenar los huecos defensivos del Valladolid. Los pucelanos seguían apostando desde los 6,75, lo que les haría flaco favor, al menos durante el primer cuarto. El triple de Kunkel y unas muy buenas jugadas de Dimitrov y Wintering dejarían un revelador marcador de 24-10 al final del primer compás.
Los números lo demuestran: el Palencia sigue jugando en equipo.
El comienzo del segundo cuarto vino marcado por discrepancias arbitrales y conversaciones con mesa que se antojaban interminables. No voy a valorar la actuación arbitral porque no dispongo de la información necesaria para hacerlo, pero ambos equipos parecían estar bastante insatisfechos con ella. Nunca llueve a gusto de todos, eso está claro.
Los primeros minutos de N’Guessan en casa se convirtieron en un auténtico espectáculo. Y en palabras de Luis Guil tras la rueda de prensa posterior al partido, el pívot neerlandés está aportando al equipo justo lo que necesitaba para continuar siendo así de competitivos y polivalentes. Una de las jugadas del partido fue una magistral asistencia de Kunkel que culminaría con un monumental alley-oop del internacional neerlandés. Mientras tanto, en las filas pucelanas, comenzaría a ser Wilson uno de los que, junto a Vucetic y Demers, se encargarían de tirar del equipo visitante intentando acercar a los suyos cada vez más en el marcador. Los rebotes de Vucetic (10 en total, nada más ni nada menos) y Torres, permitían al estadounidense (Wilson) y a sus compañeros acercarse peligrosamente. Con un 30-16 y el Valladolid en pleno envite, Luis Guil detenía el encuentro para evitar sorpresas. Uno de los adhesivos del Palencia, Tobias Borg, realizó un gran encuentro con 11 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias, casi nada, sumado al siempre clásico e infalible dúo Krutwig+Vaulet (MVP del encuentro el argentino, para variar), no permitían que el Valladolid se acercara demasiado. Sin embargo Vucetic a los triples y un omnipresente Wilson junto a Manchón, con grandes jugadas en la pintura, permitían que los suyos se acercaran progresivamente hasta dejar, a 2:04 de finalizar el cuarto, un 36-30 que obligaba, de nuevo, a Luis Guil a pedir time out. Kunkel y Borg fallaban de tres, lo que aprovechaba el Valladolid para acercarse. Tras un magnífico triple de Demers, La Caldera de Castilla se iba al descanso con un 38-35. Había partido y el Palencia se estaba despistando a pesar de su gran trabajo.
El Valladolid luchó, especialmente en el segundo cuarto, pero no fue suficiente.
Abría el tercer cuarto Tobias Borg, que enmendaba su error en el tiro de dos en suspensión, cazando su rebote y colocándose sobre la línea de 6,75 para culminar con un gran triple que les recordaba a los pucelanos que esto no iba a ser un paseo por el parque. Continuaban los visitantes con sus arriesgadas apuestas desde el tiro exterior, lo que en muchas ocasiones les ayudaban a permanecer competitivos. Aunque su bajo porcentaje terminara haciendo más mal que bien. Borg y Vaulet seguían consiguiendo canastas para los palentinos mientras era ahora Mike Torres el que apretaba para los vallisoletanos. Unos fantásticos Wintering y Krutwig volvían a establecer diferencias y ampliar distancias, aguando la fiesta de la remontada visitante. Cuando Alec Wintering se enchufa en suspensión, es muy complicado apagarle, como ya vimos en el encuentro contra el Obradoiro. Un 49-41 obligaba de nuevo a Lolo Encinas a detener el encuentro. La artillería pesada, o mejor conocida en Palencia como Juampi Vaulet volvió a marcar la diferencia. Tras una antideportiva de Demers al argentino y una canasta de 2 en suspensión, la disparidad en el electrónico se hacía patente. Vucetic, magnífico, seguía empeñado en apostar de 3, lo que consiguió hasta en 3 ocasiones de sus 5 lanzamientos. Sin embargo el marcador seguía revelando un claro dominio palentino con 62-47 y a pesar de las muchas protestas de De la Fuente, tras su 2+1, que no tiene muy buen historial con la afición palentina. El momento mágico de N’Guessan llegaría para machacar y hacer alarde de su portento físico, machacando y palmeando, tipo listo y siempre atento para no perderse ninguna jugada que pueda arrebañar. De nuevo, el electrónico evidenciaba lo sucedido en cancha: 68-54.
El último cuarto fue un reflejo de lo sucedido con anterioridad. Una cosa está clara, el Valladolid no dejó de luchar en ningún momento, a pesar de sus constantes fallos defensivos y una apuesta, bajo mi punto de vista, demasiado arriesgada desde el exterior. Una de las grandes estrellas del Palencia marcaba ahora la diferencia durante los primeros minutos del último compás: Adam Kunkel. No sólo desde el exterior funciona el de Kentucky, si no que su velocidad es capaz de castigar sin piedad al rival, dejando bandejas de escándalo y sacando faltas cuando más se necesitan. Lolo Encinas una vez más detenía el encuentro tras el envite del estadounidense, que parecía entenderse a la perfección con su recién llegado compañero N’Guessan, dejando, como comentábamos con anterioridad, un alley-oop de infarto que encendió, aún más, a la afición de La Caldera. Durante los últimos minutos y con el encuentro prácticamente decidido, Demers y Wilson intentaban hacerse hueco entre el poco acierto y los fallos de su equipo. El primero, con gran acierto exterior, y el segundo, haciendo alarde de velocidad y aprovechando las asistencias de sus compañeros, como las de Vucetic o Sans. A mitad del último cuarto veíamos un revelador 79-63. El Valladolid carecía de acierto con sus jugadas individuales, lo que el Palencia terminó de aprovechar con jugadas como la de Borg al final del encuentro, que falla, caza su propio rebote y encesta en suspensión; o un perfecto triple de Dimitrov tras una rotación impecable. Ahora Wilson, producto de la frustración, cometía antideportiva sobre Wintering tras monumental pitada de La Caldera, cuando el base estadounidense del Palencia se plantaba prácticamente solo bajo el aro. No fue suficiente el tirón de Wilson, no fueron suficientes los triples de Demers, que aprovechaba, además, una técnica de Borg para acertar sus libres correspondientes. Un último (y fantástico) triple de Vucetic, ya tarde, dejaba amargura entre la afición vallisoletana, dejando un claro 90-75 final.
No me queda más que felicitar al equipo vallisoletano porque, a pesar de sus fallos, fue un digno rival que luchó hasta el final y posee gran calidad, tanto individual como de equipo, como demostró el otro día contra el Obradoiro. Desde aquí, sus hermanos palentinos le desean lo mejor durante el resto de la temporada. Y un servidor, desde aquí, les desea una feliz entrada y salida de año. ¡Que el 2025 sea propicio para todos sus proyectos!
Partido perteneciente a la decimocuarta jornada de liga regular de Primera FEB, disputado en el Pabellón Municipal de Deportes de Palencia, lleno absoluto. Mathieu Kamba continúa lesionado. Expulsado con cinco faltas N’Guessan.
Árbitros: MAS CAGIDE, VICTOR – MARTINEZ PRADA, JESUS MARCOS – CORTES PAYA, MARIA
Súper Agropal Palencia – 90 – (24-14-30-22): A. Wintering (14), A. Kunkel (10), T. Borg (11), X. Oroz (0), M. Rodríguez (3), J. M. González (2), N’Guessan (12), P. Hernández (4), J. Vaulet (18), C. Krutwig (9), D. Dimitrov (7)
UEMC Real Valladolid Baloncesto – 75 – (10-25-19-21): Vucetic (10), García-Abril (0), Puidet (1), Wilson (12), Manchón (10), Demers (17), Kovacevic (6), Sans (9), De la Fuente (3), Torres (7)
