El Serrerías abre sus puertas a la nueva plantilla del Ciudad Molina Basket
Esta semana, el Ciudad Molina Basket ha comenzado a entrenar con su plantilla casi al completo, encendiendo definitivamente el motor de una temporada que promete emociones fuertes. La pieza que faltaba, el balcánico Goran Miladinovic, aterrizó el lunes por la noche en el aeropuerto de Alicante, donde fue recibido por el director deportivo Antonio Miguel Gómez, que no dudó en darle la bienvenida como se recibe a alguien de la familia: con cercanía, ilusión y la certeza de que acababa de llegar a su nuevo hogar.
El Serrerías conoce a sus nuevos inquilinos
Con su incorporación, el equipo dirigido por Carles Miñana dejó atrás la rutina en la ciudad deportiva de ”El Romeral” para trasladarse al auténtico “templo”: el Pabellón Serrerías, casa y fortaleza del Ciudad Molina Basket. Allí, el balón ya bota con otro sonido, con esa mezcla de historia y ambición que convierte cada sesión en un ritual de identidad.
Y no hablamos de simples entrenamientos. El conjunto conservero ha doblado esfuerzos con sesiones de pista, donde el grupo empieza a asimilar el playbook sagrado de Miñana, y sesiones físicas en las que el cuerpo de los jugadores se pule hasta rozar la perfección competitiva.
El equipo se muestra muy concentrado y con hambre, además de que ya empiezan a estrechar lazos entre los jugadores de cantera y los nuevos fichajes. La química que se está creando en el vestuario será parte de la fórmula para lograr los mejores resultados esta temporada.
En la posición de base, Raül Timoner comienza a compartir su experiencia en esta categoría con los jóvenes canteranos Voltios y Cascales, que no pierden detalle a las indicaciones del menorquín.
Men sana in corpore sano
Pero este año hay algo más. Una dimensión diferente. La plantilla ha comenzado a trabajar en un centro especializado de Molina de Segura bajo la batuta de Joaquín Rizo, fundador y entrenador que aportará un enfoque revolucionario. Su método se centra en la mejora neuromuscular, la movilidad articular, el autoconocimiento y el equilibrio mente-cuerpo. Todo ello con entrenamientos basados en el “animal flow” y la filosofía estoica, para fortalecer la resiliencia de los jugadores y enseñarles a convivir con el disconfort. Un salto cualitativo que trasciende lo físico.
La ciudad espera con ilusión al joven Marcos García
La plantilla está prácticamente cerrada, pero aún falta la llegada de una pieza muy especial. La “perlica” de la Costa Blanca, Marcos García se sumará al grupo a lo largo de esta semana. El joven talento se encuentra actualmente en la pretemporada con el Lucentum Alicante, pero la reciente eliminación de Bélgica en el Eurobasket —y el regreso del alero Jean-Marc Mwema a las filas alicantinas— da luz verde para que Marcos comience su aventura con el conjunto conservero.
El círculo está a punto de cerrarse. El grupo ya trabaja, ya suda, ya vibra en el Serrerías, y cada pieza que se suma engrandece el sueño. La temporada aún no ha comenzado, pero la sensación es clara: el corazón del Ciudad Molina Basket ya late a toda potencia.
Artículo realizado por JuanFree Carreras
Foto 1: @fotopik.es
Foto 2: @fotopik.es
Foto 3: Ciudad Molina Basket
