Hay esperanza

¡Vaya forma de comenzar la segunda vuelta de la liga! El HLA Alicante nos sorprende con la victoria más inesperada de lo que va de temporada, por ser a domicilio, por ser contra uno de los equipos de arriba que, además, nos ganó en casa de 21 pero, sobre todo, por ser Valladolid. Ni los más viejos del lugar recuerdan cuándo fue la última vez que el Lucentum ganó al Valladolid (mucho menos en su casa y desde que está Paco García a los mandos) era nuestro equipo gafe.

Pero el Lucentum consigue la victoria con autoridad (69-84), devuelve la esperanza a su afición de cara a una segunda mitad de temporada y les lanza un mensaje: Aún estamos aquí y con ganas de intentar algo grande.

Las claves del partido: el acierto en el lanzamiento exterior (especialmente, una vez más, a cargo de Brad Davison y Gudmundsson) y la eficacia cerrando el rebote (20 rebotes de Valladolid por 34 de los Alicantinos)

Partido igualado en la primera mitad

La ausencia de Nwogbo en Valladolid podría ser una china en el zapato en este partido, por lo que Paco García apostó por N’Guessan en la pintura. Pero sabemos ya que el Lucentum, defensivamente, tiene su especialidad en el juego interior por lo que, desde estos primeros minutos, se empezó a ganar el rebote en una dinámica que ya duraría todo el partido. Aún así, el primer cuarto transcurrió igualado, Brad Davison empezaba a hacer daño desde el exterior y, en el último suspiro del cuarto, Bercy le daba la vuelta y ponía a Alicante por encima 19-20.

El segundo cuarto no cambió su decoración. Los aficionados que siguieran el tanteo a través de las redes sociales verían mantenerse arriba al Lucentum gracias a una minúscula diferencia, pero siempre constante. El ritmo de los visitantes era superior y Valladolid no conseguía hacerse con el partido para volver a ponerse por arriba. El ex-jugador del Lucentum Schmidt era el único que intimidaba desde el perímetro, nuestro punto débil y teniendo en frente a uno de los francotiradores de la competición. Gracias a él, los locales pudieron llegar al descanso con un igualado 33-36.

El tercer cuarto decidió el partido

Fue a la vuelta del descanso, cuando los asistentes aún se estaban comprando los refrescos, el momento en el que el HLA Alicante se estiró en la pista y comenzó a fraguar una renta que ya le sirvió hasta el último segundo. La exhibición de Gudmundsson, autor de 19 puntos, impulsaba a los alicantinos por encima de los 10 tantos.
A falta de diez minutos, el Real Valladolid ya iba 15 abajo, la máxima del encuentro. El aficionado alicantino incluso soñaba con superar el +21 de la ida y recuperar el basketaverage (algo absolutamente impensable antes de iniciar el encuentro) La defensa en zona llevaba a los blanquivioletas a cometer pérdidas constantes, otro aspecto que condenaba sus escasas opciones de triunfo. Aunque la renta varió un poco arriba y abajo a lo largo de este último periodo y, pese a los esfuerzos de Devin Schmidt que alcanzó los 18 puntos, finalmente no se consiguió ampliar esa diferencia y el partido acababa 69-84.

Esperamos no acusar esa abultada derrota en el partido de ida en un futurible empate a victorias a final de temporada, pero ahora no podemos pensar en eso, tenemos que disfrutar de una gran victoria que nos llueve como maná para los ánimos de la afición, que empezaba a desconfiar ligeramente. La semana que viene hay parón por la copa Princesa pero, en dos semanitas, vuelta a las pistas con ilusión renovada.

Ficha técnica

REAL VALLADOLID: Schmidt(18), Costa(2), García-Abril(4), N’Guessan(14), De la Fuente(3)–cinco inicial– Zigmantavicius(0), Puidet(2), Royo(0), Kasonga(14), Kovacevic(12), y Romaric(0).

HLA ALICANTE: Davison(19), Gudmundsson(19), Harris(3), Kostadinov(10), Gatell(5) -cinco inicial— Serrano(-), Rodriguez(4), Balint(6), Bercy(8), Barro(10), y Hook (0).

Real Valladolid -19 – 14 – 12 – 24 – TOTAL: 69
HLA Alicante- 20 – 16 – 24 – 24 – TOTAL: 84

Imagen de Lostau.