La cáscara de limón, amarga

Siempre he dicho que lo bueno, si breve, dos veces buenos. Aunque nos apetezca alargar ese grato rato. Pero el riesgo de largar lo breve es que se convierte en cansino lo veas por donde lo quieras ver.
Y ¡ojo! No desmerezco la trayectoria del jugador al que me refiero. Estoy hablando de Rodolfo Fernández, para todos conocido como Rudy. Su trayectoria profesional es intachable. Sus números son dignos de cualquier salón de la fama y su compromiso es indudable.
Cumplirá sus sextos juegos olímpicos en París y eso no está al alcance de muchos profesionales.
Y no hablamos solo de esto. Hablamos de palmarés profesional:
- 2 Mundiales de baloncesto (2006, 2021)
- 4 Eurobasket (2009, 2011, 2015, 2022)
- 2 medallas de plata olímpicas (2008, 2012)
- 1 bronce olímpico (2016)
- 3 Euroligas (2015, 2018, 2023)
- 6 Ligas ACB (2013, 2015, 2016, 2018, 2019, 2022)
- 7 Copas del Rey (2008, 2014, 2015, 2016, 2017, 2020, 2024)
- 9 Supercopas Endesa (2012, 2013, 2014, 2018, 2019, 2020, 2021, 2022, 2023)
- 1 Copa Intercontinental (2015)
- 1 Copa ULEB (2008)
- 1 FIBA Eurochallenge (2006)
Díganme un jugador mejor que él. Sí, lo se: Pau Gasol.
Pero de lo que hablo ahora es que tenemos despedidas de Rudy hasta en la sopa. Y eso cansa. Que si el último partido que va a jugar en la liga, que si el último partido que va a jugar en tierras españolas (amistoso contra Puerto Rico), que si en las olimpiadas, se llegue hasta donde se llegue, será su último partido… Y todo eso cansa, y se hace por parte de los medios por intentar exprimir un limón cuya cáscara es muy amarga.
Quizás por poner ironía a todo esto, faltara que cuál va a ser el último entrenamiento en la carrera de Rudy. O si después de su etapa deportiva, alguien empiece con: primer día tras la era Rudy Fernández, segundo día…
Pareciera, con todos mis respetos, que la FEB haya sacado lo de “La familia” en representación de la familia de Rudy. Su hermana Marta parece que es hermana de todo el mundo, y su abuela la abuela de todos los españoles.
Por cierto, FEB. Cuando fuimos la roja, salió del aficionado. Eso de La Familia, que se quiera imponer…
No seré yo quien diga cuándo y cómo, pero sí quien se muestre reticente a muchos cuándo y muchos cómo.
Rudy, no te quito mérito a lo hecho. No te quito mérito a las lágrimas que un servidor ha derramado con tu juego, en la selección. Las pinturas amarillas y rojas marcadas en mi cara en estos eventos son minucias con lo que me ha dicho todos estos años el corazón. Pero créeme, Rudy. No te hace bien tanta despedida.

Administrador