Resistir también fuera
Foto RRSS Grupo Caesa Seguros FC Cartagena CB
El baloncesto no se detiene. La sensación que dejó el último partido no pertenece solo a una noche concreta, ni a un marcador que ya es pasado. Pertenece a algo más frágil y valioso: la idea de que el Grupo Caesa Seguros FC Cartagena CB ha empezado a reconocerse a sí mismo. ¿Será esa idea constante en el tiempo o solo una ilusión?
Ese gesto, esa comunión recuperada entre equipo y grada, ahora viaja. Este domingo, en horario matinal, a las 12:30, el cebé se mide al HLA Alicante en el Pabellón Pedro Ferrándiz, lejos de su gente y lejos del impulso emocional que supuso competir arropado en casa. Y ahí aparece el verdadero reto: sostener lo construido cuando el entorno ya no acompaña. Ante un rival en pleno crecimiento
Alicante llega al encuentro desde una posición de solidez. Tercero en la clasificación encadena una racha de dos victorias y solo ha cedido recientemente ante Oviedo, firmando una primera mitad de temporada notable. No es un equipo que viva del momento, o de un golpe de suerte, sino uno que ha encontrado continuidad y confianza en su juego.
Dar continuidad a una forma de estar
Lo que mostró el equipo ante Leyma Coruña no fue una heroicidad puntual, sino una manera distinta de competir. Más honesta. Más directa. Menos pendiente del error y más comprometida con el esfuerzo. Esa es la identidad que el Cartagena necesita trasladar ahora a Alicante: defender sin negociar, asumir el contacto y no desaparecer cuando el partido se incline.
Habrá momentos incómodos. Los habrá siempre fuera de casa y más ante un rival asentado en la zona alta. El reto no pasa por dominar, sino por no romperse, por aceptar que el partido exigirá paciencia y madurez. Que el marcador pueda ir en contra sin que eso suponga una desconexión colectiva.
El grupo como refugio
La rotación más amplia ofreció respuestas y eso también forma parte del camino. Jugadores que empujaron desde el banquillo demostraron que el equipo no depende únicamente de unos pocos. Esa sensación de grupo vivo, de responsabilidades compartidas, debe volver a aparecer en Alicante.
No se trata de repetir actuaciones ni nombres propios, sino de mantener el espíritu: nadie fuera del partido, nadie desconectado, nadie esperando a que otros lo resuelvan. El Cartagena necesita ser un bloque estable, incluso cuando el contexto es adverso.
El partido que no se ve
Este encuentro no va solo de puntos ni de clasificación. Va de comprobar si lo ocurrido en el Palacio fue un punto de inflexión o una excepción. Va de demostrar que la resistencia no depende del lugar, sino de la convicción. O de si en su defecto habrá que empujar especialmente en los partidos de casa.
El Grupo Caesa Seguros FC Cartagena CB no viaja a Alicante para borrar derrotas pasadas, sino para defender una manera de competir que empieza a tener sentido. Porque quizá el camino no consista todavía en ganar partidos, sino en algo previo y más difícil: resistir juntos también cuando se juega lejos de casa.
Autor: Abraham Gallego
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