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Flickr de Movistar Estudiantes

Llega la ultima jornada de la liga regular con un partidazo. Un duelo que podría haber marcado el ascenso directo si las cosas hubieran salido bien y se hubieran gestionado de una manera normal. Estu y San Pablo Burgos se enfrentan en el Coliseum el viernes. Los de Lezkano han de aguar la fiesta final a los locales, y demostrar que son capaces de tumbar a equipos grandes, además fuera de casa.

Aunque la mente esté en los playoffs, es importante ganar este partido, por subir la moral, y por quedar en la segunda plaza. Hay que enganchar a todos los jugadores, con cuidado de no provocar lesiones graves.

No hacer el ridículo

Muchas cosas vienen a la cabeza al pensar en este partido, que cuando se definió el calendario, iba a ser el partido del ascenso. Los dos más favoritos de entre todos los que lo eran. Pero bueno, las cosas no han salido como quisiéramos y el Burgos ha acabado ascendiendo directo con bastante ventaja sobre sus perseguidores, tanto en victorias como en juego. El Estu, ya sabemos de su situación y lo que ha pasado esta temporada. Y toca viajar a la ciudad castellana a que se rían de nosotros.

Pocas expectativas en este partido, pues puede haber una mentalidad perdedora asumida, pero eso siempre suele jugar a favor del equipo más débil aparentemente. Además, no podemos perder, está en juegos la segunda plaza en la que estamos empatados con Betis y Fuenla, y la victoria nos daría ese puesto en la clasificación, aparte de esa moral que pedimos.

Un partido más fuera de casa, y llevamos desde el 11 de marzo sin ganar fuera, en la victoria ante el Castellón, tiempos de Pedro Rivero. Hay necesidad de ganar, como ya comentábamos, por el segundo puesto y por hacer ver, y creerlo, que podemos volver a ganar fuera de casa, y podemos plantarles cara a equipos grandes.

Ese adjetivo se le queda corto al San Pablo, pero, aunque no se gane, solo hay una petición: No hacer el ridículo. No caer estrepitosamente sin saber qué hacer en la pista, ir andando, no defender, lanzar tiros sin cabeza. Parecer un equipo que lo coge un EBA y le gana, como en algunos partidos de temporada ha mostrado el Estu.

Se acabó eso de centrarse en algún jugador, ya hemos repasado a todos. Ahora solo queda hacer fortaleza como equipo. Es el último partido de liga regular antes de los playoffs, donde todo puede pasar. Ya sabemos lo mal que se nos da este camino largo para el ascenso, y esa es la palabra única que hay que tener en la mente. Mente que hay que mejorar todavía, y se puede coger de ejemplo el partido ante el Tizona, que ya comentó Lezkano en rueda de prensa que había sido un duelo donde no nos habían afectado esas desconexiones que tanto llevamos acusando toda la temporada.

Seguimos teniendo que mejorar la defensa. La intensidad al final hace algo, pero si no se está atento, concentrado, ajustándose a los sistemas que plantea el entrenador, dejando a ningún jugador libre, nada es posible. Muchas cosas que ajustar en lo defensivo. En el ataque, sentimientos encontrados, porque sí que parece que se mueve más el balón, y a veces se encuentran jugadas buenas. Pero seguimos pecando mucho de esas individualidades, y de la “Grangerdependencia”, que Jayson tenga el balón todo el ataque, y se juegue un triple o una bandeja a la desesperada, que al final es una lotería. Una situación que tendría que ser de urgencia y se ha convertido en lo normal.

No queda mucho más que decir ya con la temporada terminándose. Están las cosas claras. La teoría lo está, la práctica todavía no. Fundamental este partido.

San Pablo, rabia y ganas

Enfrente estará la alegría, la fiesta, un Silbo San Pablo Burgos que se despide de la Primera FEB, de momento para la próxima temporada. Ascenso directo imparable, nadie se lo ha podido quitar. Un récord de 31 victorias y 2 derrotas, espectacular en una liga como la nuestra, y es que, además, las dos derrotas podrían haber sido victorias burgalesas, pues tuvieron tiro para ganar. Un equipo bien confeccionado con un gran entrenador como Bruno Savignani, al que nada hay que reprocharle por la increíble temporada de un conjunto que vuelve a ACB tras 3 temporadas.

Será la cuarta vez que se enfrenten Burgos y Estu esta temporada. Tuvimos el duelo de liga regular en el Movistar Arena, que mejor no recordar por la decepción de aquel partido que tenían ganado los de la capital y acabaron sucumbiendo ante los de la tierra del Cid por una de esas desconexiones grandes que sabe aprovechar un equipo grande para hacer daño a su rival. Marcador 91-95, y 95 fueron los puntos que anotó también el equipo del Coliseum (bueno, 96) en otro de los duelos esta temporada. Fue en Copa España donde se enfrentaron ambos conjuntos en los cuartos de final, serie que ya se decidió por el lado castellano en la ida. Paliza soberana, 96 a 58, y en la vuelta en el Magariños empate a 91. Este ya convertido en clásico duelo de la LEB llegará a su fin el viernes y esperemos que se repita en ACB muy pronto.

San Pablo Burgos es un equipo, como ya hemos comentado, muy bien hecho, con una calidad de la que nadie duda y donde todos los jugadores aportan una barbaridad. Vamos a mencionar algunos, y vamos a empezar por lo mejor. Bajo el nombre de Gonzalo Corbalán hay un jugador argentino que ha dejado deslumbrados a todos esta temporada por llevar en volandas, y nunca mejor dicho, a su equipo. Un deportista muy versátil que hace mucho daño desde la zona y la media distancia. Desde el triple, un poco menos, pero también puede. Destaca por su complejo atlético, su gran salto para hacer mates o para coger rebotes, para correr la pista. Sin duda se merece un gran aplauso.

Luego tenemos a dos francotiradores, que anotan hasta lo más difícil, y nos referimos a Miha Lapornik y Joseph Cremo, a los que habrá que tener muy vigilados.

Si nos vamos para el interior, dos bestias como son Luke Fischer y Gyorgy Goloman. El primero con más incidencia que el segundo, pero es que los dos son jugadores que se adueñan de la zona con una potencia física increíble. Además, el húngaro tiene también un gran arco de tiro.

En definitiva, Burgos intentará despedir la temporada de la mejor manera posible. Además, van a montar una fiesta en la ciudad para celebrar el ascenso, y querrán también seguir con la fiesta en el Coliseum y más ganando a un gran rival como el Estudiantes. Los madrileños necesitan de más victorias con un juego coral y completo para estar a tope en lo que se viene.

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