Una película de terror sin giros de guión

Dicen que no hay dos sin tres…. ni tres sin cuatro… ni cuatro sin cinco… ¿ni cinco sin seis? Ni en la peor de las historias nos imaginábamos que el HLA Alicante iba a empezar la liga con un 0-5 de derrotas, y camino de la sexta, ya que tenemos un desplazamiento a Palencia bastante complicado y nada hace pensar que el equipo sea capaz de reaccionar.

Todos los partidos con el mismo guión: la mayor parte del partido por detrás en el marcador, errores no forzados todo el tiempo dignos de un equipo de juveniles, falta de ideas en ataque que acaban con individualidades nada interesantes y tímida recuperación que da alguna esperanza, pero que no tarda en caerse con un parcial enorme del rival. Da igual si es en casa o fuera, si el rival es de la parte alta de la tabla o no, la sensación es de no poder, de no llegar.

El Lucentum perdió (nuevamente) en casa contra el Flexicar Fuenlabrada por 69 – 81. Los madrileños son un gran equipo y uno de los más serios aspirantes al ascenso, de eso no hay duda, pero no se perdió por esa razón porque las sensaciones y la dinámica de los partidos ha sido idéntica en todos los anteriores.

Jofresa acumula minutos

Uno de los alicientes del partido era poder ver debutar en casa a Gerard Jofresa, una de nuestras esperanzas de reacción, al menos para el nefasto tiro exterior del equipo. Jugó algunos minutos pero muy poquitos, suponemos que aún no está a tono para competir en condiciones y está acumulando algunos minutos en pista.

Por tanto jugamos con los de siempre, y las impresiones son las mismas. Larsen y Adrià son los únicos jugadores en los que confiar. Alex López y Mwema tiene pérdidas de balones absurdas por pares, King tiene momentos de lucidez en ataque pero en defensa no existe, Bressan y Ogunsipe decidieron hace ya varios partidos borrarse por completo y así con el resto del equipo.

El guion del partido

El resumen del partido es bien sencillo. El lucentum empezó por debajo en el marcador desde el inicio, con un primer cuarto complicado en el que los madrileños se distanciaron muy rápido con una pareja de bases que dominaba el partido y superaba de todas las formas posibles la defensa alicantina. Cuando parecía que la diferencia iba a ser escandalosa, los locales lograron maquillar para poder continuar en el partido un cuarto más.

Mismo sistema para el segundo cuarto, pero el nivel de maquillaje aumentó, incluso se llegó a ganar el cuarto por un punto, gracias a los instantes de inspiración de Mwema desde la línea de tres o de Larsen que volvía a hacerse imprescindible.

El tercer cuarto suele ser el de la debacle del Lucentum habitualmente, pero en este partido esa fue la única novedad. Los locales apretaron los dientes hasta llegar a reducir la diferencia de -10 a empatar, con un cuarto realmente bueno. La afición apretaba, el equipo estaba con motivación y los visitantes parece que perdían la compostura por instantes. Pero como siempre… un espejismo.

El apocalipsis que debió llegar en el tercer cuarto, solo hizo que retrasarse hasta el cuarto donde el HLA se mantuvo habiendo anotado tan solo 2 puntos durante más de 7 minutos. En el último momento pudo anotar unos pocos más, si es que se le puede llamar así a meter 11 puntos en un cuarto, para que no fuese un absoluto escándalo de cuarto. Final, el que conocemos, 69 – 81 y vaya que sí pudo ser peor (aunque por un instante, también pudo ser mejor)

¿Qué esperar de la visita a Palencia, un recién descendido, en su casa, con una buena plantilla y que aspira a pelear por algo? Pues nada bueno, pero esto es baloncesto y hay que jugar los partidos, dicen. Pérez Caínzos tiene que apretar, que empieza a pender de un hilo.

 HLA ALICANTE: Adrià Rodríguez (2), Mwema (10), Alex López (5), Lypovyy (6), Larsen (11) – cinco inicial –  Rivas (0), King (9), Bidias (14), Ogunsipe (6), Zheng (-), Bressan (4) y Jofresa (2).

FLEXICAR FUENLABRADA: Jorgensen (7), Munnings (16), Nwogbo (17), Cruz (4), Westermann (5) – cinco inicial –  Dee (7), Zurbriggen (10), Bilbao (8), Nzosa (4), y Durán (3).

Imagen de JOSE NAVARRO