Volver por quien te eriza la piel
Foto obtenida de la cuenta de X del Dreamland Gran Canaria.
Han pasado muchos meses desde que me he sentido capaz y con ganas de volver a teclear sobre un deporte que me apasiona. No ha sido por falta de ganas ni de interés, simplemente, la vida me envió otra bola curva que tenía que ser sorteada y, siendo realistas, por más que me guste este deporte, por más enamorada que esté del Dreamland Gran Canaria, mi cabeza se negaba a funcionar aunque que mi corazón dictaba que debía hacerlo. No hay nada peor que saber que tu cabeza y tu alma están en páginas distintas, que debes sanar y equilibrar las cosas para poder dar lo mejor de ti pero no tienes la fuerza necesaria para lograrlo. Por eso y por lealtad a mis propios principios, preferí parar antes de darles escritos descafeinados y carentes de emoción que faltaran el respeto tanto a ustedes como a mí misma. En esta vida, hay que saber cuándo echar el freno en el momento justo y resetear.
Por suerte, el tiempo ayuda a que las cosas se vayan colocando en su sitio y, como “bateadora” experimentada en estas lides, he conseguido sincronizar de nuevo mi cabeza, mi alma y mi corazón y volcarlo en algo que me entusiasma en la vida, escribir sobre baloncesto y sobre mi Granca. Ahora sí que me siento preparada para intentar transmitirles de nuevo mi amor por este deporte y, sobre todo, por este equipo. Procuraré ser respetuosa y ecuánime, sin dejar de lado mi humor negro y mi sarcasmo, retornando a esas crónicas con un estilo “diferente”. Está claro que, si ustedes no me leyeran yo no estaría aquí así que, gracias a todos aquellos que se preocuparon y mucho, sobre todo tú, Will, ya sabes por qué. Sentirse querida y valorada de esta manera ha sido indescriptible, gracias de todo corazón.
“Eres de quien te eriza la piel”
No voy a negar que el eslogan de la nueva campaña de abonados y vestimenta de los claretianos me ha impulsado a tomar la decisión definitiva de volver porque, seamos sinceros, han acertado de pleno.
“Eres de quien te eriza la piel” no es sólo una simbología de tradiciones plasmadas en una camiseta. Es el sentimiento de cualquier aficionado amarillo que ha visto crecer a este Club, desde el patio de un pequeño colegio de una isla en medio del Atlántico, hasta alcanzar cotas europeas con las que sólo podíamos soñar. Es mantenerse fiel a una isla, respetando su pasado para tener una mejor visión en el futuro. Es la necesidad de vibrar por y para un deporte que nos ha dado muchas alegrías y también muchas penas, de las cuales hemos aprendido que no hay superación ni mejoría si no sabemos asimilar una lección de cada una de las derrotas. Es mantener el orgullo por nuestras raíces y estar satisfechos de nuestra idiosincrasia, sin prisas pero sin pausas, “al golpito”, pero luchando cada día humildemente por ser un poquito mejores que ayer, sabiendo que tendremos otro reto mañana.
Es muy difícil poner en palabras lo que significa este equipo para muchos de nosotros. Por eso, creo firmemente que no hay mejor manera de definir lo que el Dreamland Gran Canaria significa para la marea amarilla que el eslogan de este año. Una frase que resume a la perfección el porqué de cómo somos. Ya sea en las buenas, en las regulares o en las malas, este equipo, este Club, nos sigue erizando la piel a cada paso del camino.
Nuestros colores, nuestras tradiciones
La piel que vestirán los nuestros este año es el fiel reflejo de nuestros colores. Sencillas pero plasmando nuestras tradiciones, nuestro pasado aborigen. No hay mayor definición de eso que nuestras pintaderas. Hacía años que necesitábamos una primera camiseta que nos sacase de la rutina. Primero, el tono de amarillo utilizado varía en lo que teníamos hasta ahora. Optar por el celeste, azul flojo para muchos, ha sido todo un acierto que rompe con las antiguas apuestas de tonos más contundentes. Las sombras en la numeración y nombres de las camisetas es otro sí a todo lo que está bien. El detalle de que las mangas y el cuello reflejen la bandera canaria es el culmen al buen gusto pero, por encima de todo lo anterior está que esta camiseta parece lo que es, una camiseta de baloncesto. La segunda equipación es la versión en celeste de la primera y que considero también será un éxito rotundo. El cuidado en el detalle de los dos principales equipajes es innegable.
Por último, tenemos una tercera equipación con tonos arriesgados pero que no deja de parecerme preciosa. Esa camiseta blanca y rosa, con las líneas que simbolizan nuestros alisios es otro sí mayúsculo. Quizás representa también el apoyo a uno de los proyectos del Club, el Proyecto Carmen, que se dedica emplear el baloncesto como terapia para pacientes oncológicas. Ojo, que esta opinión es cosecha propia pero es la lectura que hago del tono elegido.
En definitiva, la piel que utilizará el Granca esta temporada me parece todo un acierto y sí, a mí me ha erizado la mía y me ha hecho volver. Espero que a la marea amarilla le pase exactamente lo mismo y quiera regresar a donde siempre hemos sido felices.
Autora: Dyrma Herrera
Foto obtenida de la cuenta de X del Dreamland Gran Canaria.
