El Barris Nord lucirá como nunca
Foto: Flick Hiopos Lleida
Con la permanencia ya certificada, pero con el hambre intacta, el Hiopos Lleida afronta este domingo (17:00h) un nuevo reto mayúsculo en la Liga Endesa. Vuelve la fiesta al Espai Fruita Barris Nord, y lo hace con sabor de primera: visita la ciudad uno de los equipos más sólidos del campeonato, el La Laguna Tenerife de Txus Vidorreta, un viejo conocido que, seguro, no será recibido con indiferencia. Hay heridas que el tiempo no ha cerrado… y hay pabellones que nunca olvidan.
Un Barris que recuerda y un Hiopos que quiere seguir soñando
Una de las veces que ha visitado Vidorreta el Barris Nord, lo hizo como técnico del Lagun Aro Bilbao, partido que perdió por 85-79. Ahora regresa con otro uniforme, pero con la misma etiqueta: la de rival a batir. Y esta vez, enfrente tendrá a un Hiopos Lleida ya consolidado, salvado y desatado. Un equipo que, más allá del objetivo cumplido, quiere seguir escribiendo páginas épicas en su primer año en la ACB.
El desgaste del viaje a Gran Canaria —donde Lleida cayó por 94-90 tras una batalla descomunal— no debe ser excusa. Gerard Encuentra lo tiene claro: «Toca centrarse en nosotros. El rival tiene calidad, experiencia y centímetros, pero si controlamos el ritmo y hacemos nuestro juego, podremos competir de tú a tú.»
Y en eso confía también la grada, que promete recibir al equipo como se merece: con todo. Con bufandas, con gritos, con memoria. Porque si algo ha demostrado este Hiopos, es que cuanto más ruge el Barris, más crece el alma del equipo.
El reto de frenar al gigante
La Laguna Tenerife no es un cualquiera. Es el segundo clasificado, con jugadores de enorme talento como Gio Shermadini, Marcelinho Huertas o Elgin Cook, y con un sistema de juego consolidado, exigente y que castiga cada error. Vienen de tumbar al UCAM Murcia y quieren cerrar la liga regular en lo más alto posible.
Pero este Hiopos Lleida ya ha demostrado que no entiende de nombres ni presupuestos. En la ida, los de Encuentra compitieron bien en el Santiago Martín y cayeron con dignidad (93-84), pero ahora el escenario cambia. Barris Nord será el sexto hombre y los Bropleh, Batemon, Bozic o Wiggins están listos para dejarlo todo sobre el parqué.
Ya no hay presión. Solo ilusión. Y cuando un equipo juega sin miedo, arropado por su gente y con el orgullo como bandera, puede pasar cualquier cosa. El Hiopos Lleida tiene la oportunidad de regalarle a su afición otra noche mágica. Otra más. De esas que se recuerdan. De esas que huelen a historia.
Que venga Tenerife. Que ruja el Barris. Que el baloncesto, ese que tanto hemos amado este año, vuelva a poner los pelos de punta.
Porque este equipo, aunque ya haya ganado su batalla, todavía no ha dicho su última palabra.
Foto: Flick Hiopos Lleida
