LLegan las notas: Suspenso y a repetir curso.

Obradoiro suspende este año con doble justificación; no alcanza el objetivo principal (ascenso) pese a hacer un gran desembolso económico.
Tal como dicta la vida «tanto tienes tanto vales», y al equipo de Fontes do Sar no le valió sólo con jugar con grandes jugadores, pues el baloncesto es mucho más que gente con números. Fichó desde el inicio jugadores que rindieran bien en el año anterior pero la descompensación de plantilla con un exceso de tiradores fue un lastre toda la temporada.
Además de inicio no hubo un rendimiento eficiente de los centers, con el debut del joven Stephens acompañado de un veterano como Stevic que tardó mucho en coger ritmo de competición.
Pero el problema grave del equipo fue que adoleció de un base director e incisivo y la tardía llegada de Faggiano no aportó al equipo todo lo que necesitaba, hubo mejora pero no la suficiente.
Como todos los años a final de temporada analizamos brevemente la actuación de cada jugador y le damos nota.
- Nacho Arroyo (4): El joven base chileno no acabó de coger el ritmo a la competición, pese a estar acertado en el tiro en algunas jornadas (Gipuzkoa fuera), nunca demostró una buena dirección del roster y se enredaba demasiado en el bote e intentos de penetración sin ventaja. Muy buena actitud y lastrado en varias jornadas por problemas de espalda. Aunque no era uno de los elementos titulares de principio y su responsabilidad en el juego del equipo era limitada, suspende justito, pues de inicio se esperaba mucho más de Nacho.
- Rati (3): Rati Andronaskhisvily lllegó al Obra casi de rebote, pues llegaba a mediados de Diciembre en un binomio junto a Balvin. De la ilusión de los primeros días por fichar a un base seleccionado muchas veces por Georgia dondo había tenido muy buenas actuaciones, se pasó a una decepción al ver que Rati no rendía como se suponía y no solucionaba los problemas que tenía el equipo en el 1. De unos primeros momentos con cierta presencia pasó a jugar muy poco o incluso a no jugar con la llegada de Faggiano y Barceló.
- Lucas Faggiano (6): El argentino llegó al mismo tiempo que Barcello a finales de Febrero, y puso algo de orden en los desorganizados ataques obradoiristas. Un base aseado que se esforzó en defensa y que tuvo algunas rachas de tiro. Pero no fue el base diferencial que necesitaba el equipo. Cumplió en su cometido e incluso se echó en falta que jugara más minutos y se atreviese más en ataque.
- Sergi Quintela (5):Fue uno de los fichajes estrella del presidente este año, por su pasado breoganista había cierto morbo por su presencia en Sar; pero el público estuvo con él todo el año. Su compromiso fue innegable y asumió mucho esfuerzo en defensa y liderazgo en ataque, quizá demasiado, pues sobre todo en los finales de muchos partidos gestionó mal los ataques, quizá más achacable al entrenador que a él mismo.
- Brad Davison (3): Después de su gran año en Alicante venía con caché y contrato de super Killer, pero no llegó a demostrarlo en ningún momento más allá de grandes rachas de tiro contra defensas endebles. Sus más de 25 minutos durante 44 partidos, sólo le dieron para alcanzar 10.8 puntos de media y 11.1 de valoración. Pero su aportación no fue equilibrada y fue diluyéndose aún más a medida que pasaba la liga. Se empeñó continuamente en botar demasiado el balón no siendo su fuerte, y sus penetraciones eran un ejercicio de fe más que de baloncesto. Su elevado caché y su supuesto rol de titular lo hacen suspender con contundencia.
- Barcello (7): Conectó de inmediato con la grada y comenzó como un tiro, en su tardía llegada en Febrero. Tuvo muy buenos partidos aunque su rendimiento tuvo algunos altibajos. Sufrió como ninguno las duras defensas permitidas en la liga, y nos mantuvo vivos en muchos partidos, como la canasta final en Betis o mismo el tercer partido de la serie ante Palencia. Su poca presencia física y su defensa mediocre lo penalizan bastante, pero cumplió gran parte de las expectativas.
- Millán Jiménez (6): Gusto amargo nos deja la liga de Millán, un tres con un enorme potencial que alterno partidos muy buenos con otros endebles y otros donde inexplicablemente jugó muy poco. No fue santo de devoción para Félix Alonso que lo mantuvo en una presencia irregular en el roster obradoirista. Hubo momentos en la eliminatoria ante Palencia que se le echó mucho de menos, pues es de los pocos jugadores que iguala el nivel físico de cualquiera.
- Álvaro Muñoz (6): Después de su larga y grave lesión de rodilla volvió al equipo a finales de la primera vuelta, y cumplió los minutos de los que dispuso. Más acertado o menos, lo dio siempre todo por el equipo, desde una posición secundaria en cuanto a juego y minutos, pero ejerciendo de pegamento del vestuario.
- Micovic (3): Tremenda decepción la de este jugador, que venía avalado con muy buenos comentarios desde la liga lituana. Realmente su impacto en el juego se limitaba a tirar de tres en jugadas elaboradas por sus compañeros, con muy poca presencia con balón y esforzado en defensa donde su endeblez le hacía sufrir enormemente con treses y cuatros voluminosos.

- Alejandro Galán (5):Digamos que no ha sido un gran año de Alex; bien por inadaptación al equipo, por continuos problemas de salud, no ha cogido la racha en ningún momento. Del impacto que tenía en Coruña la temporada pasada poco se ha visto este año. Eso sí esfuerzo y entrega toda, pero muy poco consistente en ataque donde fallaba cosas muy fáciles que le hacían perder la confianza.
- Vladimir Brozyansky (6): Llegó en la segunda vuelta junto al resto de refuerzos y parecía que nos íbamos a comer el mundo con él y Balvin en la zona; pero su aportación fue cuesta abajo ; desde unos inicios magníficos fue bajando prestaciones, y es verdad que en ataque o era resolutivo en tiro de tres o en su ganchito en la zona, no fue nunca nada contundente en rebote y en defensa su oponente siempre hacía buenos números. Cuando los partidos se ponían duros a nivel físico, solía dar un paso atrás.
- Stephens (4): Pívot novato, NCAA que venía con una proyección enorme pero que pronto se comprobó que no le gustaba nada la zona. Demasiado lento para moverse en espacio reducido, vivió con la amenaza del triple abierto como su principal activo, pero no era lo que necesitaba el club. Esfuerzo y simpatía, su marcha a mediados de la segunda vuelta fue sentida por la afición, pero ya no tenía minutos y se buscó la vida en la liga serbia.
- Balvin (5): Jugador complicado que llegó en Diciembre para tapar las carencias en la zona. A veces estaba más pendiente de dialogar con los árbitros que de jugar verdaderamente a basket. Su gran potencial (2.17) nunca se manifestó en dominio total de la zona, era un buen reboteador en defensa y atacaba el aro si recibía el balón en ventaja, pero no era capaz de fabricar sus tiros, no saltaba y en los partidos finales se le vio cierta indolencia, con un Palencia que ponía lo que hay que poner en cada rebote.
- Félix Alonso (3): Es verdad que el equipo mejoró en algunos aspectos con su llegada, sobre todo a nivel defensivo (mejor defensa de la liga), y de hecho se consiguió una racha de once victorias y se recuperó una quinta plaza impensable, pero con los mimbres que se pusieron en sus manos (Balvin, Brozy, Barcello, Faggiano) no fue capaz de conformar un equipo que atacase con fluidez las defensas rivales.
No incluímos en esta valoración jugadores que participaron poco como Grela o Onuetu , o que sus prontas lesiones no les hicieron tener continuidad como Leimanis o Rigo.
En resumidas cuentas el equipo suspende por resultados y juego y necesita como los malos estudiantes repetir curso, aplicarse más y pelear de nuevo por las metas encomendadas que no serán otras que el ascenso como corresponde a un equipo venido de ACB y que mantiene una buena estructura deportiva, un presupuesto puntero y una enorme masa social.
Imágenes: Obradoiro CAB
