Alemania firma un estreno contundente ante Montenegro

Fotografía de basketbal-bund.de
1 | 2 | 3 | 4 | T | |
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MON | 20 | 23 | 12 | 21 | 76 |
ALE | 24 | 25 | 16 | 30 | 106 |

Montenegro
76
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MON | 20 | 23 | 12 | 21 | 76 |
ALE | 24 | 25 | 16 | 30 | 106 |
106

Alemania

Montenegro
76
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106

Alemania
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Q1
20- 24
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Q2
23- 25
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Q3
12- 16
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Q4
21- 30
La campeona del mundo ya está en marcha. Alemania inició este miércoles en Tampere la defensa de su trono continental con una victoria rotunda (76-106) frente a Montenegro, un marcador que refleja la diferencia de nivel entre ambos conjuntos, pero que al mismo tiempo esconde la montaña rusa de sensaciones que vivió el equipo alemán en su debut en el EuroBasket 2025.
El encuentro arrancó con un guión inesperado: Montenegro, lejos de sentirse intimidada por la condición de favorita de su rival, se mostró combativa desde el salto inicial. Nikola Vučević, veterano pívot de los Chicago Bulls, fue un quebradero de cabeza constante en la pintura y sostuvo a los balcánicos con su talento ofensivo y su control del rebote. Alemania, por su parte, entró en el choque con cierta espesura, como si la ausencia de Álex Mumbrú en el banquillo pesara más de lo que se podía prever. El seleccionador español, hospitalizado en Finlandia por un proceso infeccioso, envió un mensaje de ánimo a sus jugadores desde la distancia, pero fue Alan Ibrahimagic quien asumió las riendas en este debut. La transición en la dirección técnica no se notó en lo táctico, pero sí en lo emocional: los germanos tardaron en soltarse y en mostrar la energía y determinación que los caracterizan.
La ausencia de Mumbrú
El primer cuarto fue un intercambio equilibrado en el que Alemania no terminaba de encontrar acierto exterior —1/11 en triples al término del periodo— y mostraba dificultades para imponer su físico en la pintura. Franz Wagner, en el día de su cumpleaños, se erigió en el primer sostén ofensivo con varias acciones de calidad, mientras que Andreas Obst aportaba la chispa desde el perímetro. Aun así, el marcador (24-20) dejaba claro que el partido no seguía el guion previsto.
La dinámica se mantuvo en el segundo cuarto. Schröder tiró de galones y anotó diez puntos casi consecutivos para dar aire a los suyos, pero la fragilidad defensiva permitía a Montenegro mantenerse viva. Vučević castigaba sin descanso y Kyle Allman añadía desborde exterior. Alemania, que en principio debía imponer su superioridad física y de rotación, se vio incomodada por un rival que ralentizaba el ritmo y exigía cada posesión. Al descanso, el 43-46 reflejaba a la perfección las dudas de los germanos: por plantilla y jerarquía debían dominar, pero la falta de tensión competitiva y los problemas para ajustar en defensa les impedían despegar.
Cambio en el tercero
Todo cambió tras el paso por vestuarios. Como si los jugadores hubieran recordado de golpe quiénes son y qué representan, Alemania elevó su nivel hasta rozar la excelencia. El tercer cuarto (12-33) fue un monólogo germano, un vendaval liderado por la dupla Schröder-Wagner. El base de los Sacramento Kings ofreció una versión imperial, combinando anotación (21 puntos) con liderazgo y lectura del juego, mientras que el alero de Orlando Magic desplegaba todo su arsenal ofensivo para firmar 22 puntos y 8 rebotes que consolidan su estatus de estrella indiscutible en el baloncesto europeo. A ellos se sumó un Obst letal desde el triple —5/6 en el tercer periodo— que dinamitó cualquier esperanza montenegrina. Con un parcial demoledor, Alemania entraba en el último cuarto con una ventaja de 24 puntos y el choque prácticamente resuelto.
El tramo final sirvió para confirmar la seriedad del bloque alemán. Sin relajaciones, los de Ibrahimagic mantuvieron la intensidad, rotaron el banquillo y cerraron una victoria de prestigio con un contundente +30 en el marcador (76-106). Montenegro, pese al esfuerzo de Vučević (23 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias), terminó por sucumbir a la falta de recursos de su segunda unidad y a la imposibilidad de frenar el despliegue alemán en ambos lados de la cancha.
Debut para el análisis
La lectura del debut deja varias conclusiones. La primera, que Alemania mantiene intacta la capacidad de imponer su calidad diferencial cuando sube el nivel de exigencia. La segunda, que la ausencia de Mumbrú sí pudo pesar en el arranque: el equipo entró frío, quizá atenazado por la incertidumbre de no contar con su seleccionador principal en un escenario tan señalado como el inicio de un EuroBasket. Esa desconexión inicial dio alas a Montenegro y alargó la igualdad más de lo previsto. Sin embargo, cuando la maquinaria alemana engranó, no hubo rival posible.
La profundidad de la plantilla volvió a ser un argumento de peso: Voigtmann aportó equilibrio en la pintura, Theis ofreció solidez defensiva y jugadores como Maodo Lo sumaron en la dirección para oxigenar a Schröder. Alemania demostró que tiene una rotación amplia y versátil, capaz de adaptarse a diferentes contextos y de sostener el nivel competitivo en un torneo que exige máxima regularidad.
Con este triunfo, la campeona del mundo envía un mensaje claro al resto de aspirantes: incluso en condiciones adversas, sigue siendo un equipo temible. Su siguiente cita será el viernes ante Suecia, un rival a priori menos exigente que Montenegro, pero que servirá para seguir calibrando sensaciones y, sobre todo, para comprobar si la ausencia de Mumbrú continúa influyendo en el arranque de los partidos o si el grupo ya ha encontrado la fórmula para convertir esa circunstancia en un estímulo.
En definitiva, Alemania debutó con victoria y con una puesta en escena que fue de menos a más. Si en la primera mitad dejó dudas, en la segunda mostró todo el poderío que la llevó a lo más alto del mundo en 2023. Con Schröder y Wagner marcando territorio desde el primer día, y con una rotación fiable detrás, la defensa de la corona continental empieza con paso firme, aunque con la sensación de que el margen de mejora aún es enorme.
Montenegro 76 (20+23+12+21): Kyle Allman (18), Nikola Vucevic (23), Andrija Slavkovic (0), Emir Hadzibegovic (5), Djordje Jovanovic (6) -cinco inicial-; Marko Simonovic (11), Zoran Vuceljic (0), Zoran Nikolic (0), Igor Drobnjak (13)
Alemania 106 (24+25+16+30): Schröeder (21), Obst (18), Wagner (22), Theis (6), Voigtmann (3) -cinco inicial-; Hollatz (2), Lo (10), Bonga (7), T. Da Silva (4), O. Da Silva (4), Kratzer (0) y Thiemann (9).
Lugar: Finlandia, Tampere, Tampere Deck Arena
Árbitros (Affiliated National Federation)
CASTILLO, Luis (ESP)
PROC, Michal (POL)
MAESTRE, Nicolas (FRA)
Asistencia: 3’495
Fotografía de basketbal-bund.de
Autor: Vicenç Ropero
