Derbi de proximidad
El sol caerá sobre el Espai Fruita Barris Nord el próximo domingo a las cinco de la tarde, pero el ambiente en Lleida promete estar en ebullición. Dos equipos llegan al enfrentamiento con la misma ansia de imponerse: el Hiopos Lleida, recién ascendido y con el impulso de dos victorias, y el MoraBanc Andorra, una máquina bien calibrada que ha demostrado a cada paso que no conoce treguas en su búsqueda por la victoria.
Reinventarse para suplir la marcha de Dee Bost
El Hiopos Lleida llega a este enfrentamiento en Barris Nord con un espíritu competitivo a prueba de balas, pero no sin bajas significativas. La reciente marcha de Dee Bost, una pieza que se fichó para ser fundamental en el esquema de Gerard Encuentra, ha dejado un vacío que el equipo ha sabido cubrir con lo que tiene, no en vano ganó sin su presencia en Breogán, aun así, se ha de reseñar que el Lleida pierde a uno de sus jugadores más experimentados y desequilibrantes. Sin embargo, el equipo parece haber convertido esta adversidad en una fuente de motivación extra, empujándose al máximo para mantener la racha positiva en Liga Endesa.
A la espera de Hamilton
Por si fuera poco, a esta baja se suma la ausencia de Hamilton, quien aún no se encuentra en condiciones de ser alineado. La imposibilidad de contar con un jugador de su calibre añade peso a la carga de un Lleida que, sin embargo, ha demostrado saber adaptarse y enfrentar con bravura cada desafío que se le presenta. Así, las rotaciones de Encuentra se han visto obligadas a reinventarse, redistribuyendo roles y responsabilidades, pero con un plantel que ha respondido a la altura y una afición que promete ser el motor extra en un Barris Nord repleto.
Para MoraBanc Andorra, estas circunstancias pueden parecer una ventaja sobre el papel, pero saben bien que enfrentar a un Lleida en casa, arropado por su gente, es un desafío mayúsculo. Lezkano y sus hombres tienen claro que, ante un rival así, no existen los caminos fáciles.
Realizando un símil pugilístico en un rincón, Hiopos Lleida sigue con el cuchillo entre los dientes. Su entrenador, Gerard Encuentra, lo dejó claro: este equipo corre, choca y se hace notar desde el primer minuto de juego. Con jugadores de peso como Paulí, Madsen y Oriola, que añaden solidez al esquema y corazón al partido, Lleida llega con un hambre que ya ha dejado en claro en la cancha.
En el otro lado, MoraBanc Andorra no se deja amedrentar, pero no toma a la ligera el reto de enfrentarse en una cancha como la de Barris Nord, donde la afición es capaz de poner en jaque a cualquiera. Su técnico, Natxo Lezkano, apunta a tres obstáculos que son tan visibles como inquebrantables: un rival con confianza, una afición encendida y un equipo que juega cada posesión como si fuera la última. «Es un ambiente hostil», reconoce Rafa Luz, el director de juego andorrano, y no sin razón.
Esta vez no solo se trata de una victoria; aquí, la batalla va más allá de la táctica. Se trata de quién muerde más fuerte en un partido que pide físico, cabeza y sangre fría, donde cada pase y cada rebote pueden ser el clavo que fije la victoria de un lado u otro.
Foto: Hiopos Lleida/Pol Puertas