El derbi balear abre camino en Bintaufa

imagen cedida por Fibwi Palma
El regreso del Fibwi Mallorca Bàsquet Palma a la Primera FEB sigue su curso con una segunda cita de enorme exigencia y de indudable simbolismo. Este domingo, a partir de las 12:30 horas, el conjunto de Pablo Cano visitará el Pavelló Menorca, en Bintaufa, para medirse al Hestia Menorca en un derbi balear que, más allá de la rivalidad deportiva, llega cargado de matices y de factores que condicionan la puesta en escena de los dos equipos. Será un duelo entre dos proyectos con aspiraciones diferentes, pero con la certeza compartida de que el baloncesto de las islas se asoma de nuevo a la élite de las competiciones FEB con un protagonismo creciente.
Levantarse rápido
El Fibwi encara este partido todavía con el poso amargo de su ajustada derrota en Cartagena (72-70), en un encuentro que dejó al descubierto tanto las virtudes como las debilidades de un equipo que está dando sus primeros pasos en la categoría tras el ascenso. Los mallorquines demostraron carácter y capacidad de reacción, remontando un partido que parecía perdido tras un tercer cuarto muy deficitario, y estuvieron a punto de forzar la prórroga en el último segundo. Esa muestra de resiliencia es, sin duda, un aliciente para confiar en que este grupo tiene la mentalidad adecuada para afrontar un curso exigente. Sin embargo, también fue una advertencia: en la Primera FEB, los errores de continuidad y las desconexiones se pagan caro.
La dificultad añadida para los de Cano en este inicio de temporada no se limita al salto de categoría. Las obras de saneamiento del parqué de Son Moix, el pabellón en el que habitualmente disputa sus partidos como local, han obligado al Fibwi a comenzar la temporada con tres desplazamientos consecutivos. No poder sentir el calor de su afición en Palma en estas primeras jornadas supone una prueba extra de madurez y resistencia, porque no es lo mismo arrancar con un calendario equilibrado que verse forzado a competir lejos de casa en las primeras tres citas. Este condicionante, inevitable pero influyente, se suma a la exigencia natural del calendario y obliga a los jugadores a suplir con carácter y unión lo que no pueden recibir desde la grada de su pabellón.
“il bello” Beraza, KO
Además, el equipo ha recibido un golpe especialmente duro con la baja de larga duración de su capitán, Xabi Beraza. El ala-pívot, uno de los líderes del vestuario y pieza fundamental en el ascenso, se lesionó gravemente en pretemporada en el Trofeo AON Illes Balears ante el propio Hestia Menorca. La rotura del ligamento cruzado anterior, junto con un esguince grave del ligamento lateral y edema óseo, lo aparta indefinidamente de las pistas. Su ausencia no es solo deportiva, sino también emocional: Beraza aportaba experiencia, liderazgo y ese espíritu de capitán que se convierte en ancla en los momentos complicados. El resto del grupo tendrá que asumir esa carencia, repartiendo responsabilidades y encontrando nuevas voces que sostengan al equipo en la adversidad.
El rival del domingo, el Hestia Menorca, llega con un arranque ilusionante. En la primera jornada derrotó con contundencia al Monbus Obradoiro (97-77), un triunfo de prestigio que refuerza el proyecto de un equipo que ha logrado consolidarse en la categoría y que aspira a dar un paso más esta temporada. Bajo la dirección de Javier Zamora, el conjunto menorquín ha conseguido equilibrar veteranía, talento y un estilo de juego atractivo que convierte el Pavelló Menorca en una pista temible para cualquiera. El encuentro ante los gallegos fue toda una declaración de intenciones: intensidad defensiva, ritmo ofensivo alto y una notable capacidad para castigar las debilidades del rival desde el perímetro y en el rebote.
Ya se han visto las caras
No es la primera vez que estos dos equipos se ven las caras en este curso. Hace apenas dos semanas, en el Trofeo AON, disputaron un partido vibrante en Inca que se resolvió en los últimos segundos a favor del Hestia por 74-77. Aquel choque, aunque de carácter amistoso, dejó una lectura clara: la igualdad entre ambos puede sostenerse durante gran parte del encuentro, pero el Menorca supo manejar mejor los instantes finales y castigar los errores de los mallorquines en los últimos segundos. El precedente sirve de aviso para los de Cano, que saben que la concentración durante los 40 minutos será clave si quieren tener opciones de asaltar Bintaufa.
En el plano táctico, el duelo se presenta como un enfrentamiento entre estilos complementarios. El Fibwi tratará de explotar su movilidad en ataque, con la dirección serena de Lucas Capalbo, la amenaza exterior de tiradores como Juan Bocca o Brian Vázquez y la versatilidad de jugadores como Lysander Bracey, capaces de abrir el campo y generar ventajas. La aportación de Jon Ander Aramburu en la pintura será igualmente fundamental para equilibrar la batalla interior, especialmente ante un rival que acostumbra a dominar el rebote. Por su parte, el Hestia cuenta con referentes de alto nivel como Spencer Littleson y Jaume Lobo, jugadores capaces de desatascar partidos con su talento individual, además de un bloque sólido que sabe trabajar en defensa y correr en transición.
Un partido bonito
El contexto anímico también tendrá su peso. Menorca llega reforzado por la victoria de prestigio en la primera jornada, por su solidez en casa y por el impulso de un pabellón que acostumbra a ser un hervidero. El Fibwi, en cambio, afronta el encuentro desde una perspectiva distinta: necesita transformar la rabia de la derrota ajustada en Cartagena en energía positiva, reforzar la confianza en su capacidad competitiva y asumir que, pese a las circunstancias adversas, tiene argumentos para discutirle el partido a cualquiera. La clave, de nuevo, estará en la regularidad: no basta con tener un gran último cuarto, como ocurrió el pasado domingo, sino que la exigencia demanda sostener la concentración durante los 40 minutos.
Será, en definitiva, un derbi con sabor especial. No solo porque enfrenta a dos equipos de las Islas Baleares en una liga de alto nivel, sino porque llega en un momento en el que ambos buscan reafirmar sus discursos: el Hestia, confirmar que puede estar entre los grandes candidatos; el Fibwi, demostrar que su regreso a la Primera FEB no es testimonial, sino que está sustentado en carácter, calidad y capacidad de adaptación. El partido en Bintaufa será mucho más que un simple encuentro de la segunda jornada: será un examen de madurez para unos y una oportunidad de consolidación para otros.
Con todo lo que rodea al choque —el contexto del debut de Menorca con victoria, las obras en Son Moix, la baja de Beraza, el precedente de la pretemporada y el inicio exigente del calendario—, el derbi balear se presenta como una cita imprescindible para medir fuerzas, ilusiones y realidades. El Fibwi Mallorca Bàsquet Palma buscará dar el golpe en Bintaufa y encontrar en el corazón del rival ese primer triunfo que sirva como punto de inflexión en su regreso a la categoría. El Hestia Menorca, en cambio, tratará de reafirmar su poderío en casa y prolongar su inicio impecable. Sea cual sea el desenlace, lo que está garantizado es un partido cargado de intensidad, emoción y la pasión de un baloncesto balear que vive un momento de crecimiento histórico.
Fotografía cedida por Fibwi Mallorca
Autor: Vicenç Ropero
