octubre 18, 2025

El Fibwi Mallorca vuelve a casa

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Loic Mernuge durante un partido con el Alimerka Oviedo Baloncesto

Fotografía cedida por Fibwi Mallorca

Tras tres jornadas lejos de Son Moix, el equipo de Pablo Cano regresa ante su afición en un duelo exigente frente al Caja Rural CB Zamora (domingo, 19:15 h)

Por fin en casa. Después de un mes de viajes, obstáculos logísticos y partidos disputados lejos de su pabellón, el Fibwi Mallorca Bàsquet Palma volverá este domingo (19:15 h) al Palau Municipal d’Esports de Son Moix para enfrentarse al Caja Rural CB Zamora, en un partido correspondiente a la cuarta jornada de la Primera FEB. No será un simple regreso: será un reencuentro cargado de simbolismo, tras unas semanas marcadas por la incertidumbre y las dificultades derivadas de las obras en el parquet del recinto palmesano, que obligaron al conjunto mallorquín a disputar sus tres primeros compromisos de liga a domicilio.

El inicio de temporada del Fibwi Mallorca ha sido tan exigente como ilusionante. El conjunto dirigido por Pablo Cano ha tenido que afrontar un calendario durísimo —Cartagena, Menorca y Alicante, tres plazas históricas y de enorme dificultad— sin el respaldo de su público, y aun así ha demostrado que su adaptación a la categoría está siendo sobresaliente. Una victoria y dos derrotas por márgenes mínimos confirman la competitividad de un equipo que ha sabido transformar la adversidad en aprendizaje. En su última cita, en el Centre de Tecnificació d’Alacant, el Fibwi vendió muy cara su derrota ante el HLA Alicante (81-74) tras un encuentro intenso y lleno de carácter. Cayó con honor, con argumentos y con la sensación de que el grupo va a más.

Un regreso marcado por las obras y la resiliencia

El reencuentro con Son Moix llega tras semanas de auténtico rompecabezas logístico. Las obras de reparación del parquet —iniciadas a mediados de septiembre— obligaron al equipo a trasladar sus entrenamientos al Pla de Na Tesa, un espacio con limitaciones que el cuerpo técnico ha tenido que aprovechar al máximo para mantener el nivel competitivo. La previsión inicial del Ayuntamiento de Palma era de unos quince días de trabajo, pero las tareas se han prolongado casi un mes, generando serios problemas no solo al Fibwi Mallorca, sino también a otros clubes como el Palma Futsal, el Palmer Basket o el Azulmarino Mallorca.

Pese a las complicaciones, el equipo ha respondido con una madurez notable, manteniendo su ritmo de entrenamiento y trasladando a la pista el espíritu combativo que caracteriza a la plantilla. En este sentido, el regreso al parquet de Son Moix tiene un valor emocional añadido: no solo supone volver a jugar ante la afición, sino también recuperar el lugar donde se gestó el ascenso a Primera FEB y donde el club ha construido buena parte de su identidad reciente.

“Ha sido un inicio difícil, pero también una prueba de carácter que el equipo ha superado con nota”, reconocen desde el entorno del club. Y es que, más allá de los resultados, el Fibwi ha conseguido consolidar un estilo basado en la defensa, el esfuerzo colectivo y la confianza en su plan de juego, elementos que se han mantenido incluso en los momentos más exigentes.

Lesiones, refuerzos y un vestuario unido

El inicio de curso también ha venido marcado por los contratiempos físicos. La lesión de larga duración de Xabi Beraza, capitán y referente del proyecto supuso un golpe anímico importante. A ello se sumó la recaída de Osvaldas Matulionis, otro jugador clave en el perímetro, que estará varias semanas más de baja. Ante esta situación, el club no ha tardado en reaccionar y ha cerrado la incorporación del ala-pívot francés Löic Menuge, un refuerzo de garantías que llega para reforzar la rotación interior y aportar energía, rebote y versatilidad.

Nacido en Cannes en 1999 y con 1,99 metros de altura, Menuge aterriza en Palma con experiencia en la categoría tras su paso por el Alimerka Oviedo Baloncesto, donde promedió 7,4 puntos y 2,5 rebotes en la pasada campaña. Su perfil encaja perfectamente en la filosofía de Pablo Cano: un jugador intenso, trabajador, capaz de adaptarse rápido y de sumar en ambos lados de la pista. Además, su conocimiento previo de la competición y su paso por el baloncesto francés (Basket Club d’Orchies, NM1) avalan su capacidad para rendir desde el primer momento.

La llegada de Menuge no solo cubre una necesidad deportiva, sino que también refuerza la moral de un vestuario que ha demostrado ser un bloque sólido. Jugadores como Lucas Capalbo, Pedro Bombino, Jon Ander Aramburu o Brian Vázquez están siendo la columna vertebral de un equipo que no especula, que compite cada posesión y que ha ganado respeto dentro de la liga por su intensidad y cohesión.

El rival, peligroso y con talento

El Caja Rural CB Zamora llega a Palma como cuarto clasificado (2-1) tras caer en la última jornada en casa frente al Club Ourense Baloncesto (84-94). A pesar de la derrota, el equipo dirigido por Saulo Hernández ha arrancado la temporada a un gran nivel, con un bloque equilibrado, versátil y con varios jugadores con experiencia en LEB Oro. Los zamoranos destacan por su capacidad para abrir el campo, su ritmo ofensivo y su buena circulación de balón, lo que obligará al Fibwi Mallorca a desplegar su mejor versión defensiva.

En especial, la atención estará puesta en figuras como su base Tyrell Roberts, una de las referencias ofensivas del conjunto castellano, o el interior angelino Omar Lo, que aporta solidez en la pintura y gran capacidad reboteadora. Además, el Zamora se caracteriza por ser un equipo de rachas, capaz de romper partidos en pocos minutos si encuentra acierto desde el perímetro, algo que el conjunto mallorquín deberá controlar con disciplina y comunicación atrás.

Son Moix, escenario y símbolo

Más allá del componente deportivo, el regreso a Son Moix tiene un valor emocional que trasciende el marcador. Será el reencuentro del equipo con su gente, con esa afición que acompañó el ascenso y que ahora podrá volver a disfrutar del proyecto en su nueva etapa. La plantilla ha vivido en carne propia las dificultades de no tener un “hogar deportivo” durante el primer mes de competición, y la posibilidad de volver a jugar en casa supone una motivación extra.

El ambiente promete ser especial. Son Moix no solo recupera su actividad, sino también la ilusión de ver a un equipo que se ha ganado el respeto por su entrega. El partido ante el Caja Rural CB Zamora representa la oportunidad ideal para convertir la energía de la grada en combustible competitivo, para transformar el esfuerzo de semanas complicadas en una actuación sólida ante un rival de nivel.

El mensaje: identidad, carácter y ambición

El Fibwi Mallorca Bàsquet Palma afronta el encuentro con el objetivo claro de volver a la senda del triunfo y de reafirmar su crecimiento en la categoría. Las sensaciones son positivas, la evolución del equipo es evidente y la llegada de Menuge añade profundidad a una plantilla que, pese a las bajas, no ha perdido ni un ápice de ambición.

Pablo Cano insiste en la idea de que “la identidad no se negocia”: defender con intensidad, controlar el ritmo y mantener la cabeza fría en los momentos calientes. Si el equipo logra reproducir la solidez mostrada en Menorca y Alicante, el estreno en casa puede convertirse en una celebración completa.

En definitiva, el partido del domingo en Son Moix será mucho más que una cuarta jornada de liga. Será el símbolo del retorno a la normalidad, la recompensa a semanas de esfuerzo silencioso y la confirmación de que este proyecto no solo compite, sino que emociona. El Fibwi Mallorca Bàsquet Palma vuelve a casa. Y lo hace más fuerte, más unido y con la firme intención de seguir demostrando que está preparado para quedarse entre los mejores de la Primera FEB.

Fotografía cedida por Fibwi Mallorca

Autor: Vicenç Ropero

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