Fibwi Palma se asoma al ascenso

Ha llegado el momento de la verdad. Tras meses de competición, de esfuerzo colectivo, de pasos firmes y también de tropiezos que curtieron al grupo, el Fibwi Palma está ante la última frontera que separa el sueño de la realidad. Este sábado, a partir de las 20:30, el equipo mallorquín visitará el Palacio Municipal de los Deportes de Huesca para medirse al Lobe Huesca La Magia en la ida de la eliminatoria por el ascenso a Primera FEB. La vuelta se jugará en Son Moix el siguiente fin de semana. Una eliminatoria a doble partido que determinará quién da el salto de categoría y quién tendrá que volver a empezar desde el inicio en una Segunda FEB cada vez más exigente.
Pero este cruce va mucho más allá de lo deportivo. Es una cita con la historia. Enfrenta a dos clubes con recorrido, ambición y hambre de regresar al escalón que sienten propio. Uno, el Fibwi Palma, construido sobre los cimientos de la ilusión, el trabajo de cantera, una estructura institucional sólida y basada en la honradez, la experiencia y el trabajo duro. El otro, el Club Deportivo Peñas Huesca, leyenda del baloncesto español, con más de una década en la ACB a sus espaldas.
Un duelo de presente con aroma a pasado
El marco no puede ser más simbólico. Jugar en el Palacio de los Deportes de Huesca significa enfrentarse también al peso de una ciudad que vivió baloncesto del más alto nivel durante más de una década. Desde 1983 hasta 1996 —con solo un curso fuera de la élite—, el Peñas Huesca fue protagonista de la Liga ACB, la misma que vio jugar allí a leyendas como Brian Jackson, Granger Hall o el joven Alberto Alocén. Más recientemente, nombres como Asier Zengotitabengoa o Jorge Lafuente —ambos con pasado también en el Fibwi Palma— ayudaron a mantener vivo el legado verde.
Ahora, esa historia late con fuerza en una plantilla rejuvenecida y ambiciosa, bajo la dirección de un técnico experimentado como Rafa Sanz, uno de los entrenadores con más partidos dirigidos en las categorías FEB. El preparador cordobés ha sabido imprimir carácter a su equipo, que terminó la fase regular en la sexta posición del grupo Oeste y viene de eliminar con solvencia a Horta Godella y, especialmente, al Cáceres, uno de los favoritos al ascenso.
Palma: identidad, defensa y una fe inquebrantable
El Fibwi Palma no llega aquí por casualidad. Su recorrido en esta fase de ascenso ha sido el de un equipo que ha madurado partido a partido. Eliminó con autoridad a Caja 87 de Sevilla en primera ronda, y superó el pasado sábado una prueba de fuego emocional ante la Cultural y Deportiva Leonesa, empatando en Son Moix (79-79) pero haciendo valer el +6 logrado en León. En ese cruce se vio la esencia de este equipo: resiliencia, defensa, temple y un fondo de armario cada vez más decisivo.
El técnico Pablo Cano ha conseguido ensamblar un grupo con roles definidos pero abiertos al protagonismo compartido. En cada serie han aparecido héroes distintos: Brian Vázquez como alma competitiva; Jorge Martínez con su amenaza exterior y sus triples inverosímiles; Patrick Spencer aportando ritmo y verticalidad; Giovannetti y Beraza como timoneles en los momentos clave; y un Jon Ander Aramburu que encarna la sobriedad y la experiencia en los tramos calientes, el tipo que lo tiene todo controlado, el que te mira, te guiña un ojo y sabes que todo va a ir bien. Todo bajo el paraguas de un Son Moix que, en la vuelta, promete ser el sexto hombre más feroz de la categoría.
La batalla táctica: defensa vs ataque
Los números comparativos de ambos equipos en sus eliminatorias precedentes permiten anticipar un choque de estilos. Mientras que el Huesca se ha mostrado como un equipo eficaz en ataque —promediando 80,5 puntos con un 46,1 % en tiros de campo—, el Fibwi Palma ha sobresalido en defensa, en rebote y en recuperación de balón. La serie, en resumen, podría decidirse en quién logre imponer su guión: si el ritmo elevado, el dinamismo ofensivo y la presión alta de los aragoneses, o el control del tempo, la solidez defensiva y la sangre fría del conjunto isleño.
El propio Rafa Sanz lo dejó claro tras eliminar al Cáceres: su equipo ha llegado hasta aquí “jugando sin presión” y siendo “proactivo, valiente y decidido”. Pero ese estilo frontal puede encontrar problemas ante un rival como el Fibwi Palma, que se siente cómodo en el barro de los partidos cerrados y sabe cómo desgastar psicológicamente al oponente. Especialmente cuando juega con el marcador global a favor, como sucederá si consigue un buen resultado en Huesca.
Para este primer asalto, el Fibwi Palma no estará solo. El club organizó un viaje en avión para los aficionados que se agotó rápidamente, y se espera una nutrida representación balear en las gradas del Palacio. El club y la afición han entendido la dimensión de este reto: está en juego algo más que un ascenso. Se trata de recuperar una plaza en la Primera FEB, categoría en la que ya brilló el equipo mallorquín en etapas anteriores. Se trata de cerrar el círculo de un proyecto que ha resistido contratiempos y que hoy, gracias a una base sólida y una identidad clara, está más vivo que nunca.
Un deber
Ni Huesca ni Palma afrontan esta eliminatoria como una oportunidad inesperada. Ambos la ven como el paso necesario para completar su hoja de ruta. El club aragonés, inmerso en un proceso de estabilización institucional tras superar graves problemas económicos, ha reconocido que aceptará el ascenso si se produce. En el caso de los mallorquines, el deseo es aún más explícito: volver a ser referencia, volver a estar donde sienten que pertenecen.
Y para lograrlo, queda solo un último esfuerzo. Ochenta minutos —cuarenta en Huesca, cuarenta en Palma— que decidirán quién regresa a la élite de las competiciones FEB. Quien los gane, tocará la gloria. Quien los pierda, habrá peleado hasta la orilla, pero sin recompensa.
Todo está listo para una eliminatoria que promete emociones fuertes. Historia, presente, tensión, ambición. Lobe Huesca La Magia y Fibwi Palma se juegan mucho más que un partido. Se juegan el futuro. Y como suele ocurrir en las grandes citas, no ganará sólo el más talentoso, sino el más fuerte mentalmente, el que resista más, el que sepa sufrir y golpear cuando el rival dude.
El primer capítulo se escribe este sábado en el Palacio de los Deportes. La historia, ya lo sabemos, se termina de escribir en Son Moix.
Fotografía cedida por Fibwi Palma
