Ni chicha ni limoná.

Damex Udea Algeciras cae por 73-64 en un partido que desde los primeros instantes se vislumbraba el resultado final.

Las expectativas no eran malas, las pilas estaban cargadas y el equipo de casa estaba mermado, además el desplazamiento del equipo fue, a pesar de la distancia mayor, un desplazamiento más agradable y cómodo que el de la semana pasada a Melilla. Pero las cosas no salieron bien, simplemente la cosa no fluía, el equipo udeísta no logró en ningún momento transmitir la sensación de ser capaz de ganar ese partido.

El primer compás fue muy ilusionante, con una canasta de Eleraky, y los aficionados udeístas se frotaban las manos imaginando un partido en el que se pondría las botas el pívot danés, pero todo fue un espejismo, y es que para que un pívot tenga una alta producción interior en ataque , le tienen que llegar balones en ventaja en el poste bajo, y eso literalmente no ocurrió; se sucedían los ataques y tímidamente se buscaba esa jugada, pero en el momento en el que llegaba la lógica ayuda al jugador defensor, Udea se atascaba y comenzaban una serie de pases en los que el base que estuviese en pista se convertía en un mero enlace para llevar el balón de un sitio a otro y no ejercía la función de director de juego, y así no se puede.

Así, el trío español formado por De Blas (3/6), Martín Fernández (2/4) y Jorge Martínez (3/7) comenzaban su martilleo desde la línea de triple, anotaban de manera cómoda y con una cadencia constante, se fueron hasta los 8 triples en el partido entre los tres, no necesitaron ni la ayuda anotadora de Alo Marín, quién tuvo un día nulo de cara a la anotación, algo así como Berni García, que vivió su peor partido desde su llegada, no tuvo ayer una pizca de fortuna.

Sorprendente la actuación de Stevanic en los primeros minutos, con grandes movimientos al poste y que parecieron desconcertar bastante a los pívots visitantes.

Todo no son malas noticias.

Bien es cierto que el primer tiempo acaba con una ventaja casi apabullante por parte de Albacete, habían ido distanciándose con una soltura que hacia tener que frotarse los ojos para ver que era cierta, (43-26) al descanso y lo fácil ahí era bajar los brazos y que esto se fuera a una paliza histórica.

Pero eso no ocurrió, y ahí viene la primera de las noticias positivas del partido, y es la lucha del equipo por no perderle la cara al encuentro, por seguir pedaleando aún sabiendo en el fondo que llegar a alcanzar al perseguido iba a ser una tarea heroica. Se estrechaba la distancia con parciales rápidos de Udea mezclados con apagones en ataque de Albacete (es algo que les suele ocurrir, y en este partido no iba a ser menos), pero la distancia concedida en los primeros 20 minutos fue tan amplia que el objetivo se tornó en inviable.

La otra buena noticia es la vuelta del auténtico Issa Thiam; fue el mejor del encuentro en Udea con 17 puntos y el único de Udea con un (+/-) positivo, esto es que con él en pista Udea tuvo un parcial positivo para nosotros,  junto a la figura de Pollito, quien no falla nunca, y es un seguro tenerlo en tu equipo, y alguien dispuesto a asumir más o menos responsabilidades en función de lo que requiera el conjunto; eso en deportes de equipo vale su peso en oro, por eso hay que ser conscientes de que si finalmente este equipo sale del hoyo, jugadores de este perfil habrán sido claves aportando la solidez y confianza que un proyecto necesita.

   El partido, al final, nos dejó con esa sensación del título, de que no ha servido para mucho ni de que el equipo tuviera ayer muy clara la hoja de ruta, no queda otra que esperar con ganas el siguiente duelo y posibilidad de volver a situarnos al 50% de victorias en la nueva era.

BUENO ARENAS ALBACETE BASKET (24+19+13+17): Marín (2), De Blas (9), Stevanic (10), Sima (9), Fernández (16), Bono (2), Fall (6), Martínez (14), Guerrero (5).

DAMEX UDEA ALGECIRAS (15+11+20+18): Cecilia (0), Orrit (10), Balastegui (3), Vucica (8), Fercho (0), Rodríguez (10), Eleraky (11), Berni (3), Revilla (2) y Thiam (17).

Arbitros : Juan Alberto Pinela y Alejandro Climent.

Fotografía Canal Feb

Autor: Antonio Lara