Ojalá vuelvan los cromos de la ACB

La aparición de la colección de cromos de la Liga Hypermotion de fútbol, segunda división para los no acostumbrados a los nombres modernos, ha resultado en un completo furor en todas las ciudades de España. Desde el año 1995 no se hacía una, pero de lo que seguro que no muchos se acuerdan es que hubo una época en la que la ACB tuvo un álbum. Pero desde la 2010-2011 no tenemos una nueva edición que poder coleccionar. Y yo, desde la mente de un generación Z que tuvo alguna de las últimas colecciones se pregunta, ¿y por qué no volver a hacerla?

Una tradición en los años 90 que evolucionó en los 2000

En aquellos grandes años 90, la ACB siempre tenía su colección, en este caso de cromos para pegar en el álbum. Seguramente aquellos que crecieron con figuras como Bodiroga o Epi tengan su cromo como un recuerdo imborrable. De hecho, hay que remontarse a los años 80 para ver los orígenes de las colecciones de nuestro baloncesto, de la que algún cromo está a la venta en Wallapop o en otras páginas de compra y venta.

Tuvo una evolución en los años 2000, pasando a ser cromos duros que tenías que colocar. De esta es de la que tengo memoría, ya que un niño de, en aquella época, seis años, la coleccionaba. En mi memoria aparecen los cromos que aparecen al inicio del artículo, cromos de leyendas que o bien estaban retirados o ya no jugaban en la liga, aunque a posteriori volvieron. También recuerdo cromos especiales de la temática de las temporadas, como los de ‘Tiempo de Magia’, con la versión de superhéroe de dibujos animados de Ricky Rubio o Claver entre otros, algo que se trasladó al videojuego de ACB al que dediqué una buena cantidad de horas.

A partir de ahí, sin cromos

Pero todo finalizaría en la temporada 2010-2011, curso en el que se vió la última de las colecciones. Resulta llamativo que el mayor acercamiento que hayamos tenido a una nueva fuese en forma de la app ‘Distrito ACB’, un juego de cartas con su propio competitivo que tenía interacción en las pistas de la Liga Endesa. Pero no es lo mismo, no hay nada como la sensación de abrir un sobre, colocar o pegar el cromo, intercambiarlos con tus amigos para tratar de acabar la colección.

Los cromos este año han vivido una nueva época dorada, sobre todo por la nostalgia de muchos que buscan volver a sentirse niños por un momento y recordar como era la sensación de hacer una colección. Ahora, hay otros niños que, aunque podamos hacer las de fútbol, nos sentimos un poco huérfanos de no tener el cromo de Musa, Moore, Alston, Marcelinho o Punter por ejemplo. ACB, os aseguro que sería todo un éxito, somos muchos locos llenando los pabellones todas las semanas que queremos revivir esta sensación.

Eros López

Estudiante de periodismo en la USC